Ganadería

Un cercado virtual, el reto que mejoraría la vida del ganadero

El proyecto E-Barana pretende cambiar los cercados físicos o eléctricos actuales por un cercado virtual a través de la geolocalización. Se va a trabajar con ovejas, vacas y caballos de ganaderías oscenses para probar estos collares.

Imagen de un vallado virtual
Imagen de un vallado virtual
Esnepi

Con el objetivo de que la ganadería extensiva pueda beneficiarse de las nuevas tecnologías y de esta forma que esta actividad no solo continúe realizándose, al ganar en rentabilidad y en atractivo para los actuales y futuros profesionales, sino que se optimice el aprovechamiento de los pastos, mejorando la calidad de los mismos y evitando el infrapastoreo o el sobrepastoreo, nace el proyecto E-Barana. Un proyecto que tiene como finalidad cambiar los cercados físicos o eléctricos actuales por un cercado virtual. De ahí el nombre del proyecto, pues en el valle de Benasque a estas vallas se denominan ‘baranas’.

El proyecto, que está liderado por la Escuela de Negocios del Pirineo (Esnepi), se enmarca dentro de la convocatoria de subvenciones para grupos operativos del Gobierno de Aragón, cuyo objetivo general es promover la constitución, en la Comunidad aragonesa, de grupos operativos de la Asociación Europea para la Innovación (AEI) que puedan dar soluciones a problemas concretos del medio rural, mejorando la competitividad del sector agroalimentario y teniendo en cuenta la gestión eficiente de recursos para lograr un crecimiento sostenible. Asimismo, además, de Esnepi, los socios del proyecto son la Reserva de la Biosfera Ordesa-Viñamala, la Asociación Monte de Estós, la Asociación de Ganaderos de la Sierra y los Cañones de Guara, la Asociación de Ganaderos Valle de Broto, la Asociación de Criadores de Equino Hispano Bretón (Arahisbre), la facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza, el Instituto Pirenaico de Ecología (IPE-CSIC, un centro de investigación integrado en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)) y el Ayuntamiento de Nueno.

El animal, al que se le habrá colocado un collar que se alimenta de energía solar, estará geolocalizado. Y el ganadero a través de su teléfono móvil o tableta podrá crear un ilimitado número de vallados mediante la fijación de coordenadas, mover al rebaño, comprobar los movimientos de los animales, así como diagnosticar algún posible problema por ausencia de movimiento; debido a que el dispositivo (el collar) realiza diversos estímulos negativos, que comienzan siendo suaves al principio, como por ejemplo, un sonido molesto, y que se intensifican hasta la descarga eléctrica, similar a la que sufren con un cercado eléctrico, cuando el salirse de la valla virtual supone un peligro. “Pero estamos trabajando para evitar esta descarga”, explica Aurelio García, director de Esnepi. “Al principio, con los cercados eléctricos sufrían descargas, pero ahora ni se acercan. Por este motivo, estamos trabajando conjuntamente con la facultad de Veterinaria para investigar y realizar una educación del animal”.

Funcionamiento del sistema de vallado virtual.
Funcionamiento del sistema de vallado virtual.
Esnepi

Primeros collares en Sabayés

Y es concretamente en esto en lo que se está trabajando actualmente. Durante los últimos días, se han colocado los primeros collares en una explotación de ganado ovino en Sabayés, localidad perteneciente al municipio oscense de Nueno, de la Asociación de Ganaderos de la Sierra y los Cañones de Guara y, en breve, comenzarán las pruebas en la facultad de Veterinaria. El objetivo, según señalan en la nota de prensa, “es testear los aparatos para los ajustes tecnológicos necesarios para definir las estrategias de recogida de datos de los animales, además de ver los avances desarrollados en el visor y software de información y los problemas de robustez, diseño y generación de energía de los dispositivos”. Al mismo tiempo, durante este año, también se realizará una primera formación inicial a todos los ganaderos y veterinarios involucrados en el proyecto, con el objetivo de explicar las principales características y funcionalidades de los collares.

Tras esta primera fase en entornos muy controlados, se pasará entre julio y septiembre a otra en entornos más abiertos, aunque igualmente acotados (es decir, se seguirán manteniendo de momento el vallado físico). En esta ocasión, se probarán los collares en diez vacas de la Asociación Monte Estós en el valle de Benasque; en otras diez vacas de la Asociación Ganaderos Valle de Broto; en diez yeguas de la asociación Arahisbre en el entorno del Pueyo de Jaca, localidad del Valle de Tena, y en 50 ovejas de dos explotaciones ganaderas de la Asociación de Ganaderos de Guara en Sabayés y Almazorre, localidad perteneciente al municipio oscense de Bárcabo. “Queremos adaptarlo a los diferentes animales, y de ahí que este proyecto de innovación tenga en cuenta a distintos animales desde sus inicios”, anota Aurelio García. Asimismo, se marcan como reto realizar las primeras pruebas reales en entornos abiertos al año que viene, en 2020, según marca el cronograma del proyecto.

Asegurar la supervivencia de la ganadería extensiva

“El objetivo es dotar a la ganadería extensiva de tecnología e innovación para facilitar la vida del ganadero, sin que sea ya imprescindible la presencia de este o de un perro, así como, y como consecuencia, conseguir mantener viva esta labor esencial para preservar el territorio”, señala el director de Esnepi. A lo que apunta Sergio García, gerente de Reserva Biosfera Ordesa Viñamala: “La ganadería extensiva es necesaria para el mantenimiento no solo del territorio y de los modos de vida, sino del paisaje”. Y es que como ambos señalan se ha detectado la necesidad de mejorar la calidad de vida de este tipo ganadero, pues la continuidad de esta profesión se encuentra comprometida al no ser atractiva por la calidad de vida que tienen actualmente

Eso sí, como recalca Sergio García, “el éxito del proyecto se encuentra en hallar el equilibrio entre esta necesidad detectada y el coste de este sistema, pues hay que tener en cuenta que sea rentable para los profesionales, y así puedan soportar los costes”.

Asimismo, gracias al uso de esta tecnología, el proyecto pretende, con la ayuda del IPE-CSIC, “optimizar el aprovechamiento de pastos, mejorando la calidad de los mismos y evitando el infrapastoreo o el sobrepastoreo y sus consecuencias indeseables”, explican desde Esnepi. El sistema podrá permitir además a la Administración ejecutar recomendaciones de zonas de pastoreo y monitorizar la ejecución en base a diferentes parámetros en la lucha preventiva de incendios. 

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