26-M

Beamonte: "Si todos somos coherentes con nuestra posición ideológica habrá acuerdo"

El presidente del PP-Aragón insiste en las coincidencias entre los partidos de centroderecha y rechaza hablar de intercambios de sillones con el Ayuntamiento de Zaragoza

Luis María Beamonte, candidato del PP a la presidencia del Gobierno de Aragón, analiza el resultado de las elecciones del 26M, afirma que les hubiera gustado lograr "un mejor resultado".

El 26-M, la reacción del PP fue de euforia. ¿Se precipitaron?

Fue euforia controlada fruto de la alegría que en cualquier organización causa el ver que el esfuerzo puede ser refrendado en unas opciones de gobierno. Algún compañero, o incluso yo mismo, hemos ganado las elecciones y después no hemos gobernado. Por tanto, cuando ese escenario se posibilita, hay que entender como normal la alegría de la gente.

Aliaga ha apostado abiertamente por un gobierno con PSOE y Ciudadanos y Lambán ha dicho que la presencia del PAR en el futuro Ejecutivo es necesaria. ¿De verdad aún se ve con opciones?

Esta semana abriremos un espacio de negociación, y será allí donde tengamos que hablar y ver todas las opciones. Mientras tanto, no tengo nada más que decir que respetar lo que ocurra tras las conversaciones que tengan lugar.

¿Ha hablado ya con Aliaga?

Sí, tuve una conversación cordial, sin más contenido que el de la formalidad y el del aprecio personal que nos tenemos. Espero que esta semana nos pongamos en contacto para poder entablar un diálogo.

Del PAR necesita un ‘sí’, no vale la abstención. ¿Qué le ofrecerá?

Hay que dialogar y ver las muchas coincidencias que tenemos la inmensa mayoría de partidos de centroderecha en materia de fiscalidad, economía, Estado del bienestar o apoyo a pymes. Lo que nos distancia es más bien poco. Si todos somos coherentes con nuestro posicionamiento ideológico y programático y respetuosos con el mandato que nos ha dado la sociedad aragonesa podremos llegar a acuerdos.

Pero el PAR defiende las autonomías y el ‘no’ al trasvase, y Vox, lo contrario. ¿Pesarán más al final todas estas discrepancias?

Los ciudadanos han elegido a una serie de diputados y partidos, y tenemos la obligación de conformar gobierno con todas las dificultades que a veces entrañan ciertas distancias en los planteamientos, pero cuando existe voluntad para sacar adelante un proyecto común todos tenemos la obligación de ceder algo.

El candidato de Cs reclama la Presidencia de Aragón. ¿Estaría dispuesto a renunciar a cambio del Ayuntamiento de Zaragoza?

Yo no voy a entrar en este momento ni en ningún otro a hablar de cambios de nada, ese no es el eje central de lo que tiene que ser el desarrollo de los tiempos. Tenemos que llegar a un acuerdo sobre un escenario programático. Apartir de ahí hablaremos de lo que tengamos que hablar. Si no hay un acuerdo en lo fundamental, el resto es accesorio.

¿Qué ofrecerá entonces a Cs?

Pero si es que son muchísimas las coincidencias. Hemos chequeado los programas electorales y son muy parejos, con pequeños matices, de la misma manera que ocurre con el PAR o Vox, salvo en algunas cuestiones muy puntuales.

Vox va a exigir entrar en gobiernos tanto autonómicos como municipales. ¿Accederá el PP-Aragón?

Vamos a hablar también con Vox, una formación que me merece respeto y que ha sido apoyada por muchos aragoneses. Mientras el espacio sea el del Estatuto de Autonomía, la Constitución y un modelo positivo para el conjunto de los aragoneses no creo que tenga que haber ningún problema.

¿Deja entonces abierta esa posibilidad?

No voy a jugar a especulaciones innecesarias. Cuando se dialogue se dialogará y entonces veremos qué es lo que hay.

¿Qué papel va a tener el PP-Aragón en la política de pactos? ¿Al final decidirá Madrid?

Que quieran hablar las direcciones nacionales de cuestiones que afectan al conjunto de España es normal. Además, hay que hablar de otras comunidades, como Madrid, Castilla y León o Murcia. Pero también tengo que decir que en el PP se tienen muy en cuenta los planteamientos que se efectúan desde Aragón. Somos un partido, no 17, pero aún así tenemos autonomía para hacer planteamientos y tomar decisiones. Es bueno que haya coordinación en los acuerdos y los mensajes.

¿Le gustaría poder tener la última palabra?

Puedo asegurar que mi relación con la dirección nacional es exquisitamente buena, y que se me escucha y se aceptan las posiciones y planteamientos que hago.

¿Ha hablado con Pablo Casado?

He hablado con Pablo Casado.

¿Y qué le ha dicho de la situación en Aragón?

Bueno, yo le puedo decir que Aragón es la única comunidad fuera de las que se gobiernan que está en disposición de poder plantear una alternativa, no solo en la DGA, sino en las tres capitales de provincia. Mi relación con Pablo Casado es buena, como también lo es con el secretario general o el de Organización. Es absolutamente fluida y correcta.

¿Cómo calificaría el resultado del PP en Aragón?

Debemos ser sinceros y humildes. Si lo comparamos con las elecciones de 2011 o 2015 estaríamos distorsionándolo, porque la realidad es otra. Está, por ejemplo, la concurrencia de otras fuerzas políticas. Los tiempos han cambiado, pero hemos superado el 20% del voto.

Pablo Casado obtuvo en Aragón 142.804 votos y su candidatura, 138.158. También, en porcentaje, quedó por detrás de Jorge Azcón. ¿A qué lo achaca?

Son escasos votos. Por tanto, no creo que tenga más importancia. Si lo trasladase a mi ciudad podría decir lo mismo. Esas cuestiones son pequeñeces que no tienen excesiva importancia.

¿Es necesario hacer autocrítica después de estos resultados?

Hemos hecho y haremos más reflexión, y la autocrítica llegará en su momento. Pero no ha ocurrido en Aragón nada que no haya pasado en el contexto nacional. Por tanto, tendrá que ser una reflexión general. Las particularidades ya las analizaremos aquí, pero ahora es momento de negociar y ver si podemos conformar gobierno.

Y en estos días, ¿se le ha pasado por la cabeza dimitir?

¿Por qué tendría que dimitir? Si Aragón es la única comunidad fuera de las que se gobiernan que ha creado unas condiciones y es referencia nacional para poder gobernar tanto en Aragón como en las tres capitales. Pues imagínese si tuviese que dimitir yo lo que tendrían que hacer otros.

Y si gobierna el PSOE, ¿lo haría?

¿Pero por qué voy a tener que dimitir? Hemos aguantado el tipo, no ha habido sorpaso y hemos creado unas condiciones para conformar un gobierno alternativo siendo la primera fuerza. Oiga, esta es la realidad, no hay otra. Otra cosa serán los deseos de algunos, si es que los hay.

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