La sangría del PP alimenta la incertidumbre en la batalla por la alcaldía de Zaragoza

Solo cabe templar los nervios o tirarse de los pelos. A falta de 26 días para las elecciones municipales, el resultado de los comicios del domingo abre un escenario tan incógnito, que los cartógrafos medievales difuminarían su contorno y escribirían sobre el mapa ‘aquí hay dragones’. Pero no es un territorio ignoto ni el trono de hierro lo que está en juego sino el sillón de la Alcaldía de Zaragoza, que, pese a estar atornillado al parqué del salón de plenos, parece más en el aire que nunca.

Zaragoza ha seguido la tónica del resto del país y ha castigado al PP con una derrota sin paliativos. La formación que acostumbraba a ganar con holgura en Zaragoza –si bien es cierto que lleva 16 años sin gobernar– ha pasado a ocupar una deprimida tercera posición. Cs se le ha subido a las barbas y le ha sacado hasta 16.875 votos de diferencia. ¿Quién lidera la derecha en la capital? De momento, la respuesta adquiere tonalidades naranjas, aunque en el PP insisten –acaso por no tirar en un mes cuatro años de férrea oposición– en que votar en clave local es otra historia. Y a todo esto, Vox ha emergido con casi 50.000 votos y habrá que ver si mantiene el suflé en su punto álgido o empieza a desinflarse.

En la izquierda hay menos dudas. El PSOE arrasa (gana en ocho de los doce barrios) y Podemos sigue perdiendo fuelle como ha sucedido en cada nueva cita con las urnas desde 2015. La fragmentación con la que concurrirán a las municipales (Podemos, ZEC, Demos+...) puede atomizar a sus votantes, que tras la discutida gestión de Santisteve huyen en desbandada. Los morados han perdido el único feudo que conservaban, el barrio de Torrero, y se les ha escapado por una diferencia muy abultada: 14 puntos porcentuales (3.000 votos) a favor del PSOE. Para más inri, Podemos solo saca en Torrero 54 votos más que Cs.

Aunque hacer extrapolaciones con estos datos es abrir la puerta a la distorsión (habida cuenta de que en mayo sí concurren fuerzas como CHA o el PAR), al alcalde debería preocuparse si se comparan los resultados del domingo con los que ZEC consiguió en mayo de 2015 se ha dejado por el camino 21.600 apoyos.

Un solo distrito azul

Con este panorama parece que se despliega una alfombra roja para Pilar Alegría, pero el aviso a navegantes lo lanzó este lunes Daniel Pérez Calvo, que auguró que el 26 de mayo "Cs tiene oportunidades muy claras de estar en muchas alcaldías". Quizá la de Zaragoza sea una de ellas si suman las derechas. De momento, Cs ha ganado en el barrio de Universidad, aunque casi ha habido que aplicar la foto ‘finish’, pues los naranjas recibieron el respaldo de 14.405 personas y los socialistas de 14.025. El distrito Centro es el único que mantiene el PP, pese a haber caído del 56% de apoyos a un 32%. En el corazón de la ciudad, si se suman los votos de PP, Cs y Vox se alcanzan el 74% de los sufragios. Peor suerte ha corrido el PP en el resto de barrios, dado que el PSOE se adjudica ocho de las doce circunscripciones. Si en las generales de 2016 el mapa zaragozano aparecía teñido de azul, los distritos ‘tradicionalmente obreros’ han vuelto a respaldar a la izquierda.

El descalabro popular es notable en el Actur, Aljafería o Vía Hispanidad, donde pasan a ser cuarta fuerza, o en Las Delicias, donde eran primeros y saltan a la tercera plaza. Por cierto, en el barrio más populoso de Zaragoza, Vox se apunta la friolera de 5.800 votos. Mención aparte merece el caso del barrio rural de Garrapinillos, donde la formación de Santiago Abascal consigue el 16,19% de los votos y es la segunda fuerza solo por detrás del PSOE.

El mapa provincial vuelve a teñirse de rojo

El reparto de los siete escaños de la provincia aún no está cerrado. El PSOE tiene todas las de ganar, pero aún hay un diputado que está pendiente del recuento del correo porque son solo 77 los votos que alejan a Cs de un hipotético segundo escaño. De cualquier forma, el mapa provincial se ha vuelto a teñir casi en su totalidad de rojo, aunque hay pinceladas de todos los colores. Entre otros detalles puede citarse que La Muela y Cadrete son dos de los escasos municipios de España en los que ha ganado Vox (en ambos casos con más del 22% de los sufragios) y que en Villanueva de Gállego la victoria estuvo más que reñida: apenas 6 votos de 2.689 dieron el triunfo a Cs sobre el PSOE. Donde sí hubo un empate total fue en Grisel, con 14 votos para el PSOE y otros tantos para Vox.

En Ejea, patria chica de Lambán y Sumelzo, el PSOE impuso su ley con un 41,69% de apoyos, y aún mayor fue la victoria socialista en Mallén, donde obtuvo el 45,15% de los votos, a más de 30 puntos del siguiente.

Más llamativo es que los socialistas ganaran también en Calatayud con casi el 30% de las papeletas: el PP bilbilitano pasa del 40 al 23%, pierde 1.500 votos y, para colmo de males, el actual alcalde, José Manuel Aranda, se queda fuera de sus aspiraciones de ir al Senado.

En Tarazona, donde Beamonte es alcalde, los resultados también dan un revolcón al PP: el PSOE le arrebata con contundencia el liderazgo y le saca 10 puntos porcentuales.

En Tauste, la pugna estuvo más disputada pero también cayó del lado de los socialistas por 122 votos de diferencia, mientras que en Cuarte de Huerva el PP pasa de ser la primera fuerza a ocupar el cuarto puesto, por la pujanza –por este orden– de Cs, Vox y el PSOE.

Significativo es el caso de Pozuel de Ariza, donde ha ganado Podemos con el respaldo del 50% del electorado, que se traduce en 9 votos.

Consulta aquí las últimas noticias sobre las elecciones generales de 2019.