sanidad

El Hospital Provincial de Zaragoza refuerza su vigilancia tras la agresión a dos auxiliares de enfermería

Más de un centenar de personas se han concentrado este martes ante las puertas para condenar los incidentes y pedir más medidas de seguridad.

El hospital Nuestra Señora de Gracia (Provincial) de Zaragoza ha reforzado su servicio de vigilancia, que ha pasado de dos a tres guardias de seguridad en cada uno de los turnos de mañana, tarde y noche, tras las agresiones sufridas por dos auxiliares de enfermería la noche del domingo a manos de algunos integrantes de una familia que tiene allí ingresado a uno de sus miembros. Más de un centenar de personas se han concentrado este mediodía ante las puertas del centro hospitalario para condenar los hechos, mostrar su indignación por lo ocurrido y reclamar más medidas de seguridad en el ámbito sanitario.

El director del Hospital Provincial y Royo Villanova, José María Arnal, ha señalado que este incremento del número de agentes va a contribuir a que los profesionales “se sientan seguros y más acompañados” y va a permitir que su presencia sea más continuada en los distintos servicios y plantas de las instalaciones. De momento, esta ampliación del número de vigilantes se va a mantener durante un tiempo, que no ha concretado, aunque Arnal también ha matizado que en el caso de Nuestra Señora de Gracia no cree que sean precisas “más medidas excepcionales”. Antes de dar a conocer esta novedad, ha mostrado la “absoluta repulsa” ante lo sucedido que ha calificado de “inconcebible” porque “no cabe la cabeza de nadie que se pueda agredir a las personas que te cuidan”.

Acerca de cómo se encuentran las dos auxiliares de enfermería que recibieron patadas, puñetazos y tirones de pelo apuntó que ambas se encuentran de baja y que, más allá de las lesiones físicas que puedan padecer, el “daño moral” que han sufrido “va a ser irreparable porque les va a acompañar siempre”. Un celador que también se vio implicado en los incidentes también tuvo que abandonar su puesto de trabajo por un ataque de ansiedad. Arnal ha recalcado que el tema ya está “en manos de la justicia” y que van a contar con todo el “asesoramiento jurídico” que precisen por parte de la Administración.

"Nos sentimos amenazados"

Entre el más de centenar de asistentes a la concentración, que se ha prolongado durante media hora y ha abarrotado de gente la entrada al establecimiento hospitalario, había personal tanto del Hospital Provincial como del Royo Villanova además de algunos pacientes que se han sumado a la protesta al entrar o salir de las instalaciones. Los participantes portaban carteles en los que abundaban los lemas de ‘Stop agresiones’ y ‘No más agresiones’, además de otros letreros más originales que resumían el sentir general: ‘Si no me siento seguro no puedo trabajar’.

Al malestar y el miedo latente entre los profesionales sanitarios le ha puesto voz la geriatra Beatriz Gamboa, vicepresidenta del sindicato Cemsatse, que trabaja en la misma planta en la que se produjo la agresión aunque no la presenció. “La inseguridad de los profesionales es palpable, porque nos sentimos amenazados y hasta que no sucede una cosa de estas no te das cuenta de la extensión que puede tener”, ha lamentado. Asimismo, ha discrepado de las valoraciones del director del Provincial, y ha recalcado que los ataques son cada vez más “habituales”, sobre todo las verbales por parte de los familiares de los enfermos.

Según datos del Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón, que insiste siempre en la necesidad de que los profesionales notifiquen estos hechos, en 2018 se registraron en esta Comunidad Autónoma 253 casos de agresión, de los que el 69% fueron verbales y el 67% se produjeron en los hospitales. Es decir, la Comunidad registra una media de dos agresiones cada tres días y entre cuatro y cinco cada semana.

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