EMPLEO

Los trabajos en los que apenas hay hombres

Limpieza y cuidados son sectores mayoritariamente femeninos, en los que van entrando hombres muy poco a poco.

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Personal de cocina y monitores de comedor, mujeres y hombres, de un colegio de Zaragoza.
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Hay profesiones tan altamente feminizadas que se habla del personal en femenino: las matronas, las monitoras de comedor, las limpiadoras, las profesoras de Infantil... También hay hombres en estos sectores pero son tan pocos que el lenguaje popular casi no los tiene en cuenta. El mercado laboral sigue marcado por una fuerte segregación por sexos, con ocupaciones donde las mujeres son inmensa mayoría (las relacionadas con los cuidados y la limpieza, fundamentalmente) y otras donde están infrarrepresentadas (ingenierías o investigación), como han destacado diversos informes con motivo del Día de la Mujer.

Esta semana se publicaba en el BOA el listado de personas que han aprobado la plaza "de enfermero/a especialista matrón/a" del Servicio Aragónes de Salud. De 22 personas, todas son mujeres. También hay hombres matrones trabajando en Aragón, aunque son minoría. En el Colegio de Enfermería de Zaragoza hay colegiadas 184 personas en la especialidad de matrón o matrona: 172 mujeres y 12 hombres.

"Hay ocupaciones fuertemente feminizadas, como las relacionadas con la salud y el cuidado de las personas (cerca de 80% de mujeres), la enseñanza (70%), la restauración (60%), el comercio y la atención al público en oficinas. Por el contrario, la presencia de mujeres es prácticamente testimonial en la construcción (1%) y en el sector de operadores de maquinaria móvil (4%). Estos datos ponen de manifiesto la fuerte segregación sexista del trabajo, que sigue manteniendo el patrón ancestral de la atribución de roles sexistas a mujeres y hombres", destaca el informe '8 de marzo' de UGT.

"Esta división tiene un claro componente cultural. Cuando las mujeres acceden al mundo laboral lo hacen en las ocupaciones que tradicionalmente venían desempeñando en el ámbito privado, como son las tareas de cuidados y la educación, y en ocupaciones peor valoradas y retribuidas. El empleo doméstico es uno de los mejores ejemplos. El 95% de los trabajadores de este sector son mujeres y muchas, inmigrantes, con malas condiciones laborales", señala Pura Huerta,  secretaria de Formación y Empleo de UGT Aragón.

Pocos maestros de Infantil

La brecha de género continúa en la universidad. En la mayoría de las ingenierías de la Universidad de Zaragoza, el porcentaje de mujeres no llega al 20%. En el otro extremo, los hombres son minoría en el grado de Enfermería (18%) y en el de Magisterio en Educación Infantil (5%). En el grado de Educación Primaria no hay tanta diferencia: 62% mujeres y 38% hombres.

Jorge Casbas, maestro de 34 años, es uno de los que quiere romper esta brecha de género. Tiene la carrera de Magisterio en Educación Física, ha trabajado con niños pequeños en una ludoteca y como educador social, y ahora está preparándose la oposición de Educación Infantil. "Me gusta mucho trabajar con niños pequeños. La etapa de 3 a 6 años es apasionante, los niños son esponjas y aprenden mucho. No sé por qué no hay más hombres en esta etapa. Es muy vocacional, hay que tener mucha paciencia", afirma.

Los monitores de comedor

En las cocinas y comedores de los colegios también hay aún una gran brecha de género. La inmensa mayoría del personal de cocina y de monitores de comedor son mujeres. "En Aragón hay unas 1.500 monitoras de comedor y apenas una veintena de hombres. Este trabajo surgió como un complemento salarial a la economía doméstica y empezaron a trabajar muchas mujeres que lo hacían compatible con el cuidado de sus hijos. Trabajan unas 2,5 horas de media al día. Los hombres buscaban salarios más altos y jornadas más largas. En los últimos años se han incorporado chicos jóvenes, estudiantes o chicos que lo complementan con otras actividades", afirma Ana Royo, representante del colectivo de monitoras de comedor.

"Hace unos tres o cuatro años decidimos hacer una apuesta por contratar a chicos para las cocinas y comedores. Nos parecía que había una gran desigualdad y no era justo. La respuesta ha sido muy buena: los chicos trabajan muy bien y se han adaptado muy bien a los colegios", explican desde la empresa de catering Combi, que gestiona varios comedores escolares de Zaragoza.

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