Un 20% de los aragoneses tienen unos gastos “demasiado altos” en su consumo energético

Aunque el porcentaje de hogares que sufren pobreza energética tiende a la baja, aún siguen siendo muchos los que gastan más de lo recomendado.

Hogares con energía...frente a la pobreza energética
Hogares con energía...frente a la pobreza energética

Durante el tramo más duro de la crisis económica se puso el foco en un fenómeno que hasta entonces había pasado desapercibido. Miles de familias solo en Aragón tenían problemas para mantener al día sus gastos en suministros como electricidad, agua o gas, descubriendo para muchos la denominada pobreza energética.

La mejora de la economía y del empleo ha hecho que este problema  haya tendido a la baja. Sin embargo el precio alcista de algunos servicios básicos como la luz o el encarecimiento, en ocasiones vía impuestos, de otros como el agua, han hecho que este panorama no acabe de despejarse.

El último informe que analiza en profundidad la estabilización de la pobreza energética cifra que un 20% de los hogares aragoneses cuentan con unos gastos en luz y gas desproporcionadamente altos en contraposición a la renta que ingresan cada mes. Extrapolando al número de viviendas, esta situación afecta a unos 260.000 aragoneses. El estudio, realizado por la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA) con datos del Instituto Nacional de Estadística y de Eurostat marca también que este porcentaje de población ha aumentado ligeramente desde 2012, cuando era del 19%.

Aragón tiene no obstante mejores datos que la media española en otros indicadores. Por ejemplo, en la Comunidad un 6% de los hogares tienen gastos de energía o gas inusualmente bajos -porcentaje que en España es del doble- situación que se asocia al ahorro forzado por mantener apagados varios electrodomésticos, y apenas un 3% de las familias aragonesas aseguran que no pueden mantener una temperatura adecuada en casa, un cifra que el conjunto del país se eleva al 10%.

“Los indicadores en materia de consumo de energía siempre se suelen prestar a una doble lectura. Por ejemplo, las personas que tienen un consumo bajo puede deberse a un ahorro forzoso pero también a que han conseguido un gasto eficiente. Por eso nosotros nos guiamos por los indicadores del Observatorio Europeo de la Pobreza Energética”, explica José Luiz López, director de ACA.

 

En su análisis, la ACA incluye que en Aragón se da una situación que también hay que tener en cuenta. “En todas las regiones con climas extremos, de frío en invierno y calor en verano, el porcentaje de hogares que gastan en suministros más de lo recomendable en función de su renta es un poco más elevado. Esto es normal debido a la necesidad de usar tanto calefacción en invierno como aire acondicionado en verano”, señala.

Utilizar más de un 12% de los ingresos en pago de suministros ya se considera una situación de riesgo

Pese a esto, “los datos nos dicen que existe cierta cronificación del gasto en energía y suministros que si bien en algunos casos no puede considerarse pobreza energética, si que expone a muchos ciudadanos a situaciones de riesgo”, comenta López.

Según los baremos de su observatorio, se considera que un hogar que emplea más de 12% de su renta mensual en el pago de suministros ya empieza a entrar en un terreno donde asegurar estos servicios básicos comienza a hacerse complicado. Como ejemplo, un hogar que ingresa 2.400 euros al mes entre todos sus miembros, entraría en esta clasificación si dedicara 288 euros o más al pago mensual de sus recibos de agua, luz y gas. Para una persona que cobre el Salario Mínimo Interprofesional (735,9 euros al mes) y viva sola, este gasto límite quedaría fijado en 88,3 euros.

La luz sigue subiendo a pesar de que los embalses están llenos

Durante 2017 el precio de la electricidad se incrementó cerca de un 30% debido a la falta de agua. La sequía obligó a cubrir la demanda con carbón y gas, sistemas más caros, que elevaron la factura. Sin embargo, a pesar de las lluvias, este mes de mayo el precio de la factura eléctrica siguió subiendo un 2% con respecto al año pasado, y casi un 13% en lo que va de mes, según los datos de Red Eléctrica Española.

“El precio de la luz en España lo marca en el mercado la última tecnología más cara que entra. Así las cosas, con el petróleo al alza, lo que también dispara el precio del carbón o el gas, estas tecnologías aunque ahora se usen muy poco porque hay agua embalsada disparan el coste”, explica López, que recuerda que Europa está en proceso de tramitación de una normativa que obligará a los estados miembros a tratar de corregir de forma más precisa los desequilibrios y situaciones de riesgo que se dan derivados del pago de suministros, y que mientras tanto recuerda “la importancia de estar informado, conocer nuestros consumos, saber si podemos rebajar nuestra potencia eléctrica o adherirnos a algún plan de consumo por horas, así como consultar los planes de las diversas empresas comercializadoras que hay actualmente en el mercado”, señala.

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