Aragón bate el récord de erasmus en sus 30 años de programa

Italia es el destino más repetido. Lo mismo ocurre entre aquellos que vienen al campus público aragonés.

Entrada al campus de la Universidad de Zaragoza
Entrada al campus de la Universidad de Zaragoza
Guillermo Calahorra

La tendencia se consolida y, por segundo año consecutivo, más de un millar de alumnos de la Universidad de Zaragoza deciden irse un tiempo al extranjero para completar sus estudios. De hecho, según los datos facilitados por el campus público aragonés, en el curso 2017-2018, un total de 1.051 aragoneses harán las maletas para estudiar durante un semestre o un año completo en algún país europeo. Estas cifras son ligeramente superiores a las del curso pasado, cuando 1.008 estudiantes participaron en el programa Erasmus, que este año celebra su 30 aniversario.

“Estamos teniendo un crecimiento sostenido y una de las razones fundamentales es que los jóvenes cada vez están más concienciados de que la movilidad es importante en la formación universitaria”, explica María Villarroya, directora de Secretariado de Internacionalización de la Universidad de Zaragoza. Asimismo, detalla que esta decisión no es sencilla: “Significa salir de la zona de confort, estar alejado de la familia, de los amigos y seguramente desenvolverte en un idioma y una cultura diferente”. “La implantación del bilingüismo desde infantil también ayuda a eliminar alguna de las barreras que supone irte a otro país”, puntualiza. Una cuestión que llegará a su máximo exponente en los próximos diez años.

Villarroya pone el foco en la amplia red de universidades con las que el campus público trabaja: "En ocasiones, los alumnos se van a universidades que están mejor situadas en los ránquines internacionales”. Del mismo modo, destaca la ligera recuperación de algunas ayudas económicas: “En muchos casos, la situación económica puede determinar que un alumno se pueda ir o no; por ello, que suban mínimamente las cuantías, que las den a tiempo o que puedan abarcar más meses también influye”.

Las ayudas complementarias a Erasmus+ y otros programas de movilidad del Gobierno de Aragón tienen importantes cambios. A partir de este año, los estudiantes cobrarán el 75% cuando estén realizando la estancia y el 25% restante al finalizarla. En años anteriores la cuantía concedida se recibía con cierto retraso y, por lo tanto, eran las familias las que tenían que adelantar este dinero. Además, el presupuesto de 2017 es de 100.000 euros más que el pasado, llegando a los 377.206 euros; por lo que se espera que haya unos 230 beneficiarios.

El destino favorito de los aragoneses es Italia. De hecho, el 25% de los estudiantes se decantan por este país. Seguidamente y con bastante distancia se encuentra Francia, con más de un centenar de alumnos de Universidad de Zaragoza. Polonia (89), Portugal (85) y Alemania (80) son los otros lugares más demandados para estudiar durante un periodo de tiempo.

Menos extranjeros de Eramus

Los datos provisionales muestran un ligero retroceso en el volumen de estudiantes extranjeros que se decantan por el campus público aragonés para cursar un año o un semestre. Hasta octubre, habían llegado a las clases un total de 547 jóvenes, mientras que el año anterior para estas fechas eran 591, lo que supone 44 menos. No obstante, desde la Universidad de Zaragoza recuerdan que esta cifra solo engloba a aquellos que ya han llegado y, por lo tanto, no contabiliza a los que van a estudiar solo durante el segundo semestre. Por ejemplo, el año pasado finalmente se llegó a 725, un centenar más de los que había a principios de curso. 

Atendiendo a la demanda de los estudiantes extranjeros, el campus público aragonés está implantando el inglés en parte de la docencia. "Es un programa piloto, que se oferta en determinadas asignaturas y carreras", recalca Villaroya. Por ejemplo, este año, aquellos erasmus que se han matriculado en Matemáticas pueden cursar hasta un semestre entero en inglés. En Administración y Dirección de Empresas (ADE) también existe una oferta similar. Al mismo tiempo hay asignaturas 'english friendly', lo que supone que el examen y los materiales son en inglés, aunque las clases se imparten en español.

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