Operación bikini: Una autopista de peaje hacia un peso temporal

El 55% de los españoles gastan una media de 151 euros extra al mes cuando están a dieta.

Los usos de las piscinas (en la fotografía, la de San Jorge, ayer) está  batiendo récords en este mes de julio.
Piscinas de San Jorge en Huesca en veranos anteriores
javier broto

A falta de 20 días para que se abran las piscinas y con el verano a la vuelta de la esquina, vuelve a la palestra el inevitable tema de todas las primaveras: la operación bikini. Según un estudio de la Fundación para la Diabetes, el 47,45% de la población aragonesa actual tiene sobrepeso. En esta época del año, además, el bombardeo de imágenes de increíbles modelos en bañador vienen a incrementar la presión en torno a la imagen personal e incitan a querer revertir de forma rápida los excesos cometidos durante el año.


La última encuesta al respecto elaborada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) refleja que el factor psicológico es fundamental para explicar el triunfo de las dietas milagro y los productos adelgazantes en las semanas previas al verano. Según este estudio, el 73% de las mujeres y el 54% de los hombres tienen un peso superior al que desearían, lo que convierte a un amplio colectivo en vulnerable ante las dietas y remedios que prometen ser eficaces, fáciles y rápidos.


Este mismo estudio de la OCU revela que el 55% de los españoles gastan una media de 151 euros al mes cuando están a dieta. Las mujeres son más dadas a recurrir a dietistas privados, tratamientos de medicina estética y productos adelgazantes; mientras que los hombres tienden a suplementos nutricionales, productos alimenticios muy específicos y cuotas de gimnasio... Todo vale y todo suma con tal de llegar al verano con el peso deseado.


A. H., una zaragozana de 24 años, reconoce haber empezado hace unas semanas las visitas a un nutricionista privado. La primera consulta le costó 50 euros, las siguientes casi 30 y acude una vez a la semana para pesarse y que le fijen un nuevo menú. M. P., otra zaragozana de 29, se ha apuntado a una conocida cadena para adelgazar. Las consultas duran diez minutos y son gratuitas pero cada semana hace un desembolso obligatorio de entre 15 y 30 euros en productos de su tienda. Su caso no es el más extremo, C. I., otra mujer de 29 años, gasta una media de 200 euros al mes en productos adelgazantes y suplementos de la misma firma. Otras medidas más extremas, como la mesoterapia y otras formas de reducir la grasa corporal, se ofrecen en estas fechas en bonos de varias sesiones que superan los 500 euros, mientras que los hombres que quieren ganar masa muscular de cara al verano pueden gastarse en torno a los 30 euros diarios (300 euros mensuales) en suplementos y productos con dudosas consecuencias para la salud a largo plazo.


Sin duda existen muchas enfermedades relacionadas directa o indirectamente con los malos hábitos alimenticios y el sobrepeso, pero el 90% de los encuestados por la OCU reconoció ponerse a dieta no por motivos de salud, sino para "sentirse bien consigo mismo" y además un 17% confirmó hacerlo únicamente para mejorar su aspecto de cara al verano. La operación bikini suele llevar asociados unos objetivos muy concretos de kilos a perder en un margen de tiempo específico, lo que propicia las dietas restrictivas o poco equilibradas que suponen una reducción brusca de la ingesta de calorías.


La doctora Rocío Mateo Gállego, nutricionista del Hospital Miguel Servet e investigadora del grupo de Lípidos y Arteriosclerosis del IIS Aragón considera "oportuno y necesario" plantearse un objetivo siempre y cuando sea "razonable y alcanzable" a corto plazo, pero insiste en que no sirve de nada marcarse metas imposibles que hagan de la pérdida de peso un "proceso frustrante". Respecto a las dietas que especifican las cantidades de cada alimento, opina que "es la única forma de que la persona tome conciencia de la cantidad que, según sus condiciones fisiológicas, debería ingerir de forma saludable" aunque incide en que "no se trata de obsesionarse", sino de ser consciente de lo que nuestro cuerpo necesita.


La doctora alerta además del efecto rebote que provocan las dietas milagro imposibles de mantener a largo plazo y advierte de que "no se trata de llevar unos hábitos insufribles durante un tiempo", sino de emprender un proceso de cambio y de aprendizaje de hábitos nuevos. A juicio de esta nutricionista, no existe una dieta exitosa que no esté basada en la fuerza de voluntad a largo plazo, combinada con una dieta equilibrada y variada y algo de ejercicio físico.

De cara al verano, la Dr. Rocío Mateo ofrece algunas claves para las personas preocupadas por su peso:


* Aprovechar la temporada estival para comer productos bajos en calorías, como ensaladas, preparados de verduras como el gazpacho (con poco aceite) y frutas (como la sandía).

* Sustituir las bebidas alcohólicas, tan consumidas en esta época en terrazas y locales vacacionales, por refrescos bajos en calorías.

* Beber mucha agua, esencial para hidratarnos y que nos puede ayudar a saciarnos.

* Consultar siempre con algún profesional sanitario que le oriente acerca de las cantidades de alimentos que debería tomar, adaptado a su situación fisiológica.

* Realizar una alimentación basada en frutas, verduras, alimentos ricos en fibra, carnes magras y pescado.

* Reducir proporcionalmente la cantidad de comida que ingiere en cada comida y plato.

* Realizar ejercicio físico diariamente, caminando o haciendo algún ejercicio ligero casi a diario y hacer algún otro de mayor intensidad (como correr, bicicleta o jugar al paddle) al menos 1-2 días a la semana.

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