Tras dos años interviniendo la Federación de Industria y Agroalimentaria de UGT en Aragón, la comisión gestora designada desde la central del sindicato en Madrid ha constatado que en sus cuentas faltan cantidades de dinero adeudadas por la empresa Fonfría siglo XXI, una sociedad que se encuentra actualmente en liquidación y que fue administrada por antiguos sindicalistas ligados a UGT-Aragón, organización a la que prestó distintos servicios.

La comisión gestora se hizo cargo de la Federación de Industria de UGT-Aragón (una de las patas más importantes del sindicato, que llegó a tener hasta 9.000 afiliados en la Comunidad) en diciembre de 2012, cuando Madrid detectó “obstáculos” por parte de sus antiguos líderes aragoneses a la hora de rendir cuentas.

Según fuentes del sindicato, se realizó una auditoría externa que dio como resultado que en las cuentas de Fitag-Aragón faltaban “más de 150.000 euros” en movimientos realizados con Fonfría siglo XXI entre los años 2010 y 2012, el último de ellos por valor de 47.000 euros. Las cantidades no han sido confirmadas por la presidencia de la comisión gestora, que no obstante sí que confirmó a Heraldo.es que tras esta auditoría, y mediante un requerimiento notarial, se constató que “Fonfría siglo XXI debe una serie de cantidades al sindicato”.

Ante esta situación, y sabiendo que la empresa se encuentra en proceso de liquidación, desde la central de Fitag se plantean interponer una demanda a Fonfría siglo XXI para que devuelva estas cantidades que le habrían sido transferidas desde el sindicato, por motivos que no pudo demostrar en el requerimiento notarial. De estas cantidades, parte vienen por el traspaso de pagos de no afiliados sin que existiera registro ni autorización de la Federación estatal para establecer esta relación mercantil. “El asunto está en manos de nuestros abogados para saber cuál es la mejor opción a seguir para recuperar el dinero”, explica José Carlos Ruiz, secretario del Sector Químico de Fitag estatal y actual presidente de la gestora que administra esta federación de UGT en Aragón.

La aparición de Fonfría siglo XXI en las cuentas de Fitag-Aragón fue uno de los motivos que llevó a finales de 2012 a la central del sindicato a intervenir esta federación de UGT en Aragón, debido a que los responsables sindicales de Madrid concluyeron que existía un "entramado claramente confuso" tras revisar la contabilidad requisada y copiada de los ordenadores de la sede de Zaragoza, según adelantó HERALDO al producirse estos hechos.

Al llegar la gestora al cargo, los miembros de la anterior cúpula de Fitag-Aragón fueron destituidos por no cumplir "con las responsabilidades y funciones organizativas y económicas" y por "obstruir" la investigación interna. La ejecutiva federal tomó la decisión al detectar "divergencias" en la documentación económica y la contratación de Fonfría, que no tenía la preceptiva autorización para trabajar como proveedora del sindicato.

Esta empresa guarda además un estrecho vínculo con la cúpula sindical que entonces estaba al cargo. Todos los administradores de Fonfría siglo XXI que aparecen en el registro mercantil tuvieron alguna relación con el sindicato. Entre ellos se encuentra José Antonio Cid, secretario general de Fitag-Aragón hasta ser destituido y posteriormente expulsado por la gestora, y antiguo Consejero de Industria durante el gobierno de José Marco, que aparece en el registro mercantil como administrador mancomunado de Fonfría entre agosto de 2007 y octubre de 2008, algo que para los miembros de la gestora ya supone por sí mismo “una ruptura de los estatutos” de la organización. No obstante, cabe aclarar que los movimientos que originaron la investigación por parte de la comisión Federal de UGT no se produjeron mientras Cid tenía cargos en esta empresa. Además del antiguo secretario general, también figuran como administradores de esta sociedad en distintas etapas otras cuatro personas que formaban parte de la administración de Fitag antes de que fueran destituidos por la gestora.

Fonfría siglo XXI fue creada en el año 2006 como una empresa constructora, si bien una sentencia del TSJA la describe como una “empresa instrumental” de FIA (antecesora de Fitag-Aragón) creada “para hacer frente a la declaración tributaria de ingresos en concepto de IVA recaudado por los servicios que prestaba a los no afiliados y dotar de empleo a los trabajadores del sindicato”. En 2008 cambió su objeto social al de "asesoramiento económico, laboral y sindical, impartición de cursos de formación y promoción y construcción de todo tipo de obras", momento a partir del cual firmó varios contratos con el sindicato, realizando servicios para no afiliados, como un curso de formación realizado en la localidad de Martín del Río (en la Comarca de las Cuencas Mineras) a comienzos del 2011.