Huelga de monitoras

Cuatro días de desconcierto en los comedores escolares

La falta de acuerdo entre monitoras y patronal trajo consigo una semana de paros en los comedores escolares tras la huelga indefinida convocada a principios de semana por las trabajadoras.

Comedor del CP Puerta Sancho, este miércoles
Tercer día de desconcierto en los comedores escolares
OLIVER DUCH

La falta de acuerdo entre monitoras y patronal respecto a las condiciones de su convenio colectivo desembocó en una primera semana lectiva con paros en los comedores escolares que afectaron a unos 20.000 alumnos en todo Aragón.


Desde FAPAR, aunque declararon comprender la situación de las trabajadoras, lamentaron profundamente el "perjuicio" causado por el conflicto que sembró de nuevo el desconcierto en los colegios, donde entre directores, profesores y alumnos se organizaban a la hora de comer para atender a los más pequeños en ausencia de las monitoras.


"En el C. P. Hilarión Gimeno sabemos que el equipo directivo ha echado una mano porque ha habido 400 niños con dos monitoras solo que han entrado de las 17 que somos", contaba en una concentración de monitoras Alicia Rivas, trabajadora del centro. "En el colegio Jerónimo Blancas han cogido a los niños mayores para ayudar a los pequeños, pelarles la fruta y darles de comer, pero si mañana no hay servicios mínimos no sé cómo estará el tema...", apuntaba Elisa Cuartero, otra monitora.


La asistencia de monitoras durante la huelga -señalaron desde FAPAR- fue "muy diferente" en los colegios de la capital aragonesa. Y mientras en algunos se respetaron los servicios mínimos pactados, en otros la ausencia de monitoras obligaba a los padres a organizarse con familiares, vecinos y amigos. "Esta primera semana hemos hecho maravillas. Hay quien ha dejado de trabajar para atender a su hijo y otros, en apoyo a la situacion, no han dejado a los hijos al comedor por no generar más problema, pero ya no podemos seguir así", contaba Juan Ballarín, presidente de FAPAR, temiendo un nuevo fracaso de las negociaciones que volvió a producirse este viernes.


De esta forma, mientras los centros educativos y las familias se organizaban para mantener la normalidad en los comedores, las trabajadoras se manifestaban por sus derechos laborales y se desplazaban a la sede de Educación en repetidas ocasiones para exigir la implicación de la DGA, que reiteró su "voluntad de mediar" entre ambas partes. El acuerdo, aún así, no llegó y la crispación de las trabajadoras llevó a un grupo de personas del comité de huelga a irrumpir este jueves por la tarde en el Departamento de Educación para exigir -sin éxito- una reunión con su consejera.


Finalmente, la patronal y los representantes sindicales de las trabajadoras volvieron a reunirse este viernes, de 10.00 a 20.00, en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA), donde se produjo un nuevo fracaso de las negociaciones. La huelga de monitoras se mantiene, por tanto, en los centros educativos aragoneses, a la espera de la reunión convocada por el sector este lunes, a las 10.00, en el centro Pignatelli para valorar todo lo acontecido en esta semana de paros.