Valle de Tena: aventuras sin límites en plena naturaleza

Escalada, vías ferratas, parques multiaventuras, rutas en BTT e infinitos senderos donde perderse mientras se disfruta de una buena caminata, rodeados de una exuberante naturaleza. El valle de Tena es un auténtico paraíso para los enamorados de los deportes y la aventura. Gracias a su ubicación, en pleno corazón del Pirineo aragonés, este rincón de la provincia de Huesca es todo un referente no solo a lo largo de la estación invernal, sino también durante el resto del año.

Entre sus múltiples propuestas es posible disfrutar de la tirolina doble más larga de Europa, situada en Hoz de Jaca y que permite volar sobre un paisaje nevado; pasear por el parque faunístico La Cuniacha, situado en el término municipal de Piedrafita de Jaca; o disfrutar de divertidas actividades en familia en el espacio Biescas Aventura, ubicado en plena naturaleza.

La esencia del románico

Pero no todo es turismo de aventura en el valle de Tena. Los amantes de la historia y el patrimonio cultural encuentran en esta zona uno de los conjuntos arquitectónicos más sobresalientes de Aragón, la conocida como Ruta del Serrablo.

Son catorce iglesias, que se sitúan en la margen izquierda del río Gállego y que fueron levantadas entre los siglos X y XI. Magníficos ejemplos del arte románico-lombardo, entre los que destacan la ermita de San Bartolomé de Gavín o la parroquial de San Martín, en Oliván.

Otros lugares de visita obligada son el museo de dibujo 'Julio Gavín', en Larrés, o el etnológico 'Ángel Orensanz', en Sabiñánigo, donde se encuentra la huella del pasado de este privilegiado valle.

Relax

Después de una intensa jornada toca el momento de relajarse. En el valle cuentan con tres instalaciones con zonas de agua y relax. Son el balneario de Panticosa, el ‘spa’ Aguas Limpias de Sallent de Gállego y las instalaciones deportivas La Paul, en Panticosa.