Aragón cuenta con más de 80 conexiones semanales ferroviarias de carga con Barcelona, Valencia y Bilbao, cerca de una veintena de vuelos de carga con la misma periodicidad y una red viaria que mueve cientos de miles de vehículos al mes. Cifras a las que hay que añadir la presencia de 430 empresas y 13.000 trabajadores de las principales plataformas logísticas.

Razones todas estas que convierten a Aragón en una gran fortaleza desde el punto de vista logístico y en todo un referente en Europa, punto de destino de muchos de los intercambios comerciales.

Conscientes de este importante papel y esta gran responsabilidad, el Ejecutivo regional ha puesto en marcha Aragón Plataforma Logística (APL), que definen como «una apuesta de oferta conjunta de todos los activos logísticos de la Comunidad Autónoma, tanto desde el punto de vista de suelo disponible de primera calidad como de sus servicios punteros a las empresas del sector, así como de formación de alta cualificación», según se recoge en su web www.aragonplataformalogistica.es, donde hay una amplia información sobre este sector, así como un buscador de parcelas único de las principales plataformas.

Zona franca

 Además, y según datos publicados recientemente, el Gobierno de Aragón tiene previsto plantear la creación de una zona franca para reafirmar su posición como referente logístico.

Así se refleja en el estudio del profesor universitario Eduardo Sanz-Arcega, profesor de la Universidad de Zaragoza y colaborador de la Fundación Basilio Paraíso, publicado en el último número de la revista ‘Economía Aragonesa’, que edita Ibercaja, y donde destaca que la capital aragonesa reúne las condiciones suficientes para solicitar al Gobierno central la creación de una zona franca, que traería consigo importantes ventajas aduaneras y tributarias para las empresas y el intercambio de mercancías.

Para justificar este significativo paso, se destaca la posición estratégica de Aragón, convertida en el centro del hexágono formado por Cataluña, el País Vasco, Comunidad Valenciana, Madrid y el suroeste de Francia, con localidades como Burdeos y Toulouse. Un epicentro de un mercado que aglutina 30 millones de consumidores.

Y a esto hay que añadir que Aragón cuenta con suficiente superficie para poder implantar otras iniciativas empresariales que se sumen a las ya existentes. 

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