en colaboración con turismo de aragón

¿Has probado ya el turismo zen en la provincia de Zaragoza?

Balnearios, hospederías, monasterios o rutas del vino son opciones muy reconfortantes para escaparse estos días, en plena época otoñal.

Paraje natural en torno al Monasterio de Piedra, en Núevalos, uno de los enclaves turísticos más visitados de Aragón.
Paraje natural en torno al Monasterio de Piedra, uno de los enclaves turísticos más visitados de Aragón.

Quedan demasiado lejos los recuerdos de las pasadas vacaciones?, ¿ha sido especialmente intensa la entrada en el último trimestre del año?, ¿hay algo que celebrar o se ha quedado pendiente alguna fecha señalada? Tanto si la respuesta es afirmativa como si no, seguro que ha llegado la hora de darse un respiro y vivir experiencias que ayuden a apartarse del frenético día a día.

Especialmente recomendable para los que viven en la ciudad es escaparse a disfrutar de la naturaleza y contemplar su esplendor otoñal. Así, a tan solo unos kilómetros de la capital aragonesa, es posible encontrar auténticos vergeles donde pasear y llenar los pulmones de aire puro, como el Monasterio de Piedra. Igualmente, recorrer el ámbito rural de la provincia es infalible para disfrutar de la tranquilidad y el silencio deseados, además de ser un plan perfecto para descubrir joyas del patrimonio histórico y cultural de cada territorio. Dentro de este capítulo monumental, destacan los monasterios, conjuntos arquitectónicos que transmiten una paz imposible de encontrar en otro enclave. La magnificiencia de otras épocas y su condición de destino para el retiro espiritual hacen de estas visitas a los cenobios zaragozanos unas experiencias reconstituyentes y casi terapeúticas. En muchos de ellos, el legado artístico es digno de tener en cuenta, como ocurre en la Cartuja de Aula Dei, donde se albergan las pinturas murales de Francisco de Goya.

Por supuesto, las estancias en los balnearios siguen siendo las más solicitadas dentro del turismo del bienestar para huir del ritmo cotidiano. En Zaragoza, son seis los centros termales que ofrecen sus servicios para cuidar cuerpo y mente.

Y para terminar, no hay que pasar por alto los placeres que brinda la gastronomía: desde los restaurantes con estrella Michelín hasta la cocina tradicional de los pueblos más recónditos, pasando por las actividades de las rutas del vino de la zona.

Múltiples planes para disfrutar de la vida tranquila

Lo difícil es decidir que ha llegado el momento de regalarse un descanso de calidad, después solo es cuestión de fijar un par de días y decantarse por la alternativa de ocio y relax que más se ajuste a nuestras preferencias. A este respecto, hay mucho donde elegir en la provincia de Zaragoza, de manera que no faltan excusas para escaparse de la capital.

Una de las que más tirón tiene es la de procurarse algún que otro tratamiento corporal y terapeútico en uno de los seis balnearios del territorio, mientras se goza de los efectos termales del agua. La comarca de la Comunidad de Calatayud concentra la oferta del territorio zaragozano, con bellos entornos formados por sierras, valles y barrancos y experimentados establecimientos. En el municipio de Jaraba, están Sicilia, Serón y La Virgen; en Alhama de Aragón, Termas Pallarés y Balneario Alhama, y por último, el balneario de Paracuellos de Jiloca en la localidad que le da nombre.

Balneario de Paracuellos de Jiloca, en la Comunidad de Calatayud,
Balneario de Paracuellos de Jiloca, en la Comunidad de Calatayud,

Más establecimientos se conciben como un remanso de paz sin salir de la provincia. Son las hospederías, edificios históricos convertidos en alojamientos que ofrecen un servicio turístico de calidad basado en la tranquilidad del entorno y en la buena mesa. El Mesón de La Dolores en Calatayud, el Monasterio de Rueda en Sástago y la hospedería de Sádaba son los ejemplos que se hallan en territorio zaragozano.

No hay duda de que los cenobios son el perfecto paradigma del retiro, practicado durante años por sus principales inquilinos: los monjes. Acercarse a conocer el monasterio de Veruela implica internarse en el corazón del Moncayo y posibilita recorrer el Parque Natural y descubrir el sorprendente hayedo, uno de los más meridionales de Europa, que en esta época destaca por su gran riqueza multicolor.

Otro de los paseos más relajantes de la provincia se encuentra, sin duda, en el entorno del Monasterio de Piedra, uno de los enclaves turísticos más visitados de Aragón. Cascadas, grutas y espectaculares saltos de agua conviven en un vergel que rodea el monumento fundado por los monjes cistercienses.

Muy cerca de la urbe, en el barrio rural de Peñaflor, se localiza uno de los legados más importantes de Francisco de Goya. Contemplar sus pinturas murales mientras se recorre la Cartuja de Aula Dei, su claustro, su jardín y sus capillas, completan una visita redonda.

Además, perderse en la naturaleza a través de las distintas rutas senderistas es una estimulante opción para desconectar de la vida en la ciudad. La guinda bien la puede poner una deliciosa cocina de kilómetro cero con todas las garantías en las localidades que nos salgan al paso.

Aunar naturaleza y gastronomía es la base del enoturismo, una práctica de gran aceptación, que ha trabajado mucho, además, en el cumplimiento de todas las medidas de seguridad. En la provincia de Zaragoza, son tres las rutas del vino diseñadas: la de Calatayud, la de Campo de Borja-La Garnacha y la de Campo de Cariñena. Desde esta última se recuerda que bodegas, museos, restaurantes, bares de vinos, comercios y alojamientos que componen el recorrido se suman a esta alternativa de turismo tranquilo, para saborear lentamente.

REALIZADO POR BLUEMEDIA STUDIO
Este contenido ha sido elaborado por BLUEMEDIA STUDIO, unidad Branded Content de Henneo.

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