Apostar por un futuro empresarial verde

Ante un consumidor cada vez más concienciado con la importancia de la sostenibilidad, las empresas deben adaptarse no solo a las exigencias legales, sino también a las demandas de las nuevas generaciones.

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Generar rentabilidad a largo plazo ha sido siempre una de las mayores preocupaciones de las empresas. Sin embargo, en los últimos años, se ha añadido un factor clave al que cada vez más compañías tratan de suscribirse: conseguir esa rentabilidad, sí, pero de forma sostenible. Este criterio conlleva implantar, en la actividad económica, prácticas que sean rentables no solo en lo referido a la economía, sino también teniendo en cuenta el punto de vista social y medioambiental.

​Sin embargo, conseguir implantar la sostenibilidad económica implica que previamente exista un contexto social en el que el bienestar y el crecimiento económico convivan. Por ello, es esencial partir desde el equilibrio entre el ser humano y la naturaleza.

Definir este concepto de sostenibilidad económica es posible a través de cinco puntos. En primer lugar, se trata un cambio de mentalidad en el que no solo importa la productividad y la competitividad, sino que se invierta en sectores de producción que no generen beneficios privados y sí lo hagan para la sociedad en general. No obstante, hablando, ahora sí, de la productividad, se trata de lograrla favorablemente desde la base del máximo aprovechamiento de los recursos naturales. En otras palabras, centrarse en la relevancia de la eficiencia para obtener los máximos resultados con la mínima cantidad de recursos.

El tercer punto consiste en la idea de que la sostenibilidad económica también significa una unión entre tecnología e innovación. A través de su vinculación, se pueden crear soluciones más sostenibles no solo desde el punto de vista económico, también en el social y medioambiental. Así, se convierte a la tecnología en un catalizador dentro de los nuevos modelos empresariales centrados en el desarrollo sostenible. Por ello, a la vez que se invierte en tecnología e innovación es importante limitar los recursos y no consumirlos a un ritmo que supere la producción. Mientras, se impulsa el proceso paulatino de sustitución de recursos no renovables por una alternativa que sí lo sea para evitar su desaparición. 

Estas prácticas son fundamentales para lograr una empresa más rentable y con una mejor imagen

Finalmente, este concepto diferencia dos aspectos como son crecimiento y desarrollo, entendiendo el primero como el aumento cuantitativo y, el segundo, como la mejora de cualidades. Apostar por estas claves supone disfrutar de una empresa más rentable a largo plazo y una mejor imagen de la misma.

¿Cómo lograr la sostenibilidad económica?

La economía sostenible no es una aplicación inmediata que se adopta al tomar la decisión de asumirla. Es un proceso que requiere un trabajo y un compromiso constantes que parta de los tres aspectos esenciales para su implementación en el negocio. La economía, el medio ambiente y el entorno social son estos tres protagonistas determinantes para que sea posible desarrollar la trama de la sostenibilidad económica en el ámbito empresarial. Su convivencia e interrelación es la clave para llevarla a la práctica. Sin embargo, existen dificultades que complican, en muchas ocasiones, su puesta en marcha.

obstáculos y soluciones

Para incorporar este tipo de economía a las estrategias de la empresa, esta tiene que comenzar a actuar desde el compromiso y la responsabilidad. Esto ocasiona algún que otro reto al que los directivos tienen que hacer frente. La falta de capital y de recursos es uno de los mayores impedimentos a la hora de tratar de implementarla. Por eso, las acciones que entran dentro del ámbito de la responsabilidad social corporativa contribuyen a forjar una estrategia competitiva sostenible. También tiene mucho que ver la falta de motivación de los empleados, que deriva en su falta de compromiso. Por ello, es muy importante fomentar su participación. La solución, en este caso, sería impulsar un plan de comunicación que incentive a los empleados a participar activamente en las propuestas medioambientales. Carecer de objetivos claros también puede obstaculizar su implementación, porque no tener definidos los objetivos en lo relacionado al desarrollo sostenible, entorpece su actividad sin llegar a impulsar estrategias sostenibles.

El sector privado y la innovación como claves para lograr mayor rentabilidad

Partiendo de la convivencia propicia de la economía, el medio ambiente y el entorno social, algunos puntos de acción para implementar la sostenibilidad económica y conseguir una mayor rentabilidad a largo plazo pasan por acelerar la inversión en infraestructuras respetuosas con el medio ambiente, para, por ejemplo, reducir la emisión de CO2. Esta acción va relacionada con el siguiente punto, el de aprovechar el poder del sector privado y estimular la innovación, además de conseguir que la cadena de suministro sea más transparente y efectiva. Por ello, es esencial involucrar y elegir proveedores y colaboradores que tengan objetivos relacionados con el respeto al entorno y el planeta, logrando un reparto de beneficios más justo. Finalmente, adoptar procesos más sostenibles en el día a día, como introducir los desplazamientos colectivos, disminuye su impacto.

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Este contenido ha sido elaborado por Aragón Media Lab, unidad Branded Content de Henneo.