El pueblo de postal en Huesca que está en un cerro rodeado de aguas cristalinas
Este municipio oscense nos permite disfrutar de la naturaleza por las bonitas vistas que nos regala, pero también de su rico patrimonio cultural.
A la provincia de Huesca no le gana nadie si hablamos de paisajes bonitos de Aragón, con los Pirineos, que se llevan todas las miradas, como principal referente. Pero también hay otros lugares que destacan en la zona, ya sea por su patrimonio arquitectónico y cultural como por sus entornos naturales. Y es que en otras zonas de la provincia oscense hay infinidad de tesoros tan pequeños como encantadores a los que merece hacer una escapada, entre otras cosas, por ser paraísos de tranquilidad y desconexión.
En la comarca Somontano de Barbastro podemos encontrar infinidad de destinos realmente atractivos que al visitarlos nos transportarán en el tiempo, y nos invitarán a perdernos en el ambiente tranquilo que los rodea, gracias, en parte, a su entorno natural.
Qué ver en El Grado, un pueblo de postal en Huesca
Situado en lo alto de un cerro, en el Somontano de Barbastro, se encuentra un pueblo que goza de fama en Aragón por su embalse. Compuesto por cuatro núcleos: Artasona, El Grado, Coscojuela de Fantova y Enate; Lo Grau, en aragonés, es un municipio de 391 habitantes que tiene muchos atractivos que ofrecer.
Hablar de El Grado es hablar, por supuesto, de su embalse. La construcción de la presa y el embalse en el siglo XX transformaron el paisaje y la vida del pueblo. El embalse del Cinca ofrece la oportunidad de apreciar la naturaleza desde el agua, y es un lugar de pesca de truchas, black-bass, luciopercas, carpas y barbos.
A la belleza de sus aguas cristalinas, en las que, con suerte, se puede apreciar el reflejo de las cumbres nevadas del Pirineo, se añade la amplia oferta de deportes acuáticos que en él se pueden practicar. Pero, además, podemos conocer el funcionamiento interno de una de las presas más espectaculares de Aragón.
No obstante, las aguas que rodean El Grado no son el único atractivo del pueblo. Su casco antiguo se organiza en calles estrechas que esconden tesoros como la Iglesia parroquial de San Salvador, que data de los siglos XVI y XVII y es de estilo gótico aragonés. Asimismo, este templo es, por sus dimensiones, uno de los más monumentales de la comarca.
En la visita a esta encantadora localidad oscense no hay que perderse el Santuario de Torreciudad, obra de Heliodoro Dols, ubicado en el cercano municipio de Secastilla. Cuenta con una imagen románica de la Virgen de Nuestra Señora de los Ángeles y es un lugar de peregrinación mariana, así como uno de los puntos más peculiares de esta hermosa villa enclavada en plena naturaleza.
En el antiguo molino harinero se ubica la oficina de turismo, donde se puede solicitar información turística y explorar exposiciones relacionadas con la historia y la cultura del lugar. Además, también se ofrecen visitas guiadas a fortificaciones de la Guerra Civil, parte de la Línea del Cinca, que incluyen trincheras y nidos de ametralladoras.
Dónde comer en El Grado
El restaurante Bodegas Del Somontano es una opción ideal para comer en este pueblo de Huesca. Situado en la avenida Cinca, 19, su plato estrella es el chuletón, así como el resto de carnes que asoman en su carta.
Cómo llegar a El Grado, en Huesca
Para llegar a El Grado desde Huesca hay que tomar la A-22 en un trayecto de una hora en coche, aproximadamente. Por otro lado, para llegar desde Zaragoza hay que tomar la A-23 en un trayecto de casi dos horas en coche.
