Antonio Callizo, viajero y 'foodie': "Hay restaurantes con mucho continente y poco contenido"

A sus 33 años, este murciano ya ha recorrido más de sesenta países y ha comido en más de 150 restaurantes con estrellas Michelin.

Antonio Callizo.
Antonio Callizo.
A. C.

"Ahora vamos a Roma y a la Costa Azul; luego haremos algún viaje más por Europa y después a Dubái y a Japón", dice Antonio Callizo. Si esta afirmación ya les da envidia, ni se les ocurra mirar su Instagram porque, con tan solo 33 años, este murciano ha recorrido más de sesenta países de los cinco continentes y ha comido en más de 150 restaurantes con estrellas Michelin

Marchante de arte de profesión, Callizo se resiste a convertir su afición en una forma de ganarse la vida: "Viajar y comer son mis dos pasiones y no quiero que se me estropeen convirtiéndolas en trabajo, en algo que me impida disfrutar de la experiencia". Y tanto que disfruta.

¿Dónde se ha tomado el mejor aperitivo?Pues en Murcia. Nunca voy a comer a un sitio solo por su aperitivo. En cambio, salir por Murcia y tomarse una marinera, un caballito o un trozo de pulpo es gloria.

Esta afición suya no es barata. ¿De dónde saca para tanto como destaca?Barata no es, la verdad. Me podría salir más barata si yo quisiera ser de verdad crítico gastronómico o 'influencer' de viajes o gastronomía, pero no es el caso. Lo que hago es tirar de mis ingresos y de mis ahorros.

Algunos de sus viajes son de ida y vuelta en el mismo día.Sí, ya tengo mucho bagaje de restaurantes y voy buscando cositas un poco más exclusivas, más diferentes, y como hay sitios a los que es más difícil ir porque las reservas están muy complicadas o porque están en un lugar muy remoto, sí que últimamente he hecho muchas escapadas de volar a otro país, comer en un restaurante, cenar en otro y volverme. Eso si es por Europa; si es en Asia, Latinoamérica o EE UU, aprovecho y me quedo unos días más y como en más sitios. Pero sí, irme a lo mejor a Noruega a comer y volver lo he hecho varias veces.

¿Qué es lo que más valora de un restaurante?Lo más importante es que la comida esté rica, si no, la experiencia no va a ser buena. Pero, como ya he visitado muchos, solamente con comida buena o con producto no me conquistan, por lo que busco sitios que sean un poquito más originales, que tengan más técnica detrás o cualquier tipo de innovación y, sobre todo, probar algo que nunca haya probado: lo que más valoro es cuando me sorprenden.

Entre esas sorpresas habrá habido alguna rara.Tengo buen estómago y, de momento, nada me ha sorprendido para mal, pero sí que he comido muchas cosas que luego las he comentado y me han dicho, ¿cómo te comes eso? Sin embargo, en el Alchemist de Copenhague, mi restaurante favorito del mundo, en el menú tienen ojos de pez, helado de sangre. una cantidad inmensa de ingredientes rarísimos. En Asia he tomado serpiente y todo tipo de insectos, y en la zona de Oriente Medio pues camello, cebra, cosas así.

¿A qué restaurante no volvería?Me he llevado muchas decepciones, pero lo de no volver es relativo porque van cambiando el menú: hay sitios que no me han gustado y, a lo mejor, vas a los dos años con un menú diferente y sí te gusta. Si tengo que decir uno sería Sketch, un tres estrellas que ha sido varias veces elegido el mejor restaurante de todo Reino Unido, con un local impresionante en un hotel que ha costado millones de libras en el centro de Londres, un menú de cuatro horas. Pues no hubo ni un solo plato que estuviera bueno, no hubo ni un solo momento de la comida en el que dijera "cómo lo estoy disfrutando". Creo que ha sido el único sitio en el que he estado comiendo y pensando "ojalá acabase ya para poder irme de aquí y comer algo en otro sitio".

Arroz o sushi

¿No hay muchos restaurantes que venden humo?Sí. Para mí lo más importante es que la comida esté bien. Como algo secundario, yo valoro mucho la originalidad, un servicio, una presentación diferente, pero eso tiene que ser siempre después de la calidad de la comida. Sí que hay muchos restaurantes que, como una presentación original es más fácil y más barata de conseguir que un producto de calidad, intentan subirse a esa moda o aparentar más de lo que son y se han tirado a decoraciones raras, a vestimentas para los camareros exóticas, a música en los locales. pero mucho continente y poco contenido.

Usted viaja con su pareja.Sí, así es.

Pues si un día cualquiera comen en un tres estrellas, San Valentín lo celebrarán con un bocata de mortadela. Por hacer algo distinto, digo.Jajaja. Claro, algo tranquilito, ¿no? La verdad es que, cuando yo empecé a ir a este tipo de restaurantes, que iba a tres o cuatro al año, eran planes muy concretos, pero he cogido un ritmo que ya no son solo fechas señaladas, ya es cualquier día.

Cuando tiene hambre, ¿qué le apetece comer?Lo que más me apetece es o arroz o sushi, porque la cocina japonesa es seguramente la que más me gusta del mundo, aunque creo que la española es mejor. Pero un nigiri bien hecho o un buen arroz son dos cosas que cualquier día a cualquier hora me podría comer.

Mucho restaurante de lujo, pero reconozca que como la comida de su madre no hay nada.¡Para mí es la mejor del mundo! [risas].

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