La hamburguesa de Zaragoza que no debes comerte con las manos, aunque quieras

Hay un un establecimiento en Zaragoza que aún tiene poco recorrido de apertura, pero el suficiente para haber demostrado que saben lo que hacen.

Hamburguesa Explosión cheddar en Distrito 37
Hamburguesa Explosión cheddar 

Érase una vez una hamburguesa que no se podía coger con las manos. Bueno, poderse sí, pero no es aconsejable. La razón es que lleva tanto cheddar por encima que eso de chuparse los dedos tendría que ser literal, y hacerlo todo el rato para poder terminarla, con el estrés que eso podría causar a cualquiera. Para estos casos existen los cubiertos. Lo que importa es que el producto esté bueno y que la salsa no sea una manera simple de esconder algún error en la preparación, como quien pinta una pared sin lijar, algo que lleva a que finalmente se vean los defectos. Hay un un establecimiento en Zaragoza que aún tiene poco recorrido de apertura, pero el suficiente para haber demostrado que saben lo que hacen con la materia prima, el cocinado y los aderezos.

Se trata de Distrito 37, en ese mismo número de la céntrica calle Azoque de Zaragoza. 

¿Sabes dónde puedes comerte esta hamburguesa en Zaragoza?
¿Sabes dónde puedes comerte esta hamburguesa en Zaragoza?

Bien de queso en Distrito 37

La hamburguesa incogible es la Explosión de Cheddar, cuya presentación se puede ver aquí mismo; tiene un sabor espectacular y no le falta detalle: Hamburguesa de vaca vieja de 200 gramos a la parrilla, queso americano en loncha, beicon, salsa de tomate natural casera y espectacular baño de salsa cheddar caliente. Se añade con beicon crujiente y va servida en pan brioche Potato Rolls acompañada de patatas fritas, también caseras.

Del resto de la carta de hamburguesas, que incluye variedades ‘smash’ -planas- hay otra elección de éxito para los que tengan mejor saque al comer: 400 gramos de hamburguesa de vaca vieja a la parrilla, beicon, queso americano, huevo a la plancha, cebolla caramelizada, rodaja de tomate, ketchup y mostaza en pan brioche Potato Rolls, igualmente con patatas caseras.

Si se quiere solomillo, hay solomillo, y delicioso; si se prefiere la sorpresa, atención al cachopo de cecina. Ensaladas no faltan, aunque la más ligerita para compensar sería la de flor de burrata de búfala con tomate rosa y pesto; el guacamole con totopos de la casa es otro acierto, como las patatas Porker: corteza de patata natural, salsa de azafrán casera y pulled pork (carne de cerdo) macerada durante 24 horas y cocinada a fuego lento. En los postres, si se ha guardado espacio en la barriga, el coulant de chocolate con crema de pistacho y helado de vainilla es impresionante.    

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