hasta la cocina
La cocina secreta del Mercado Central
Las columnas originarias de la lonja zaragozana casan con el vanguardismo de esta cocina, que se ha ideado para demostraciones en directo y celebrar degustaciones.
El pollo para rellenar, las verduras de la guarnición, el marisco, las piernas de Ternasco de Aragón, la piña, los frutos secos... ¡Ay, y las uvas! Estos días el Mercado Central de Zaragoza es una carrera tras otra. Carros y bolsas que van y vienen, interminables filas, turistas que van a pasar el fin de año en la ciudad... Un frenesí.
En cambio, un piso más abajo, ni rastro de esa caótica postal. En el silencioso sótano se ve el comienzo de los grandes pilares de piedra y las columnas de hierro. Unos pasos más allá y cuando la luz se enciende, se descubre tras una amplia cristalera una cocina equipada a la última.
Cuenta con vinoteca, grandes congeladores y frigoríficos, dos hornos –uno especializado en carnes y otro en pizzas– y dos microondas. También lavavajillas, freidora de aire y una moderna placa de inducción con la extracción incorporada en el centro. No falta ni un jamonero –que aguarda pernil– y ni una completa batería, menaje y vajilla, con copas incluidas.
Se terminó de instalar hace apenas tres semanas y esperan que en el mes de febrero ya se pueda inaugurar –tan solo falta la parte burocrática–. No la podrá alquilar cualquier particular, sino que estará destinada a asociaciones, empresas y demás entidades que acudan con un chef profesional y organicen demostraciones de cocina en directo y degustaciones. También jornadas dedicadas a productos o formaciones a profesionales. La enumeración de actividades es casi infinita.
La amplia y elegante barra de piedra anexa a la encimera lo facilita, así como la gran mesa que se encuentra al lado. Los coquetos taburetes se pueden poner en una, otra o ambas zonas, de tal forma que se concibe como un espacio flexible con multitud de posibilidades. Además, la oferta se completa con una sala de grandes dimensiones y diáfana en la parte opuesta del pasillo, donde ya se han celebrado actividades, como la noche egipcia de principios del pasado noviembre.
"La idea es que quien cocine aquí haya comprado los productos en los puestos de arriba", explica José Luis Alcázar, el dinamizador del Mercado Central, aspecto que se priorizará. De esta forma se establece una relación y se trata de otra manera de promocionar los productos aragoneses y de fomentar la compra en esta lonja zaragozana.
En el proyecto de la reforma de hace unos años ya se pensó en este servicio, de hecho, se instaló toma de agua y demás recursos necesarios, pero no ha sido hasta ahora cuando se ha acometido, con la colaboración de Teka y Cocinas Coen, que han patrocinado los electrodomésticos y los muebles, respectivamente.
En la pasada etapa, antes de las obras, este mismo lugar eran almacenes y cámaras frigoríficas, tal y como recuerdan, por lo que esta actuación le ha dado una nueva y esperanzadora vida.
