economía

Más cenas y menos joyas en un San Valentín que busca impulsar la hostelería en Zaragoza

Horeca estrena una campaña para atraer turistas como destino romántico, mientras muchos restaurantes confían más en las reservas por coincidir en la semana de la feria internacional FIMA.

Escaparate decorado para San Valentín en Zaragoza.
Escaparate decorado para San Valentín en Zaragoza.
Oliver Duch

Febrero llega para el comercio con la recta final de las rebajas y para la hostelería después de la cuesta de enero que sucede a las celebraciones en Navidad. Una fecha en el calendario trata de animar a los consumidores que aún puedan gastar, apelando a celebrar el amor, el 14 de febrero, Día de San Valentín.

"En hostelería a partir del 7 de enero ya sabemos que lo que queda, va a las rebajas", comenta Óscar Navascués, al frente del restaurante La Rinconada de Lorenzo de Zaragoza.  El seguimiento de esta celebración es desigual y ha estado marcado estos últimos años por el cambio de hábitos.

"Nosotros afortunadamente el fin de semana estamos llenos y entre semana hay de todo", continúa el hostelero, hablando sobre la evolución en este inicio de año, aunque confiese que enero es un mes complicado.

Celebración entre dos fines de semana

Este año la celebración del Día de los Enamorados será un miércoles, por lo que los restaurantes esperan que las reservas de parejas se repartan tanto el fin de semana anterior como el posterior. Las comidas o cenas siguen siendo una de las opciones más elegidas para festejar esta fecha.

Con esta idea, la patronal de la hostelería, Horeca, ha lanzado una campaña de ofertas especiales para el Día de los Enamorados, para tratar potenciar la imagen de la provincia como destino de escapadas románticas. Con el eslogan 'Enamórate en Zaragoza', la Asociación de Hoteles de Zaragoza y Provincia ofrece descuentos del 20% en 17 hoteles de la provincia, reservando con antelación hasta el día 6 de febrero. 

HeraldoTV sale a la calle a preguntar si los zaragozanos siguen celebrando San Valentín o prefieren pasarlo como un día más.

"Que caiga en mitad de semana no es lo mejor, por eso hemos hecho extensible la campaña a los dos fines de semana", explica Antonio Presencio, el presidente de Horeca hoteles. "Es una forma de asociar un destino como Zaragoza como la posibilidad de una escapada", añade, en referencia a la presentación de su programa de actividades de este año en la feria internacional de turismo Fitur de Madrid.

Más reservas por ser año de FIMA

Sin embargo, este año muchas de las reservas que se han hecho con antelación no se deben tanto a este día sino a que esa semana coincide la celebración de uno de los eventos más importantes para la ciudad desde el punto de vista de impacto económico y visitantes. Del 13 al 17 de febrero Feria de Zaragoza acoge la 60 edición de la FIMA, el certamen de maquinaria agrícola que este año espera recuperar el nivel de los 200.000 visitantes alcanzado antes de la pandemia, tras la anterior hace dos años en el que se quedó en la mitad.

Desde Horeca preparan todavía las cifras de previsiones de ocupación durante la cita internacional.

"Llevamos tantos años que tenemos clientes fijos de la FIMA", explica Navascués, que cuenta ya con reservas para esa semana. 

Cambio de hábitos en los regalos

A la hora de elegir regalos, el cambio de hábitos ha relegado a algunos que fueron imprescindibles décadas atrás. Mientras se mantienen las cenas o las escapadas, las joyas han pasado a un segundo plano. "El Día de los Enamorados los novios se hacían regalos, una sortija, un colgante, pero ahora la gente se va a cenar por ahí o a la nieve", cuentan desde la Asociación de Joyeros de Zaragoza. La electrónica, el turismo y otros complementos de bisutería como los elaborados con cuero y acero han ido sustituyendo al oro. "Han cambiado los gustos, en general el producto de joyería ha decaído mucho", añaden.

A ello unen que "la gente ahora no se casa" por lo que se venden menos anillos o alianzas, apuntan. 

El sector atraviesa por una difícil situación en las últimas décadas. "No se abren joyerías nuevas, sino franquicias, que tienen un poder económico más fuerte que el joyero individual", lamentan. Los pequeños negocios no resisten la caída de ventas. 

En las pequeñas tiendas de regalos todavía tratan de rescatar el lado romántico de sus clientes. Onara Lisbona, propietaria de Sarao, establecimiento del barrio de La Almozara, cuelga estos días la decoración de San Valentín junto a la de las rebajas. En su tienda de proximidad cuenta con un amplio surtido de regalos para elegir desde ropa a una taza o pequeñas piezas de bisutería. La tienda lleva abierta 20 años en el barrio y ella cogió el traspaso hace uno y medio, tras la jubilación de la dueña anterior. "No es como en Navidad, pero sí que es verdad que la gente suele tener un detallito con sus parejas", explica, con la esperanza de que las ventas de los enamorados animen algo febrero.

Apúntate a la newsletter de economía y tendrás cada semana las últimas noticias del sector, claves y recomendaciones de expertos.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión