El telón de La Romareda

La visita del Sporting echa el cierre a una campaña marcada por la falta de consistencia en casa.

Partido del Real Zaragoza ante el Castilla
Real Zaragoza - RM Castilla_8
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La Romareda echa el sábado, a las 19.00, el telón a una horrible campaña en el estadio municipal. La visita del Sporting de Gijón –que porfía por la promoción de ascenso a Primera- cerrará una campaña en la que, a falta del último partido en casa, el cuadro aragonés ha dejado escapar 33 puntos de su propio terreno de juego, en donde tan solo ha sumado 27.


Los datos manifiestan bien a las claras las claves de lo que ha pasado esta campaña y reflejan la falta de argumentos del cuadro blanquillo para pelear por el ascenso, que este año se había abaratado de forma significativa.


Sin embargo, el Real Zaragoza ya no puede pelear por ese ansiado reto -el único objetivo que tenía la formación blanquilla en el inicio de la temporada- y deberá sellar todavía la salvación matemática, de la que le aleja un único punto.


Los atractivos son muy limitados para la afición blanquilla, tal vez, la entidad de un Sporting que pelea por salir del pozo de la Segunda. Porque el Real Zaragoza no brinda satisfacciones a la parroquia blanquilla. No se puede perder de vista que buena parte de los partidos que ha ganado la escuadra aragonesa ha sido por la mínima y sólo ante el Tenerife se logró un triunfo solvente (3-0).


Cerrar la campaña en el estadio municipal con dignidad debería ser una ambición, una exigencia profesional de la plantilla blanquilla. Y la preocupación de brindar a última hora una postrera satisfacción, siquiera pobre, a la comprometida parroquia zaragocista.


Este, sin embargo, está ya acostumbrada a los varapalos y a lo que aspira es a pasar página de inmediato y cerrar la temporada. Aunque en lo más profundo, su principal deseo sería enterrar de una vez los ocho años de Agapito Iglesias al frente del Real Zaragoza.


La de este sábado debería ser el final no sólo de una muy mala campaña en Segunda; más bien, el cierre de la época más oscura de la historia del Real Zaragoza. Que parece estar a punto de finalizar.


Ya ha anunciado Paco Montañés que no cree que el zaragocismo muestre su malestar, profundo: "La afición –argumenta- no está contenta, pero no creo que nos vaya a silbar. Si acabamos con orgullo, la afición no estará contenta, pero tampoco nos puede achacar nada. Si damos la cara, van a estar con nosotros. Siempre esperamos cosas buenas de nuestra afición".


Y tal vez sea peor la indiferencia que ha generado entre los aficionados el desarrollo de la competición y el mal tono mostrado por el equipo a largo de todo la temporada. El sábado, último partido del Real Zaragoza en La Romareda.