Al estilo de Agapito

El empresario soriano no acaba de decidirse entre las propuestas de quienes quieren hacerse con el Real Zaragoza.

El propietario del Real Zaragoza, Agapito Iglesias
Al estilo de Agapito
ARANZAZU NAVARRO

La inminente (aparentemente) salida de Agapito Iglesias del Real Zaragoza se está convirtiendo en un culebrón que se enreda conforme se agota el tiempo para tomar una resolución. El dueño de la entidad quería haber dejada zanjada la cuestión la semana pasada, pero la llegada de alternativas paralelas a las que propone Mariano Casasnovas complica la resolución final.


La Liga de Fútbol Profesional aprieta al constructor soriano. Y éste es consciente de que ha de tomar una decisión de inmediato. Muy encarrilado parecía el viernes el acuerdo con el entorno de los empresarios locales -que van generando nuevas adhesiones-. Pero, hasta el momento, no hay firma.


Y mientras tanto se ha revitalizado la propuesta de capital alemán y holandés, a través de una iniciativa vinculada a una empresa de material deportivo, a la que pone cara Javier Láinez. Y en ese proyecto se envuelven también propuestas atractivas desde el punto de vista empresarial, como la nave de Decathlon.


Hace tiempo que se mantiene el mano a mano entre estas dos alternativas, que se van sucediendo en el liderato, en una aparente carrera de relevos. No es la de Casasnovas la propuesta ideal para Agapito; y no es Láinez, crítico siempre con el propietario del club, el hombre mejor visto por el actual dueño, por más que esta opción no le disguste.


Pero el abanico se ha abierto, lo que complica las cosas, más aún para el carácter siempre cambiante de Agapito. Su mano derecha, Javier Bazaco, tiene planteadas otras expectativas, vinculadas, sobre todo, a fondos de inversión. Y resulta más complicada, por la falta de tiempo, la opción de la rusa Zolotaya Zvezda, dispuesta a entrar en el fútbol europeo, aunque, en principio, en alternativas distintas. No puede contestar de inmediato a las solicitudes de Agapito Iglesias.


Siguen abiertas otras opciones, algunas de ellas con sello aragonés y atractivas propuestas deportivas. Algunas viejas ideas y otras, propuestas recientes. El principal problema, sin embargo, es la capacidad de hacer frente al impresionante desembolso que supone hacerse cargo de los gastos inmediatos de la entidad -en torno a 8 millones en junio- y, sobre todo, los pagos derivados de la desastrosa situación económica en la que ha derivado la gestión de Agapito Iglesias.


Pasa el tiempo y la cuestión no acaba de resolverse. Al más puro estilo de Agapito.