Toni Abadía: de los Juegos Olímpicos de Río a un ocaso tormentoso

El atleta ha sido el gran exponente del atletismo aragonés, pero los problemas físicos y mentales han marcado la recta final de su carrera. La condena por malos tratos complica su futuro.

Toni Abadía se prepara en el asfalto de Madrid para el barro de Atapuerca.
Toni Abadía se prepara en el asfalto de Madrid para una de sus últimas carreras.
Heraldo

Toni Abadía ha sido, durante los últimos lustros, una de las grandes estrellas del atletismo y del deporte aragonés. A unos Juegos Olímpicos no va cualquiera, y el atleta zaragozano tuvo la oportunidad de tatuarse los cinco aros en 2016, cuando participó en los 5.000 metros en el estadio de Río de Janeiro. Campeón de Europa por equipos, múltiple campeón de España en varias distancias… Su exitosa carrera no tiene, por diversas circunstancias, el final esperado.

Como adelantó HERALDO este martes, Abadía ha sido condenado por dos delitos de lesiones leves cometido contra su pareja. El mismo atleta es consciente de que este episodio quizá acelere el final de su carrera deportiva o que, al menos, puede suponer una complicación importante para las últimas zancadas de su trayectoria atlética. La Federación Aragonesa de Atletismo de momento no va a tomar ninguna decisión, a la espera de reunir todos los datos y por tratarse de una circunstancia del ámbito privado.

A sus 33 años, el aragonés ya viene de una época complicada por los problemas físicos y mentales que ha ido arrastrando. En los últimos años, ha tenido serios problemas de ansiedad que le hicieron plantearse su retirada y que le obligaron a recurrir a ayuda psiquiátrica. Además, ha arrastrado problemas físicos que le impidieron entrenar durante varios meses, especialmente una fasciopatía que le obligó a inmovilizar por completo su pie izquierdo con una bota Walker. Estos problemas tanto físicos como mentales lastraron notablemente su rendimiento y le obligaron a estar varios meses sin calzarse las zapatillas y, como consecuencia, le alejaron de los Juegos Olímpicos de París del próximo verano, que podían haber sido su gran objetivo.

En los últimos meses había vuelto a entrenar con fuerza y a competir, y había podido demostrar su clase con varias victorias, como el cross de montaña de Sabiñánigo o el Campeonato de Aragón de 10k en Calatayud. Abadía quería orientar su futuro como atleta hacia la maratón, una distancia en la que quería debutar el 18 de febrero en Sevilla. Ahora, todo queda en el aire.

Atrás quedan los mejores años de su carrera, en los que acumulaba campeonatos de España de 5.000 metros (2014, 2018 y 2019), de 10.000 metros ( 2015, 2016, 2017, 2018 y 2019) y de 10k en ruta (2016). La gran marca que logró en Hengelo (Países Bajos) en los 5.000 metros (13'12"68) le en mayo de 2016 le permitió acudir a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, donde unos problemas estomacales lastraron su rendimiento y le condenaron a finalizar en una discreta 22ª posición.

Gran amante del fútbol, del Real Zaragoza y del Racing de Santander (su madre es cántabra), en 2017 recibió la medalla ‘Ciudad de Zaragoza’ al mérito deportivo que concede el Ayuntamiento de Zaragoza, y en 2018 recibió el reconocimiento como Mejor Deportista Masculino en la Gala del Deporte Aragonés del Gobierno de Aragón.

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