¿Dónde está la escultura del dragón a tamaño real que espera a San Jorge en Zaragoza?

En la confluencia de dos populares barrios zaragozanos se encuentra la única escultura a tamaño real de un dragón, animal que es protagonista en el Día de San Jorge.

MONUMENTO, ESCULTURA DRAGÓN EMERGENTE, DE CARLOS OCHOA, EN LA AVENIDA DE CATALUÑA EN ZARAGOZA. Autor: DUCH, OLIVER Fecha: 19/04/2016 Propietario: Heraldo de Aragón Id: 2016-872091 [[[HA ARCHIVO]]]
Escultura del Dragón emergente, de Carlos Ochoa, en la avenida de Cataluña de Zaragoza.]
 OLIVER DUCH

Parece mentira que siendo el dragón un animal tan ligado a Aragón apenas encontremos representaciones de este mítico animal por las calles de Zaragoza. La mayoría de las que podemos encontrar forman parte de un conjunto arquitectónico mayor como meros elementos decorativos menores pero sin el protagonismo que tan relevante figura cabría merecer en la capital aragonesa.

Así, la verja del Paraninfo de la Universidad de Zaragoza alberga “un sinfín de dragoncillos estilizados diseñados por el arquitecto Ricardo Magdalena”, escribía la periodista de Heraldo Soledad Campo. Datan de cuando se construyó el edificio para las Facultades de Medicina y Ciencias, que se inauguró en 1893.

También dentro de algunas iglesias de la capital aragonesa se pueden ver algunas representaciones de dragones, no obligatoriamente asociadas a San Jorge sino más bien como la personificación del mal y del demonio. Campo enumera algunos de ellos, como la original dragona que se puede ver en la pila bautismal de la Seo o el de la predela del retablo mayor donde otro alado animal abandona el cuerpo de una mujer al paso de la reliquia de San Valero. También “en la iglesia de Santa Isabel hay una escultura de San Jorge de José Ramírez de Arrellano en el ático del retablo mayor y un postcubista animal de colorines de una pintura mural de Baqué Ximénez”, añadía la periodista.

Escultura del dragón del artista Carlos Ochoa Fernández en Zaragoza

Sin embargo, el único dragón en solitario y a tamaño real que encontramos en la ciudad de Zaragoza se encuentra en una de sus plazas más populares. Se trata de la escultura del dragón emergente del artista Carlos Ochoa Fernández que podemos ver, en la plazoleta situada al principio de la avenida de Cataluña, justo enfrente de la Estación del Norte, en la confluencia entre el barrio de Jesús y el Arrabal. 

Del gran dragón que se intuye solo es visible la cabeza y parte de su largo cuello que emergen del agua de la fuente que rodea la escultura. El resto del cuerpo existe únicamente en la imaginación de quien lo ve, que puede hacerse una idea de las grandes dimensiones que podría tener este reptil fabuloso.

Según explica el Ayuntamiento de Zaragoza en su página web, las promotoras inmobiliarias que urbanizaron este distrito crearon un espacio ajardinado, amenizado con una fuente, frente a la antigua Estación del Norte -reinaugurada como Centro Cívico en 2004-. La idea original de Carlos Ochoa era que la cabeza de este animal fantástico emergiese en la fuente, y su cola surgiese a unos 20 m. de ella, en el pavimento de la plaza; pero el presupuesto disponible no permitió este divertimento. 

Y aunque, instintivamente nuestra mente asocia este dragón a San Jorge, estaría haciendo referencia a otra leyenda zaragozana. Según esta historia de origen altomedieval, habría un dragón que moraba junto al Puente de Piedra, dentro del río Ebro y que viviría en la oquedad, hasta hace unos años sin fondo conocido, formada por el pozo de San Lázaro.

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