El vertedero de Zaragoza tendrá una nueva línea para tratar los residuos orgánicos
El proyecto requerirá de una inversión cercana a los 11 millones de euros y contará con fondos europeos.
El vertedero de Zaragoza tendrá una nueva línea para el tratamiento de residuos orgánicos entre finales de este año y principios de 2025. El proyecto se aprobará este viernes en Gobierno y contará con una inversión cercana a los 11 millones de euros, de los cuales 4,7 serán subvencionados a través de dos ayudas complementarias procedentes de los fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
El resto, ha explicado la concejala de Medio Ambiente y Movilidad, Tatiana Gaudes, será asumido inicialmente por la Unión Temporal de Empresas (UTE) Ebro -integrada por Urbaser y Vertesa-, concesionaria de la planta de tratamiento. Según ha indicado, el Ayuntamiento sufragará esta cantidad revisando el canon que se abona anualmente hasta llegar a 2031, cuando concluirá la concesión y la planta pasará a ser íntegramente de propiedad municipal.
De acuerdo con la edil, Zaragoza trata actualmente el 52% de sus residuos, un 2% por encima del 50% fijado por ley. Es, además, un dato “muy por encima de la media española”, que está en el 30%. No obstante, la normativa “va a ir siendo más estricta” conforme pasen los años, de ahí que el Consistorio haya empezado a planificar el medio y largo plazo para disponer de los medios necesarios. Y más teniendo en cuenta el objetivo de que Zaragoza sea una ciudad climáticamente neutra de cara a 2030.
Esta nueva línea, ha dicho Gaudes, permitirá “cerrar el círculo de la recuperación de residuos orgánicos”, iniciado este mismo mes en el Actur con la instalación de los nuevos contenedores marrones. “Además de generar energía eléctrica, este proceso es un ejemplo de economía circular. Se completará con la obtención de un compost de alta calidad que podrá ser utilizado para todo tipo de aplicaciones, tanto en parques y jardines como en la agricultura o el propio Bosque de los Zaragozanos”, ha explicado.
El proyecto requerirá la construcción de una nueva nave foso para almacenar la materia orgánica que se recoja en los contenedores. “Desde allí se traspasará a una zona, también nueva, en la que se hará un tratamiento preventivo previo antes de llegar a una siguiente fase en la que se mezclará con vapor de agua para adquirir una determinada temperatura con la que llegará al digestor”, ha expuesto.
Dicho digestor -un gran cilindro cerrado- permitirá que la materia orgánica haga un proceso anaeróbico en el que se generará gas metano que se utilizará en la planta para la generación de electricidad. En este sentido, desde el Ayuntamiento recuerdan que el Complejo para el Tratamiento de Residuos Urbanos de Zaragoza (Ctruz) dispone ya de “un digestor específico que se dedicará expresamente a los restos de materia orgánica”.
Después de 20 días -ha completado Gaudes- el material irá saliendo del digestor, “comenzando entonces un proceso de deshidratación y de higienización hasta que el compost generado alcance la nave de maduración”. En ella habrá un muro que separará el compost de calidad procedente del contenedor marrón del resto del material bioestabilizado -que según aclaran desde el Consistorio, “no puede denominarse técnicamente compost-, que se obtiene de la basura domiciliaria general.
Tras un proceso de afino, el compost obtenido “se almacenará para su distribución en una nave de acopio en la que finalizará todo el proceso”. El objetivo del área es “incrementar los porcentajes de recuperación” y cumplir con los nuevos márgenes que se establezcan por ley.
Actualmente, de las 6.000 toneladas de residuo orgánico se convierten en compost alrededor del 15%. “Queremos alcanzar los máximos en 2035 con 50.000 toneladas y a medio camino, en 2026, llegar a las 10.000 de recogida”, ha apuntado.
La recogida orgánica llega a El Rabal, Las Fuentes y Santa Isabel
Entre tanto, la recogida orgánica sigue llegando a más puntos de la ciudad. El proceso comenzó en el Actur, con experiencia tras la experiencia piloto desarrollada durante los años de gobierno de Zaragoza en Común (ZEC), y se ha extendido a Santa Isabel, Las Fuentes y El Rabal con la instalación de los primeros contenedores y el envío de las cartas con las tarjetas necesarias para abrirlos a sus vecinos.
Según el calendario municipal, las siguientes zonas en sumarse a la recogida orgánica serán el Casco Histórico y el Centro. Ocurrirá a mediados de mayo, mientras que a finales del próximo mes será el turno de La Almozara y San José. La implantación continuará en junio por San José y el distrito Universidad y, pasado el verano, se ampliará a los barrios rurales. En septiembre se trabajará en Venta del Olivar, Monzalbarba, Alfocea, Garrapinillos, Casetas y Villarrapa, estando previsto que el proceso culmine a mediados de dicho mes en Juslibol, San Gregorio, San Juan de Mozarrifar, Peñaflor, Montañana, Movera, La Cartuja y Torrecilla de Valmadrid.
De acuerdo con Gaudes, será entonces cuando se podrá hacer una primera valoración. "Hacer una ahora es complicada, ya que hemos empezado por un único distrito y tenemos que llegar a todos. Además, hemos comenzado por el barrio que está más concienciado, ya que el Actur lleva ya varios años reciclando esa materia orgánica y está acostumbrado al contenedor marrón", ha indicado, antes de confirmar que próximamente se harán charlas en las juntas municipales "para concienciar a la ciudadanía".
