"Si no apoyamos el sector primario, los pueblos se van a morir por inanición"

Un vídeo filmado en la Ferieta de Aínsa busca poner en valor la riqueza de la gastronomía, la ganadería y la huerta del Sobrarbe.

La ganadería que ha nacido y crecido en estas montañas se mantiene en la zona gracias al trabajo de sus gentes.
La ganadería que ha nacido y crecido en estas montañas se mantiene en la zona gracias al trabajo de sus gentes.

Si uno ha visitado la Comarca del Sobrarbe, seguramente habrá probado las chiretas de Casa Modesto, en Escalona, o las habrá degustado en Laspuña; habrá tapeado en el restaurante El Callizo y comido en Casa Fes. Pero sobre todo, se habrá bañado en La Gorga y dejado seducir por el encanto de Aínsa y esas vistas que, como canta La Ronda, se aprecian ya "a los pies de Peña Montañesa". 


De toda esa tradición de gentes, gastronomía y naturaleza habla un vídeo promocional impulsado por el Ayuntamiento de esta localidad oscense con el que se pretende "poner en valor la riqueza de la huerta, la ganadería y los productos del Sobrarbe".


"En una zona rural pequeña como esta, si no apoyamos el sector primario -unido a la gastronomía, a los productos agroalimentarios y al turismo- los pueblos no tienen razón de ser y van a morirse por inanición", sentencia Miguel Ángel García Campo, un farmacéutico natural de Aínsa que es también teniente de alcalde de este municipio del Sobrarbe.


Pese al abandono de los pueblos y parte de sus tradiciones, gracias al esfuerzo de sus gentes, la Comarca todavía conserva muchas de ellas. "La gente se ha ido haciendo mayor, la cría del cerdo en casas particulares es más complicada, pero las chiretas y las torteras mantienen una pequeña tradición en las casas", relata este ainsetano.

24 núcleos habitados y 14 deshabitados

En la actualidad, bajo la denominación de Aínsa-Sobrarbe se integran 24 núcleos habitados y en torno a 14 deshabitados. La Comarca tiene 2.200 habitantes en toda su extensión; de los cuales, en torno a 1.800 residen en esta villa medieval. "Los pueblos necesitan servicios y hay veces que es complicado porque los ayuntamientos tampoco tenemos capacidad. Pero está demostrado que cuantos menos servicios haya, menos gente habrá", subraya García Campo.


Con el objetivo de incentivar el consumo de productos de proximidad en la zona y de poner en valor la gastronomía y la riqueza del Sobrarbe, el Ayuntamiento de Aínsa ha impulsado un vídeo promocional que lanza un mensaje de optimismo para todos sus habitantes. "Si con alguna promoción de estas logramos incentivar el consumo, aunque no tengamos suficiente para sacar fuera, sí tendremos para que el de aquí nos conozca y el que venga de fuera se lleve siempre algo que lo haga volver", reivindica este ainsetano.




La grabación toma como escenario la celebración de la Ferieta de Aínsa, en el mes de febrero, para hablar de gastronomía, agricultura, ganadería y tradiciones.

Entre ellas, la propia Ferieta, que se recuperó cuando parecía un acto perdido en esta villa medieval del Pirineo. "La vi en su declive, con uno o dos vendedores, lejos de lo que fue en su día, hace 30 o 40 años", declara Luis Lascorz, de Casa Fes. Fue entonces, al hacer memoria, cuando este municipio y sus gentes se volcaron en recuperarla para darle de nuevo sentido a ese encuentro entre vecinos y productores de la Comarca del Sobrarbe. "Llegó un momento en que la gente se reunía por respetar esa fecha, pero no había nada en ella. Solo quedaba un grupo de 30 o 40 personas que se reunía en la plaza a hablar. Un año -relata- no hubo nadie más que la gente del pueblo, así que decidimos recuperar su enfoque agrícola, comercial y ganadero para devolverle la esencia de lo que fue", explica Lascorz.

La recuperación de la Ferieta de Aínsa

En ella se dan cita de año en año los grandes tesoros gastronómicos del Pirineo: el ternasco, la ternera pirenaica, los embutidos caseros, los crespillos de Boltaña, los quesos de Saravillo, las mermeladas de Aguilar, el paté de L'Aínsa y hasta la nueva cerveza Rondadora que se elabora al pie de Peña Montañesa. A todos ellos, se suman especies recuperadas por la gente autóctona: desde judías, coles y lechugas, a semillas o carne de vacuno, como la que produce y comercializa Luis Lascorz, de Casa Fes. Él y su familia son unos de los protagonistas de este vídeo promocional que rinde homenaje también a su trabajo. "Hemos trabajado desde hace 30 años con la raza pirenaica para la recuperación de la raza vacuna que estuvo a punto de extinguirse en el Pirineo", cuenta. La recuperación la iniciaron otros -matiza- y su familia tomó el testigo. 


Algo similar hicieron Emilia y Juan, presidente de la Red de Semillas del Sobrarbe, con las simientes. "Tenemos la obligación de transmitir esa cultura a la gente, apoyar esa diversidad de productos y que no se pierda", reivindican. 


Por eso, de año en año, esos productos se dan cita en la Ferieta, donde también se elabora un caldo con Gallina del Sobrarbe que se sirve gratuitamente desde la mañana hasta bien entrado el mediodía en la plaza Mayor de Aínsa. "Aquí la calidad de vida es buena, pero si no mezclas la ganadería con un poco de turismo (que es un mes y medio fuerte)... hay pueblos pequeñitos que no sobrevivirían. Por eso se está insistiendo tanto con esto... para poder seguir ahí", defiende García Campo. Con todo, la Ferieta de Aínsa que protagoniza este vídeo se ha convertido, pese a la nieve y el cierzo del mes de febrero, en el evento que más gente ha reunido en Aínsa en los últimos 50 años. 


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