A dos meses del inicio de la campaña de riego y tras dos años de sequía, los regantes afrontan la nueva campaña aún con incertidumbre. Si bien es cierto que los embalses de la margen derecha, los del Pirineo, se han recuperado gracias a las lluvias de otoño, la reserva de nieve es muy escasa, y de ella depende el deshielo y las aportaciones de primavera. 

Esta escasez se ha puesto de manifiesto durante la asamblea celebrada por la Comunidad General de Riegos del Alto Aragón. En ella se ha hecho balance de la campaña de riegos  2022-2023 y de la previsión de la próxima. 

En cuanto a la pasada, el presidente de la entidad, José Antonio Pradas,  ha trasladado a todas las Comunidades de Regantes la felicitación recibida de la Confederación Hidrográfica del Ebro por el buen funcionamiento de la normativa de reparto de agua en situaciones de escasez. Gracias a ella se ha dado respuesta a una situación que no se producía hace más de 40 años, la de tener dos campañas consecutivas con restricciones.

En cuanto a la próxima, los regantes han mostrado su cautela. Las precipitaciones de los meses de octubre y noviembre, sumadas al inusual deshielo anticipado en enero por el calor, han permitido el llenado de los embalses, lo que facilitará un inicio de campaña normalizado, pero la reserva de nieve está muy por debajo de la media de los últimos cinco años. 

"Esta agua, en forma de deshielo, es necesaria para garantizar el correcto funcionamiento de la campaña de riego", señala la organización. Se ha emplazado a las comunidades a la información que se les remitirá desde la Comisión de Uso de las Aguas según vaya aproximándose el momento de empezar a regar, principios de marzo.

Te puede interesar

El Ebro podría perder hasta el 20% de su caudal en 15 años por el cambio climático

Castores intrusos pero protegidos se ceban con los frutales del Jalón

Finalmente se ha informado a todas las comunidades de la presentación de una propuesta por importe 1,4 millones de euros al PERTE de digitalización del agua del regadío al objeto de desarrollar el proyecto WaterGuard, cuyo objetivo es llevar a cabo una gestión avanzada del agua mediante la creación de inventario y servicios para la actualización de censos de superficies regables, el control de la cantidad y la calidad de los retornos de riego y apoyo al telecontrol y monitorización, mejorando así la gobernanza del agua mediante la instalación de telemedidas y su comunicación con la Confederación Hidrográfica.

También se han aprobado los presupuestos para 2024 por unanimidad. Estos incluyen partidas fundamentales de 2 millones de euros destinadas a las obras de mantenimiento de canales y centrales hidroeléctricas; 1,5 millones para el pago de tasas e impuestos; 100.000 euros dirigidos a dar continuidad al cierre y mantenimiento actualizado del censo de superficies regables; o 200.000 para la renovación de maquinaría.