Último homenaje póstumo al 'hombre pájaro' Álex Villar en el Pirineo aragonés

Sus amigos han colocado una placa con su nombre como recuerdo en el mismo lugar donde hizo su último y fatídico salto, en Punta Calva (valle de Chistau).

La placa de recuerdo a Álex Villar colocada en el mismo lugar desde donde hizo su último y fatídico salto base en Punta Calva, en el valle de Chistau.
La placa de recuerdo a Álex Villar colocada en el mismo lugar desde donde hizo su último y fatídico salto base en Punta Calva, en el valle de Chistau.
M. D.

'Álex Villar (13-12-1988/5-5-2023)'. Así reza la placa que cuelga de uno de los pinos que hay en 'High Pisi', el mismo lugar de Punta Calva, una cima de 2.382 metros del valle de Chistau, desde donde este deportista madrileño afincado en Escarrilla (Sallent de Gállego) hizo su último salto base antes de perder trágicamente la vida con solo 34 años.

Dos de sus amigos, Jaume y Miguel, volvieron a subir este verano hasta este espectacular paraje para colocarla y hacerle así un homenaje que fue especialmente emotivo para el primero de ellos ya que, además de soldar él mismo la placa, aquel 5 de mayo fue testigo en primera persona del accidente mortal. Posteriormente se lanzaron ambos desde ese mismo punto para realiza el mismo salto que Álex Villar tenía pensado hacer ese día. "Salto primero él y luego yo. Para él fue un momento muy duro aunque, a mi juicio, su forma de llevarlo fue bastante noble y sana", valora Miguel. 

El recuerdo de Álex Villar sigue muy presente entre sus amigos. "No sabría como definirlo porque era muchas cosas a la vez. Él juntaba a mucha gente, siempre estaba motivado para nuevos retos y te animaba sa hacer cosas que igual no estaban en tu zona de confort. Era único", recuerda Miguel, que le conocía desde hacía años. 

Tras su muerte, sus compañeros más cercanos de salto base coincidieron en que la mejor forma de recordarle era seguir disfrutando de su pasión. "Hay gente que cuando ocurre una cosa como esta lo deja más de lado, pero nosotros lo hablamos y al final todos sabemos que son cosas que pueden pasar. No es una locura, pero cualquier deporte llevado a su extremo es peligroso y el nivel que estaba volando Álex era muy alto y por tanto más arriesgado. Y un error aquí se puede pagar caro", admite.

Punta Calva ofrece varios sitios únicos para los aficionados a este deporte. En el caso del que eligió aquel día Álex Villar era "un poco más técnico de lo habitual, pero muy chulo con un desnivel de casi 1.200 metros", explica este saltador base, quien insiste en que para practicar esta disciplina hay que tener "mucho respeto" ya que suele realizarse en lugares "muy expuestos". 

Dos amigos repitieron como tributo el último y fatídico salto del deportista madrileño afincando en Escarilla que murió el 5 de mayo

La figura de Álex Villar es muy querida en otras montañas como los Picos de Europa, donde también realizó saltos muy recordados. Allí también dejó huella, como se pudo comprobar en las últimas Jornadas de la Montaña Lebaniega, organizadas por la Asociación Cultural Deportiva Torrecerredo, donde se vivió un emotivo homenaje con la proyección de un vídeo al que asistió su madre, Nuria, y varios compañeros que al día siguiente hicieron un salto base también como tributo. 

Nuria, madre de Álex Villar, junto a Luis y Pabel, dos de sus compañeros de salto base, en el homenaje que le rindieron en las Jornadas de la Montaña Lebaniega.
Nuria, madre de Álex Villar, junto a Luis y Pabel, dos de sus compañeros de salto base, en el homenaje que le rindieron en las Jornadas de la Montaña Lebaniega.
Asociación Cultural Deportiva Torrecerredo

Para el recuerdo queda su hazaña más mediática, cuando en septiembre de 2019 voló con su traje de alas a 230 kilómetros por hora para completar un espectacular salto en el que atravesó el emblemático arco natural de Piedrafita con un desnivel de 1.000 metros. 

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