Inmobiliaria

Crece la venta de pueblos, fortines y casas señoriales en Aragón: "Son muy singulares"

Palacetes, castillos, aldeas enteras por un precio inferior a un piso en el centro de Zaragoza... Este tipo de mercado ha tenido un mayor interés desde la pandemia.

Un pueblo abandonado a la venta en Aragón.
Un pueblo abandonado a la venta en Aragón por 650.000 euros.
Aldeas Abandonadas

No se ven anuncios así todos los días. "En venta una casa preciosa de piedra construida como fonda en 1750 para el servicio de los viajeros de ferrocarril en un bonito pueblo de Teruel", se puede leer en Aldeas Abandonadas, inmobiliaria especializada en este tipo de producto. O incluso más. Un pueblo de Huesca a la venta por 7 millones de euros con sus casas ya reformadas, una pequeña aldea con un proyecto ya diseñado por más de un millón... La comercialización de municipios abandonados, casas solariegas e incluso bodegas ha alzado el vuelo en Aragón durante los últimos años.

Todo ello impulsado, cómo no, por la pandemia. Elvira Fafián, gerente de la inmobiliaria Aldeas Abandonadas, comenta cómo anteriormente estaba "mal visto" vender una casa o incluso un pueblo heredado. "Ahora, alguna generación ha perdido el apego y se atreven a salir al mercado con ese patrimonio", dice. Aragón "es una desconocida", pero ha ganado enteros en los últimos años gracias al crecimiento de Zaragoza y los suelos económicos de Teruel, además del atractivo de los pueblos cerca del Pirineo. "Llega bastante gente interesada por las propiedades que se venden aquí. Los propietarios no las vendían porque no había agencias especializadas y, desde la pandemia, muchos se han lanzado al mercado. No sabían cómo vender ni a quién acudir", expresa.

Del mismo modo, mucha otra gente se interesó por comprar casas en el medio rural. De hecho, el objetivo de Aldeas Abandonadas en la intermediación de los inmuebles, además de obtener un beneficio, pasa por ayudar a la revitalización de los municipios y colaborar con gente interesada en darles una segunda vida a que lleven a cabo su proyecto. Y para ello, Aragón tiene mucho potencial, con ofertas de pueblos enteros con sus casas reformadas por entre 1 y 7 millones de euros; casas señoriales, palacetes o castillos que pueden ser restaurados; o incluso municipios que podrían revivir a través de una iniciativa con enfoque turístico. 

"Nos demandan muchísimo en Zaragoza, Huesca y Teruel. Comprar algo en la gran ciudad se ha vuelto muy caro y buscan irse a esos sitios más asequibles para tener una casa en el campo y no estar muy lejos de las capitales", comenta Elvira Fafián. Por ejemplo, en la provincia turolense la inmobiliaria comercializa "inmuebles muy singulares". "Tenemos fortalezas a la venta, un castillo, fincas agrarias, bodegas, casas señoriales con escudo... Con un precio de entre 400.000 euros y un millón. También hay cosas baratas, aldeas enteras por 120.000 euros", asegura la gerente de Aldeas Abandonadas.

Para muestra, un botón. En su página web hay numerosos anuncios que uno puede pensar que no son reales. "A la venta una torre de un castillo del siglo XII con una superficie de 637 metros cuadrados en Teruel. Está rebajada y tiene una ermita pequeña incluida", se puede leer. Su precio es de 298.955 euros y está declarada como Bien de Interés Cultural. O, por ejemplo, una casa señorial del siglo XVII en Huesca que todavía guarda el escudo original, está reformada y no supera los 550.000 euros. Asoma otra oferta por un palacio renacentista del siglo XVI en Zaragoza ideal para hacer un hotel, o un palacete de más de 1.500 metros cuadrados construidos por menos de 190.000 euros.

Una de las casas de la finca a la venta en Bailo, la más cara a la venta de todo Aragón.
Una de las casas de la finca a la venta en Bailo, la más cara a la venta de todo Aragón.
Bienes Raíces

No obstante, los pueblos abandonados son el gran atractivo. Precisamente, una de estas ofertas ha sido rebajada hasta un millón de euros. La empresa vende un pueblo de Huesca (no se precisa localización por privacidad) que tiene una superficie de 400 hectáreas de suelo rústico y varias edificaciones en las que se debería acometer una reforma. Hay ermita, escuelas, luz y agua procedente de varios manantiales y viene con proyecto de rehabilitación. "Ideal para proyecto de hostelería u hotel rural con encanto", dice el anuncio.

En lo que respecta a Zaragoza, Elvira Fafián precisa que lo que más demandan los clientes son superficies agrícolas. "La gente quiere hacer inversiones en tierra, con viñedos... La capital aragonesa está en la mira últimamente gracias a su posición cercana entre Madrid y Barcelona", comenta. Por su parte, la provincia oscense presenta alguna característica diferente: "Tenemos muchos pueblos enteros a la venta con sus casas ya reformadas. Algunos tienen hasta 14 viviendas. Se vende mucho municipio a partir de 900.000 euros", añade.

Pero, ¿quién compra estas propiedades y para qué? Normalmente, los interesados son variados: particulares, empresarios, grandes inversores y muchos extranjeros. "Los venidos de fuera se interesaban mucho antes para hacer negocios de hostelería. Ahora vienen para comprar un pueblo, adecentarlo y luego ceder las casas a gente que quiera ir a vivir para que las reformen. No venden las viviendas, solo las ceden", puntualiza Fafián. Los empresarios de lujo también ponen su foco en este tipo de inmuebles. 

No es fácil comprar una aldea, por mucho dinero que se tenga. "Yo recomiendo que vengan con un proyecto debajo del brazo. Luego entran muchos condicionantes: hay que cambiar los usos, el Ayuntamiento debe acondicionar las calles, colocar farolas y servicios de limpieza en algunos casos... Pero eso solo lo aceptan si se viene con una iniciativa ya pensada", añade esta experta en este tipo de mercado. En Aragón, es en Teruel donde más se venden estas propiedades, gracias a su precio más "asequible". "Las negociaciones llevan mucho tiempo. En ocasiones se alargan un año", asevera Faifán.

Uno de los problemas que se encuentra últimamente es la gente que acude en grupo a comprar una propiedad. "Es obligatorio que sean una empresa o una cooperativa, pero viene mucho extranjero en grupos de cinco o seis personas a modo de asociación y así no se puede hacer la compraventa", dice. Vamos, que hace falta dinero, paciencia, un proyecto decidido y muchas ganas de darle una oportunidad al medio rural. "La única manera de que lo compren para quedárselo es ayudándoles después a informarse para cómo llevar a cabo su iniciativa", sentencia la gerente de Aldeas Abandonadas.

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