MEDIO AMBIENTE

¿Dónde están las grullas que a estas alturas del año deberían desbordar Gallocanta?

Las aves se están haciendo de rogar este año debido a las altas temperaturas. En noviembre de 2022 llegaron 34.000 ejemplares y esta semana apenas se cuenta un millar.

Las grullas deberían estar viéndose por miles en los cielos de Gallocanta.
Las grullas deberían estar viéndose por miles en los cielos de Gallocanta.
José Miguel Marco

El primer fin de semana de noviembre se celebra la 'Fiesta de Bienvenida de las Grullas' en la laguna de Gallocanta. Este año los anfitriones han estados prestos, pero las invitadas han causado baja. Las grullas se están haciendo de rogar en 2023, pero los ornitólogos aseguran que, aunque con retraso, llegar… llegarán.

Según el último censo llevado a cabo por los técnicos de Sarga para Gobierno de Aragón, la reserva natural de la laguna de Gallocanta supera hoy el millar de grullas. Parece un buen dato, de no ser porque hace justo 12 meses eran 34.000 los ejemplares que podían verse en su parada ‘de repostaje’ por las comarcas de Jiloca y Campo de Daroca. Explican desde la Red Natural de Aragón que el motivo es que este otoño está siendo muy cálido, no solo en España sino también en el centro de Europa, por lo que se está retrasando la llegada de las aves migratorias. Las bandadas de grullas en el mayor humedal salino de la península es todo un espectáculo natural que atrae visitantes al entorno y fortalece la economía de fondas y hoteles en la zona limítrofe entre Zaragoza y Teruel. No es de extrañar, por tanto, que en Bello, Tornos, Daroca, Used, Burbáguena y alrededores haya algo de inquietud y mucha expectación.

Las aves eligen este espacio protegido entre Zaragoza y Teruel para hacer una parada en su travesía migratoria

Los meses de noviembre y diciembre representan uno de los periodos de mayor movimiento de las grullas, en lo que se conoce como ‘paso postnupcial’ o ‘la invernada’, dado que las aves migran de zonas de Noruega y Finlandia hacia África en busca de temperaturas más propicias.

"Estos días hay muy pocos ejemplares, pero en cuanto llegue un frente frío aparecerán todas de golpe"

"El motivo de que se estén retrasando es que en el centro de Europa se están registrando altas temperaturas y vientos del sur. Eso genera un tiempo cálido y suave, al que los animales no están acostumbrados para estas fechas en aquellas zonas. Las grullas bajan de Escandinavia y están cómodas en humedales de países como Francia, Alemania o Hungría: ahora mismo allí tienen temperaturas suaves y disposición de alimento (bellotas y campos de trigo)”, explican desde la Red Natural de Aragón.

Los educadores medioambientales comentan que tradicionalmente para estas fechas los frentes fríos que recorrían Europa les hacían desplazarse más al sur. Así se instalaban durante unas semanas en Gallocanta como paso para terminar en Extremadura, Andalucía o el norte de África. Este año, con las todavía altas temperaturas no se están moviendo, pero "en cuanto llegue un frente frío -que si no es esta semana será la siguiente- llegarán todas de golpe", dicen los expertos.

El censo de grullas que monitorizan los técnicos de Biodiversidad de Sarga.
El censo de grullas que monitorizan los técnicos de Biodiversidad de Sarga.
Heraldo

"Se trata de una situación que se viene repitiendo en los últimos años", informa el departamento de Medio Ambiente y Turismo, que invita a repasar los datos de los censos del año pasado que están colgados en su página web. En la pestaña de seguimiento de especies se pueden consultar algunos datos muy significativos: el 10 de noviembre de 2022 había un censo de 8.900 grullas en Gallocanta y apenas siete días después los registros se dispararon hasta los 39.869 ejemplares.

Es la evidencia de que ya no llegan tan escalonadamente sino de forma torrencial cuando aparecen los frentes fríos. "Estábamos acostumbrados a su desembarco progresivo, pero ahora cuando llegan lo hacen todas de vez", explican desde la Red Natural de Aragón, confiados en volver a ver en unos días grandes bandadas.

Aún con todo, a pesar del bajo censo actual y conscientes del tirón que tiene el fenómeno natural de ver miles de grullas en vuelo, el Gobierno de Aragón ha vuelto a poner en marcha las actividades en el Centro de Interpretación de la reserva natural de Gallocanta, que el año pasado atrajeron a más de 7.000 personas. Las instalaciones, a caballo entre Zaragoza y Teruel, vuelven a acoger visitas que recorren parte de la laguna con paradas de observación en diferentes puntos estratégicos. "Las visitas se están haciendo con normalidad y con buena afluencia", confirma Carmina Franco, educadora ambiental del centro.

Actividades como el avistamiento de grullas se han vuelto a poner en marcha hace pocos días.
Actividades como el avistamiento de grullas se han vuelto a poner en marcha hace pocos días.
L. Uranga

En torno a 2.000 curiosos participan cada año en las actividades gratuitas, cuya próxima cita es el sábado que viene, 18 de noviembre. "Se trata de dar a conocer más acerca de los hábitos y características de esta emblemática especie", informan en el centro, que hace dos pases a las 11.00 y a las 15.30. Los ornitólogos explican, por ejemplo, cómo estas aves llegan a recorrer más de 4.000 kilómetros de distancia volando en ocasiones a más de 9.000 metros de altitud.

La competencia de Hortobagy 

José Antonio Román, coordinador del censo nacional de grullas y autor también del libro titulado ‘La grulla común’, explica que actualmente hay "estacionadas" 191.000 ejemplares de grullas en el parque nacional de Hortobagy, en Hungría, que es donde se concentra en estos momentos el grueso de las grullas que posteriormente vuelan a través de las distintas rutas de migración a Europa y África. A esta gran cantidad se suman al menos otras 81.900 que permanecen "retenidas" en Alemania, unas 8.000 en Polonia y al menos 32.000 en el noroeste de Francia

El característico vuelo en forma de V sobre Gallocanta.
El característico vuelo en forma de V sobre Gallocanta.
Eduardo Viñuales

Román explica que la entrada de las sucesivas borrascas en gran parte de Europa ha retenido su proceso migratorio y por eso son escasas aún las que han continuado su viaje hasta la península ibérica. "Ahora podemos tener algo más de 5.000 en España, cuando en condiciones normales ya estaríamos hablando de más de 20.000", dice el experto.

Según el censo nacional de grullas invernantes, Aragón emerge como el tercer destino preferido de la especie (32.409 ejemplares), sólo por detrás de Extremadura (82.969) y Castilla-La Mancha (38.472).

El año pasado en Gallocanta se alcanzó un récord de entrada de grullas, pero fue en febrero, cuando unas 140.000 hicieron parada en su vuelo de regreso a las zonas de cría que suelen hacerlo pocas semanas antes de marzo. Los técnicos de la empresa pública Sarga, entidad que semanalmente realiza una monitorización de la fauna silvestre amenazada, contabilizaron 111.110 ejemplares solo en el dormidero.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión