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Palacios y castillos en Aragón para una boda como la de Tamara Falcó
El palacio de los Duques de Villahermosa, el palacio de Larrinaga, el Monasterio de Piedra o los castillos de Grisel y Bulbuente son alternativas para un enlace de cuento en un auténtico palacio sin salir de Aragón
El día de su boda es el más feliz para cualquier pareja y todo debe salir a la perfección. Enlaces como el de Tamara Falcó ponen de relieve la importancia de contar con un emplazamiento de ensueño. A lo largo y ancho de Aragón, existen palacios, castillos y monasterios en los que contraer matrimonio y sentirse como la hija de Isabel Preysler.
Palacio de los Duques de Villahermosa, a pocos minutos de Zaragoza
Un edificio del siglo XVI enclavado dentro de un jardín de estilo italiano de más 11 hectáreas. Esto es lo que se encontrarán los novios que decidan casarse en el palacio de los Duques de Villahermosa. Además de los jardines, desde Guian Catering, empresa que gestiona la organización de bodas en este enclave, señalan que lo que seduce a los contrayentes es que es un palacio real con un contenido histórico. “Los novios se pueden hacer fotografías en las estancias y organizamos visitas guiadas para los invitados”, remarcan.
Todos podrán descubrir el estilo renacentista del edificio con añadidos barrocos y neoclásicos antes de entrar en el comedor acristalado ubicado en medio del jardín. Desde allí se puede comprobar la elegancia y luminosidad del Palacio de los Duques de Villahermosa, ubicado en Pedrola, localidad a unos 15 minutos de Zaragoza.
Palacio de Larrinaga, en el casco urbano de Zaragoza
En la calle de Miguel Servet, en pleno casco urbano de Zaragoza, se encuentra el palacio de Larrinaga. Con una historia detrás vinculada con el amor, este edificio construido a principios del siglo XX fue un regalo de Miguel Larrinaga a su esposa Asunción por haber dejado su tierra.
Los banquetes, gestionados por el grupo El cachirulo, se celebran en un comedor para 130 invitados, habiendo opción de organizar parte de la celebración al aire libre, gracias a los maravillosos jardines con los que cuenta.
Monasterio de Piedra, enclavado en Nuévalos
En la localidad de Nuévalos, uno de los monumentos más emblemáticos de Aragón como es el Monasterio de Piedra, abre sus puertas a los novios que quieran contraer matrimonio entre sus históricas lindes. Las bodas religiosas se celebran en la antigua abadía, mientras que las civiles se llevan a cabo a los pies de la cascada Caprichosa, con 36 metros de caída. Para el cóctel se habilita el jardín junto a la viña, mientras que el banquete se celebra en el impresionante claustro. Todo ello hace de este lugar un emplazamiento idílico para casarse que desde la institución comentan que es escogido por su singularidad.
Parador de Alcañiz, casarse en un castillo-convento en Teruel
![EL PARADOR DE LA CONCORDIA DE ALCAÑIZ Autor: PARDOS, JAVIER Fecha: 03/06/2002 Propietario: Gabesa Id: 2002-52992 [[[HA ARCHIVO]]]](https://imagenes.heraldo.es/files/image_640_auto/uploads/imagenes/2023/07/14/el-parador-de-la-concordia-de-alcaniz-autor-pardos-javier-fecha-03-06-2002-propietario-gabesa-id-2002-52992-ha-archivo.jpeg)
Con la confianza del grupo Paradores, que según sus responsables es una de las razones para que los contrayentes les escojan “ya que llevamos organizando bodas desde 1928”, Alcañiz ofrece uno de los emplazamientos más singulares de Aragón para casarse. Mitad convento, mitad castillo, es en esta segunda zona en la que se ubica un comedor para 120 personas de estilo señorial. El emplazamiento conserva su torre del homenaje original y el Palacio de los Comendadores, del siglo XVIII. Además, cuenta con una iglesia medieval, ya desacralizada, en la que se pueden realizar bodas civiles.
Bodas personalizadas en el castillo de Grisel y en el Castillo-Palacio de Bulbuente
El matrimonio formado por Luis Zueco y Elena Real gestiona el castillo de Grisel y el castillo-palacio de Bulbuente, lugares singulares en los que casarse. Son especialistas en bodas personalizadas. “Nos enfocamos en enlaces de hasta 50 invitados, que es la cantidad con la que nos sentimos cómodos”, cuenta Elena. “Así podemos centrarnos en cubrir todas las necesidades de los novios para que el día sea perfecto”.
El castillo de Grisel, del siglo XIV, lo han dedicado a la celebración de bodas de estilo medieval. Por su parte, en el castillo-palacio de Bulbuente, cuya torre es del siglo XII y el resto del complejo del XV y el XVI, utilizan sus amplios jardines para realizar bodas civiles. Además, en ambos emplazamientos cuentan con habitaciones en las que poder alojarse.
