Desciende el porcentaje de jóvenes que terminan una carrera universitaria en Aragón

En 2011, el 46,2% de la población entre 25 y 34 tenían una titulación universitaria; ahora esta cifra ronda el 42,9%.

Estudiantes en la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Zaragoza.
Estudiantes en la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Zaragoza.
José Miguel Marco.

Estudiar una carrera universitaria, una Formación Profesional o incluso alcanzar solo la ESO son algunas de las situaciones en las que se encuentran los jóvenes aragoneses. Y es que, aunque desde edades muy tempranas se ha escuchado la frase de “si estudias, tendrás un buen trabajo”; la realidad ha demostrado que esta relación no es directa y que existen muchos matices. Esta es la razón que esbozan desde los diferentes sindicatos educativos para explicar que en los últimos cinco años haya descendido el porcentaje de aragoneses de entre 25 y 34 años que tienen estudios superiores.

Según los datos publicados recientemente por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, desde 2011 ha descendido de manera paulatina el porcentaje de aragoneses con, al menos, una carrera universitaria. En concreto, ha pasado de suponer el 46,2% de la población de entre 25 y 34 años al 42,9%. Una caída sostenida que ha tenido su efecto más inmediato en el ligero aumento de jóvenes con una titulación igual o inferior a la ESO (casi el 30% en 2016) y de aquellos que han terminado un Bachillerato o un Formación Profesional Media o Superior (28,4%).

“Desde 2008, los jóvenes se han dado cuenta de que tener una titulación universitaria no te asegura un trabajo y tampoco uno de calidad; por ello, cada vez hay menos aragoneses que deciden apostar por esta formación”, considera María Martínez, secretaria general de la Federación de Trabajadores de la Enseñanza de UGT Aragón. Una opinión que también comparte Alfonso Zafra, representante de Educación de CSIF Aragón: “Veníamos de una época en la que la teoría era que si estudiabas tenías un trabajo asegurado; pero ahora se ha demostrado que esta relación causa efecto no es directa. Por ejemplo, hay arquitectos que no tienen trabajo de lo suyo y se ven obligados a encontrar un empleo en el sector servicios. Este es el resultado de la crisis económica”.

Asimismo, recuerda que hubo aragoneses que tuvieron que dejar sus estudios universitarios por no poder pagárselos. Por ejemplo, en 2013 la Universidad de Zaragoza tramitó 19 expedientes relacionados con problemas económicos. Además, la defensora universitaria, María José Rabanaque, apuntó entonces que “el problema real es mayor”. Por ello, el campus académico decidió poner en marcha las conocidas becas Rector, que cada año son solicitadas por más de 1.500 alumnos.

“Ante esta situación, se ha comprobado que ha descendido el volumen de jóvenes que tienen estudios universitarios; mientras que han ido aumentando ligeramente el de quienes se decantan por la Formación Profesional”, subraya Zafra. Desde su punto de vista, esto tiene una clara explicación: “Los jóvenes se dan cuenta de que tener una carrera no te asegura nada y que además es caro; por lo que deciden estudiar una FP: más corta, más barata y con salidas laborales más rápidas”.

De hecho, en los últimos años ha aumentado de manera exponencial el número de aragoneses que cursan Formación Profesional. En el curso que está terminando se ha registrado una cifra récord con más de 23.000 alumnos, lo que supone un incremento de un 12% en comparación con el año anterior. Además, desde el Gobierno de Aragón se está trabajando para ampliar y mejorar la oferta existente. De cara al próximo curso ya hay prevista la implantación de 13 nuevos ciclos: dos de FP Básica, seis de Grado Medio y cinco de Grado Superior.

Otra de las cuestiones que también puede justificar este descenso de jóvenes universitarios en Aragón es que, ante la falta de salidas profesionales, algunos han optado por irse a trabajar fuera de la Comunidad e incluso de España. En concreto, según los datos del INE, en los últimos cinco años, más de 10.800 aragoneses han emigrado en busca de ofertas de empleo y oportunidades laborales, muchos de ellos jóvenes que habían terminado su titulación universitaria recientemente.

Muchos universitarios

A pesar de que en los últimos años ha descendido el volumen de jóvenes (de entre 25 y 34 años) universitarios que hay en Aragón, todavía existe esa percepción de que “hay demasiados”. “Hubo un momento en el que todo el mundo estudiaba una carrera universitaria y eso ha provocado que haya un exceso de universitarios, mientras que pocas personas se decantan por tener estudios de FP”, explica Martínez. Prueba de ello es que si se analiza la situación de la población activa entre 25 y 64 años; el 36,3% de los aragoneses tienen estudios universitarios y solo un 27,4% tienen un Bachillerato o una FP Media o Superior. “Además, hay un gran volumen de gente con escasa formación”, puntualiza Martínez. Lo que se traduce en un 36,3% de los aragoneses con una titulación como máxima de ESO.

En los últimos cinco años se percibe cómo cada vez hay menos aragoneses (de entre 25 y 64 años) con unos estudios inferiores al Bachillerato; aumentan aquellos que tienen una FP y siguen creciendo los universitarios. “A parte de los temas económicos anteriormente nombrados; a nivel educativo todavía tenemos ciertos problemas para estimular a aquellos estudiantes que no terminan de adaptarse. En términos generales, las lecciones de hoy en día siguen centrándose en una clase magistral y hay poca interacción y uso de las nuevas tecnologías. Esto solo se empieza a realizar en los cursos de Infantil y Primaria y desde hace pocos años", puntualiza Zafra. Por ello considera que "hay que seguir trabajando en esa línea para intentar que se reduzca el abandono escolar”, que actualmente sitúa en el 20%.

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