Has escuchado la música de este aragonés... y no lo sabes

Iván Martínez Lacámara pone música a series, películas y anuncios.

El músico zaragozano Iván Martínez Lacámara compone en sus estudios de Madrid y Sevilla
El músico zaragozano compone en sus estudios de Madrid y Sevilla

Iván Martínez Lacámara (Zaragoza, 1977) es uno de los músicos aragoneses con más oyentes y, a su vez, un perfecto anónimo en la Comunidad. Sus composiciones y arreglos para televisión acompañan varias de las series con más audiencia de los últimos quince años. Bandas sonoras que, como la de 'Un paso adelante', le generan continuos beneficios por sus derechos de autor al ser emitidas en el extranjero.


La redifusión habitual en el universo TDT y en las nuevas plataformas digitales propicia que cualquier día de la semana y casi a cualquier hora del día se puedan escuchar las composiciones de Iván, que ha puesto banda sonora a 'Los hombres de Paco', 'Los Serrano', 'El Barco', 'Bienvenidos al Lolita' o 'Luna, el misterio de Calenda', entre otras. Estos días se confina en sus dos estudios -vive a caballo entre Madrid y Sevilla- para dotar de música incidental (así se conoce el género) a 'Vis a vis', donde coincide con los también zaragozanos Jesús Rodrigo y Álex Rodrigo, dos de los cuatro directores del 'thriller' carcelario.


El aragonés está acostumbrado a trabajar contrarreloj y bajo presión: "Los calendarios de grabación se hacen con la intención de que todos los que intervenimos tengamos tiempo más que suficiente, pero la realidad es que siempre se acumulan retrasos y los últimos en participar, los responsables de la música y el sonido, acabamos teniendo unos plazos muy cortos". Lo habitual es contar con unos cinco días para componer alrededor de una hora de música, aunque Iván ha llegado a disponer de apenas un par de fechas cuando se ocupó de la banda sonora de 'El Barco'.


En el proceso intervienen los directores, aunque por norma general cuenta con un amplio margen para hacer sus aportaciones. "Una vez que el capítulo está grabado y montado te lo envían. A veces, el director te da una música de referencia de alguna película, que en ocasiones te despista más que otra cosa, y entonces se decide en qué partes se pone música. Ahí es cuando empiezo a componer", explica. De manera paralela se afana el productor de sonido, con quien debe coordinarse.


Los padres de Iván también son músicos, lo que propició que él entrara más temprano que tarde en el mundillo. A los cuatro años se sentó por primera vez frente a un piano y a los ocho llegó al Conservatorio, donde estudió la diplomatura pertinente. "Pero la formación era demasiado clásica y no me iba mucho", apunta. Ya en plena adolescencia hizo sus primeros pinitos como compositor en varias bandas juveniles y empezó a interesarse por la música instrumental de Vangelis.


La curiosidad propia de la edad le llevó a trastear con los programas de edición y en 1997, casi de casualidad, le llegó su primer encargo. A través de una sala de chat IRC contactó con un trabajador de Telecinco al que le hizo llegar algunas maquetas. "Gustaron y, aunque mi firma no aparecía en ningún lado y no me pagaban, se empezaron a escuchar mis fondos musicales en las promociones".


Dos años después se trasladó a Madrid para profundizar en su formación en sonido. Ahí conoció a Manel Santisteban, productor musical, que acabó convirtiéndose en su socio habitual y con el que entró de lleno en la tele. Su primer gran trabajo con plena autonomía le vino en 2003 con 'Un paso adelante'. "La serie daba mucho margen para hacer composiciones y adaptaciones de gente como Madonna o Justin Timberlake, pero luego, con la gran acogida que tuvo, el trabajo se convirtió en multiplataforma y abarcamos muchos frentes", recuerda.


Iván hizo un cameo como pianista en un capítulo y acabó acompañando al teclado a la banda resultante, UPA Dance, también en sus giras por España: "Era una locura, íbamos en el bus y veíamos cómo la Policía tenía que ir quitando de enmedio a las niñas que se echaban encima". No fue partícipe de Santa Justa Klan, la banda teenager que nació de 'Los Serrano' y que fue externalizada por la productora, pero sí hizo arreglos para Fran Perea y compuso para la propia serie, en cuyo éxito a nivel de audiencia no cabe discusión.


El espacio de trabajo del zaragozano, ya sea en la capital hispalense o en la madrileña, es un estudio de 30 metros cuadrados con un piano eléctrico, guitarras, mesas de mezcla y un potente ordenador. En él ha creado canciones para ficción televisiva, pero también para películas (como 'Tres metros sobre el cielo', 'Tengo ganas de ti' o 'Kamikaze', rodada en parte en Llanos del Hospital), publicidad e, incluso, para producciones belgas. También participa en cortometrajes. De hecho, uno de sus proyectos actuales es un corto del director zaragozano Felipe Sanz, con quien también trabajó en 'Nemo', en el que actuaban los aragoneses Luisa Gavasa, Armando del Río y Rufino Ródenas.

La música, "otro personaje"

Frente a la opinión de que la música es un elemento secundario, un mero acompañamiento, Iván sale el paso y señala que "es otro personaje, está hecha a conciencia para que transmita una idea determinada... lo resumo siempre de un modo: si el espectador no se da cuenta de que está, la música es buena".


El buen hacer del aragonés se plasma en sus trabajos pero también en las continuas peticiones que le llegan de todas partes del mundo: "Me llegan a menudo mensajes de seguidores de hasta China que me solicitan canciones por un corte de unos segundos que sale en algún momento de una serie. Eso me demuestra que la música puede ser también protagonista".

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