Plan Energético de Aragón

El Plan Energético genera dudas en ecologistas y sindicatos

Las "ilusorias perspectivas de consumo energético", los interrogantes generados en torno al sector del carbón o el "vacío" que se deja al 'fracking' copan las reclamas de ambos colectivos.

El Plan Energético de Aragón 2013-2020, que actualmente se encuentra en fase de exposición pública, no está dejando contento a nadie. Tanto los grupos ecologistas comos los sindicatos han presentado sus quejas en torno a un diseño que no acaba de satisfacer las peticiones ni de unos ni de otros.


El plan, del que el Gobierno presentó en mayo su primer borrador, prevé "un escenario de crecimiento" completamente ilusorio para Ecologistas en Acción, que denuncia el excesivo optimismo de las previsiones del Gobierno. Según el plan, Aragón tendrá en 2020 una producción eléctrica que alcanzará los 35.100 gigavatios por hora (GWh), más del doble de lo que actualmente se genera. Una "proyección triunfalista", que desde Ecologistas en Acción se valora como "imposible".


Para la organización ecologista, estas previsiones están fuera de toda lógica teniendo en cuenta la actual situación de crisis, y más cuando el anterior plan no cumplió con unas perspectivas similares.


Según se denuncia desde la sede de la organización en Zaragoza, el anterior plan energético vigente entre 2005 y 2012 también pretendía multiplicar por dos la generación eléctrica aragonesa, sin que esta haya variado apenas durante estos últimos siete años, como señalan los datos de Red Eléctrica Española, que indican que Aragón produjo en 2012 16.816 GWh por los 16.563 GWh de 2005, lo que indica que solo se multiplicó la producción por 1´02 en ese periodo.


"Todas las perspectivas son de crecimiento exagerado", valora Saturnino Barbé, de Ecologistas en Acción, que entiende que es irresponsable trazar un plan para doblar la generación eléctrica cuando actualmente las "centrales funcionan a un 30% o 40% de su capacidad", mientras se intenta tapar esta situación "bajo la capa de las energías renovables", que en opinión del ecologista están sufriendo una merma en las inversiones para "ralentizar el paso a sistemas menos contaminantes desde los actuales, más perjudiciales para el medio ambiente".

La situación del carbón

El estado de la producción de energía a través del carbón es otro de los puntos importantes del debate. Para el colectivo ecologista el Gobierno quiere mantener a toda costa un proceso "altamente contaminante", mientras que para los sindicatos la hoja de ruta trazada hasta 2020 supone un paso atrás para el sector minero-eléctrico aragonés.


El pasado día 26, la federación de Industria de CC.OO. presentó al Ejecutivo autonómico cinco alegaciones que tratan de reforzar el valor de este sector en Aragón.


Entre sus reclamas, los sindicatos exigen apoyo técnico y económico para que las instalaciones de las comarcas de Andorra-Sierra de Arcos y de Mequinenza puedan adaptarse al plan de emisiones de la Unión Europea, al mismo tiempo que piden que se siga contemplando en 2020 la misma generación de energía eléctrica por la térmica de carbón que en 2011. Punto este último que choca con las previsiones del Ejecutivo y con el punto de vista de Ecologistas en Acción.


"Entendemos el drama social, pero se debería acometer un plan continuo de sustitución de este tipo de actividades para dar total protagonismo a las renovables, que hasta ahora solo han servido como una fachada verde para la administración", explica Barbé.

El interrogante del 'fracking'

En lo que sí que están de acuerdo tanto sindicatos como ecologistas es en la necesidad de que el nuevo Plan contemple una legislación y unas previsiones "rotundas" para el sistema de extracción de gas por fractura hidráulica, conocido como 'fracking'.


El Plan Energético 2013-2020 no contempla una actuación concreta respecto a este asunto, punto de encuentro de discusiones y dudas en torno a su seguridad ambiental y a la posible destrucción de otras actividades que acarrearía.


CC.OO. ha solicitado en sus alegaciones la existencia de una legislación previa a la concesión de permisos para exploración, investigación o explotación de gas no convencional mediante fractura hidráulica que garantice de manera rigurosa la seguridad de las personas y del medio ambiente. Postura compartida por Ecologistas en Acción, que valora "el vacío" del nuevo plan, "como una puerta abierta" a la entrada de esta técnica en un futuro.