Los valores de la Constitución

La Constitución de 1978 no es solo una norma (que lo es, y la Fundamental del Estado), es un acuerdo de todos los españoles y para todos los españoles.

La Constitución española cumple 45 años.
La Constitución española cumple 45 años.
K. U.

Este 6 de diciembre de 2023 se cumplen 45 años de la aprobación de la Constitución española, lo que merece su celebración y, sobre todo, la reivindicación de su contenido y de sus valores. Desde una perspectiva de memoria histórica conviene situar adecuadamente el impacto que tuvo y tiene la Carta Magna. Tras cuarenta años de dictadura y de oscuridad en lo referente a la libertad (tan reivindicada por Labordeta en su referente ‘Himno a la libertad’), con los precedentes de dos guerras mundiales que asolaron Europa y de un comienzo del siglo XX en España convulso hasta el extremo de llevar a una dolorosa guerra civil, el 6 de diciembre de 1978 se abrían las ventanas de una nueva España, para pasar del blanco y negro al color que reclamaba el nuevo tiempo para hacer efectivas las ilusiones de una sociedad plural y diversa, pero comprometida con una nueva política.

La Constitución de 1978 no es solo una norma (que lo es, y la Fundamental del Estado), es un acuerdo de todos los españoles y para todos los españoles, para cimentar, sobre los valores de la libertad, la igualdad, la justicia y la solidaridad, junto con el pluralismo político, un nuevo pacto social que permite el progreso y la mejor satisfacción de los intereses -dinámicos- de los ciudadanos. Pacto social que ponía en valor, como verdadero logro constitucional, el prestigioso jurista Pascual Sala (ex presidente del Tribunal Constitucional, del Tribunal Supremo y del Tribunal de Cuentas) en su discurso con motivo de la recepción del XXIX Premio Pelayo para juristas de reconocido prestigio en este mes de noviembre.

Es también un pacto político para el presente y para el futuro en el que, teniendo en mente la entonces historia reciente española, con diálogo, renuncias y consensos se acuerda un modelo político inclusivo de concordia, con la aspiración de que la diferencia ideológica, legítima, o la diversidad cultural, no sean elementos de fractura sino que, desde la aceptación y la confianza mutua, se pueda construir un futuro de progreso. Un progreso social, como de forma inequívoca señala el artículo 1 de nuestra Constitución y con vocación transformadora (artículo 9) que ha hecho y hace de las modernas políticas públicas activas de estos años la referencia que permite calificar como éxito sobresaliente los valores y reglas constitucionales.

Nunca antes España y los españoles habían disfrutado de un progreso similar en lo económico y, principalmente, en los derechos sociales. Y eso es gracias a la Constitución de 1978, claramente avanzada y progresista en sus objetivos de largo plazo.

La Constitución española es, también, un pacto político-jurídico para proyectar seguridad jurídica y permitir, con la consustancial evolución ideológica en toda democracia, diferentes opciones de gobierno. Por ello, la Norma Fundamental delimita de forma clara y precisa la función de los distintos poderes del Estado, atribuyendo al poder judicial la importante misión de centinela del respeto al Estado de derecho y de sus principios y valores. Estado de derecho que descansa en la igualdad y en la prohibición de decisiones asimétricas amparadas en una insolidaria bilateralidad justificada en falsos o equívocos agravios.

La Constitución española no está vieja, ni caduca. Ni mucho menos es el fruto final del régimen franquista (posverdad que debemos combatir). Hoy más que nunca conviene reivindicar los valores constitucionales, claramente alineados con los valores y estándares europeos contenidos por los Tratados de la Unión Europea. La Constitución de 1978 es democracia y por ello, en esta fecha, debemos reiterar nuestro compromiso con la misma y con propósito de, juntos aun diversos, con y desde el derecho, con el respeto al pluralismo político como elemento esencial de la democracia, avanzar en la misión constitucional fijada en 1978 y todavía vigente, de progreso y transformación social por un futuro común sostenible, responsable, equitativo, cooperativo e inclusivo. 45 años después reivindico el éxito del pacto constitucional. ¡Viva la Constitución!

*Catedrático de Derecho administrativo (Unizar)

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