El ibón más grande del Pirineo de Aragón
Este ibón es el de mayor superficie del Pirineo aragonés, con 38 hectáreas. Un espectáculo de la naturaleza que no te puedes perder.
El Pirineo es uno de los lugares más emblemáticos no solo de Aragón, sino de España. Además de tener algunos de los mejores paisajes del país y de la comunidad, es una puerta de entrada a la vecina Francia. Esconde una serie de valles con maravillosos parajes naturales, unos más conocidos que otros, pero todos con una belleza extraordinaria. Los valles de Hecho y Ansó, del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, de Benasque y de Tena son algunos de los más famosos y visitados tanto por turistas como por aragoneses.
De hecho, parte del interés turístico de estos lugares son los ibones que albergan, a los que podemos acceder mediante bonitas y curiosas rutas senderistas en plena naturaleza. Las excursiones a estos lagos que espejan entre las grandes cimas del Pirineo aragonés son ideales para hacer tanto en verano como en otoño en familia o con amigos.
Así es la ruta al ibón de Bachimaña Alto
Este embalse natural es el más grande de Aragón, ya que cuenta con 38 hectáreas de superficie. Está situado a 2.207 metros sobre el nivel del mar, a los pies del Pico Serrato y del Pico Chuans. La ruta a este lago parte desde los Baños de Panticosa, junto al refugio Casa de Piedra, y tiene un total de 9,5 kilómetros de recorrido. Se trata de una de las más realizadas y bonitas y resulta indispensable para los amantes de la montaña.
Desde ese punto, seguimos un nace un estrecho sendero, señalizado con marcas rojas y blancas perteneciente al GR-11 hasta llegar al barranco de Calderés, desde donde se aprecian varios saltos de agua espectaculares como la cascada del Fraile. Es un tramo que transcurre rodeado de mucho pino negro y otros arbustos. El pedregoso sendero continúa pegado a la pared de roca, que sigue ascendiendo. Una vez superado el barranco nos encontramos con los Llanos del Bozuelo, un bello paisaje con abundante vegetación.
El sendero que seguimos ahora es la Cuesta del Fraile, bastante duro tanto por el gran desnivel a superar, como por la ausencia de vegetación. Aunque la subida merece la pena, ya que nos encontramos con unas maravillosas vistas de la zona. Una vez ascendemos, llegamos al ibón de Bachimaña Bajo. A la derecha se ubica el refugio de Bachimaña y, al otro lado de la presa, podremos ver el ibón de Bachimaña Alto.
Desde el pequeño ibón seguimos el sendero por la izquierda hasta llegar al superior. La ruta hasta estos dos espectaculares ibones es de unas 2 horas de duración a ritmo tranquilo y disfrutando de las vistas del entorno.
Qué más ver en el Valle de Tena
El Valle de Tena, además de unas vistas impresionantes, también cuenta con gran patrimonio cultural y pueblos con encanto: Sallent de Gállego, Lanuza, Tramacastilla de Tena, Panticosa y Piedrafita de Jaca son de visita obligada. Se puede hace la conocida ruta de las iglesias del Serrablo, así como turismo ornitológico, ya que es un territorio excepcional para la observación de aves, tanto de las que allí habitan como de las migratorias.
Si te gustan los paisajes únicos, el valle de Tena cuenta con hasta 22 vistas panorámicas desde donde se puede contemplar toda su magnitud. Entre los miradores más populares encontramos el de Santa Marina, en Tramacastilla de Tena; el del Pino y de la Reina, en Panticosa; el Salto, en Sallent de Gállego; el Muro en Hoz de Jaca y el mirador de las Señoritas de Arás en Biescas.
Cómo llegar a los Baños de Panticosa, inicio de la ruta
Para llegar a los Baños de Panticosa desde Huesca hay que tomar la A-23 en un trayecto que nos llevará casi una hora y 20 minutos en coche. Mientras que desde Zaragoza son casi dos horas en coche, también por esta carretera.
