El origen de la iglesia de San Pablo se remonta a la edificación de la ermita de San Blas en las afueras de Zaragoza para celebra la reconquista de la ciudad a los árabes en 1118. Un siglo después, en 1259, fue constituida en parroquia bajo la titularidad de la Conversión de San Pablo. Pero la explosión demográfica llevó a que se decretara la creación de un nuevo barrio en torno a la ermita de San Blas. 

Y es en este escenario en el que un objeto como el gancho se acabó convirtiendo en emblema de la parroquia. Ello guarda relación con la veneración a su patrón, San Blas, un santo muy querido y abogado contra los males de garganta. Cuando los feligreses acudían en romería desde las poblaciones próximas a venerar al santo, se abrían paso de ramas, malezas y otros obstáculos con una hoz encajada en un mástil. Es lo que se conoce como gancho, y este objeto que lo simboliza pasó a dar nombre al barrio y es el símbolo de la parroquia. El actual, aunque en desuso porque ya no es necesario como antaño, sigue encabezando todas las procesiones que salen de la iglesia de San Pablo y de la metropolitana del Corpus Christi. El que se expone actualmente data del siglo XVIII.     

En fotos: Tesoros de la iglesia de San Pablo, la "tercera catedral" de Zaragoza

Desde la bella torre mudéjar de la iglesia de San Pablo, cuyo conjunto es Patrimonio de la Humanidad, pueden verse las mejores vistas de la ciudad. Y en su interior guarda tesoros que la hacen merecedora de ser conocida como "tercera catedral de Zaragoza", después de las del Pilar y la del Salvador, conocida como La Seo. (Recordemos que la capital aragonesa es la única ciudad del mundo que tiene una plaza con dos catedrales). 

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