El pequeño pueblo de Aragón en lo alto de una ladera que linda con Cataluña
Con 214 habitantes, esta villa turolense rodeada de piscinas naturales se ubica en la Comarca del Matarraña, en la zona más oriental de la provincia, y marca el límite con la vecina Cataluña.
En España hay muchos rincones a los que podemos hacer una escapada para desconectar de los ruidos y el estrés de las ciudades, y si de algo podemos presumir en Aragón es de contar con una larga lista de estos encantadores pueblos en los que reina la tranquilidad. Algunos en el límite provincial, y otros incluso en el límite con otras comunidades, algunos de estos municipios esconden elementos que suman aún más atractivos para visitarlos, bien por sus preciosos alrededores o bien por su amplio patrimonio histórico, cultural y arquitectónico.
Queda claro que todos los pueblos de Aragón tienen algo que los hace especiales a su manera. Hay pueblos que destacan por sus pocos habitantes, otros por joyas arquitectónicas de lo más reseñables, otros por el entorno que los rodea... y otros por, entre otras cosas, su ubicación.
Qué ver en Arens de Lledó, en el límite entre Teruel y Tarragona
Este pequeño pueblo de Teruel es uno de los pueblos más orientales de la provincia y está situado en una ladera montañosa en la ribera del río Algás o Algars. Se ubica a unos 25 kilómetros de Valderrobres y a poco más de doce de Calaceite, capitales de la Comarca del Matarraña. Este pequeño municipio de unos 214 habitantes marca el límite con la Terra Alta y Cataluña.
Tranquilo, acogedor y rodeado de naturaleza virgen, en su término cuenta con campos de labor de viñas, olivos, almendros y bosque mediterráneo. En la parte baja de la población se conserva el Portal de Baix, portal de muralla y antiguo arco de entrada a la villa.
De igual forma, en su casco urbano destaca la Iglesia parroquial dedicada a Nuestra Señora de la Asunción, una obra que puede datarse de finales de la primera mitad del siglo XIV y está reconocida como Bien de Interés Cultural. En la plaza Mayor se ubica la Casa Consistorial, el Ayuntamiento, terminado en el siglo XVIII, que es un edificio de mampostería y cantería encalada. Para llegar a este punto hay que pasar por la calle Herrería atravesando un pasadizo o calle-portal de origen medieval.
A principios del siglo XX, en Arens de Lledó se construyeron varias casas de estilo modernista que tienen cuatro o más plantas, galería de arcos en la planta superior, balcones de forja y una decoración a base de elementos vegetales. Entre destaca la Casa l’Escolà, la más alta del pueblo, con cinco alturas y Tía Soledad, situada en la calle del Medio.
A medida que te acercas a la parte alta del pueblo, en una fachada en la plaza de la Iglesia están los restos del antiguo convento de San Francisco, construido durante el siglo XVI. Además, en Arens de Lledó hay una acequia denominada Lo Raig, chorro o La Palanca, que toma el agua del río Algars y riega los huertos del pueblo. Es una obra de piedra seca cuyo origen puede ser musulmán.
El paso del río Algars ha favorecido la aparición de grietas en las que se han formado piscinas naturales aptas para el baño, como la del Galeró, una de las más bonitas del municipio, que se sitúa casi un kilómetro más arriba del trazado del río, siguiendo la carretera hacia Lledó y Horta de Sant Joan. Es un tramo más profundo donde están estas pozas, ideales para bañarse en verano, pero que merece la pena visitar también en otras estaciones por su curiosa forma.
Dónde comer en Arens de Lledó, en Teruel
El Hostal Casa Laure y Mª José destaca no solo por su excelente restaurante sino por su servicio. Aquí podemos disfrutar de platos típicos de la zona como la olleta del hort, arroz con liebre o borrajas con miel, entre otros. Se ubica en la calle Larga, 3.
Cómo llegar a Arens de Lledó, en Teruel
Para llegar a Arens de Lledó desde Teruel capital hay que tomar la N-211 y la N-420 en un trayecto de dos horas y 20 minutos en coche. Por otro lado, desde Zaragoza hay que tomar la N-232, y tardaremos apenas dos horas en coche.
