El pequeño pueblo de Huesca con 94 habitantes y una calle en la frontera con Cataluña
En la región de la Ribagorza se ubica este peculiar y bonito municipio fronterizo entre Aragón y la vecina Cataluña con un magnífico conjunto histórico-artístico.
Dentro o fuera de Aragón, lo cierto es que hay infinidad de pueblos bonitos que gozan de patrimonio artístico, cultural, arquitectónico y natural muy rico. En España hay muchos rincones a los que podemos hacer una escapada para desconectar de los ruidos y el estrés de las ciudades, y si de algo podemos presumir en nuestro territorio es de contar con una larga lista de pueblos tan encantadores como tranquilos. En el caso de algunos de estos municipios, las curiosidades que esconden suman aún más atractivos para visitarlos.
Algunos inspiran a artistas, otros simplemente tienen nombres de lo más llamativos, otros son dignos de visitar por el entorno natural que los rodea, y hay muchos tan pequeños que caminar por sus calles es pasear por un paraíso de tranquilidad.
Qué ver en Puente de Montañana, en Huesca
El encanto de este pequeño pueblo de 94 habitantes, ubicado en la Comarca de La Ribagorza, reside, sobre todo, en su casco urbano, que está declarado conjunto histórico-artístico por sus magníficos monumentos. Encaramada en lo alto del barranco del pueblo medieval se encuentra la Iglesia de Nuestra Señora de Baldós, un excelente ejemplo del románico aragonés con una alta torre erigida sobre la capilla situada sur del templo que posee cuatro cuerpos y es, además, el punto más alto de todo el entorno.
Un bonito puente medieval del siglo XV sobre el barranco de San Juan, afluente del Noguera Ribagorzana, comunica los dos barrios de Puente de Montañana y nos da la bienvenida al pueblo. Otro de los monumentos destacados es la Ermita románica de San Juan Bautista, estructurada en una única nave rematada en un ábside semicircular, que se emplaza en la orilla izquierda del barranco de San Juan, a los pies de la iglesia.
En nuestro paseo hacia la iglesia nos encontramos con una torre de cuatro plantas, la antigua prisión de Pueblo de Montañana, que es una de las pocas torres que se mantienen en pie en el pueblo en la actualidad, a parte de la torre de la iglesia. Desde la base de su torre tenemos algunas de las mejores vistas del pueblo, así como sobre el valle y la cercana iglesia de San Juan.
Esta villa pirenaica es de los pocos pueblos que conserva su esencia y visitarla es poder disfrutar de observar con calma sus pequeñas fachadas de piedra, algo que te traslada en el tiempo a la Edad Media. Hay una bonita ruta senderista por el entorno de Montañana que te llevará hasta un mirador natural desde el que se obtienen las mejores vistas del caserío y su entorno.
Además de la cabecera, el municipio está compuesto por los núcleos de Colls, Montañana, Mora de Montañana y Torre de Baró. Y la línea divisoria entre Aragón y Cataluña atraviesa el casco urbano de esta localidad a la que da acceso el puente medieval.
Dónde comer en Puente de Montañana, Huesca
El restaurante Condes de Ribagorza es una buena opción para comer en este pueblo oscense. Ubicado en la carretera de Viella, en este restaurante perteneciente al hostal destacan el cordero y los canelones.
Cómo llegar a Puente de Montañana, en Huesca
Para llegar desde Huesca a Puente de Montañana hay que tomar la A-22 y la N-123 en un trayecto de poco menos de una hora y media en coche. Desde Zaragoza es algo más: dos horas y 11 minutos por la A-23.
