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Un sendero fluvial sobre el río Guadalope conecta el Maestrazgo con las Cuencas Mineras

Con la apertura del último tramo de pasarelas que faltaba, se puede caminar entre las localidades de Montoro de Mezquita y Aliaga por el interior de un cañón inaccesible.

Un tramo de pasarelas en el estrecho de Valloré, en Montoro de Mezquita.
Un tramo de pasarelas en el estrecho de Valloré, en Montoro de Mezquita.
Turismo Aragón

El sendero fluvial entre Montoro de Mezquita y Aliaga por fin puede recorrerse al completo, tras la apertura del tramo de 180 metros de pasarelas que faltaba para conectar las comarcas turolenses del Maestrazgo y las Cuencas Mineras. El primer tramo recorre los estrechos de Valloré, saliendo desde Montoro, y, antes de que existiera esta instalación sobre el río Guadalope acceder a este cañón era prácticamente imposible. Se podía llegar, pero había que subir por un sendero, el PR TE 81, no apto para personas con vértigo.

Desde 2017, este enclave natural de la provincia de Teruel se empezó a dar a conocer gracias a la construcción de un tramo de 200 metros de pasarelas que van por la orilla del citado río. Saliendo desde el extremo del Maestrazgo, la ruta comienza a las afueras de Montoro de Mezquita, una pedanía de Villarluengo donde apenas habita una decena de personas. Con coche se puede llegar hasta el aparcamiento de Las Eras y, desde allí, tras caminar durante algo más de un kilómetro, comienzan las pasarelas, estrechas y de madera. Éstas se adentran en el primer estrecho del Guadalope entre paredes verticales, con formaciones geológicas únicas y con la compañía del rumor del agua y la vegetación de ribera.

La senda fluvial se adentra en este cortado bañado por el río Guadalope, que se encaja en Aliaga (Cuencas Mineras) después de unir sus aguas con las del Val de Jarque. La ruta completa atraviesa una zona de estrechos entre dicha localidad y Montoro, donde el valle se abre para ofrecer una estrecha pero fértil huerta. Después, se vuelve a encajar en numerosas hoces y gargantas hasta el embalse de Santolea.

Hasta hace escasos meses, las pasarelas acababan en este segundo estrecho y no se podía continuar recorriendo los 180 metros que separan este punto del cortado de Bocainferno, donde aparecen las pasarelas de Aliaga. Pero en diciembre de 2022, después de años de reivindicación, las estructuras de ambos municipios terminaron de conectarse. Ahora, se trata de un paseo fluvial de 23 kilómetros lineales que une las comarcas del Maestrazgo y las Cuencas Mineras siguiendo el curso del río Guadalope. La ruta forma parte de los Senderos Turísticos de Aragón y cuenta con un desnivel de subida de 245 metros y de bajada de 575 metros. El tiempo estimado de realización de la senda completa es de cinco horas y media.

La segunda parte de esta ruta fluvial si se va en dirección a Aliaga parte desde la Boca del Infierno, ya en las Cuencas Mineras. La primera parte es un sendero de nueve kilómetros por el barranco de la Hoz Mala, sobre unas pasarelas que llegan hasta el alto de Aldehuela. El segundo tramo hasta el pueblo es de 8,7 kilómetros y pasa por la ermita-santuario de la Virgen de la Zarza, el lavadero municipal o el embalse de la central térmica. El final está en el albergue municipal de Aliaga, situado en el barrio Santa Bárbara, y transcurre por la margen derecha del río de La Val.

La senda fluvial del Guadalope también se conoce como PR-TE 10, dentro de la red autonómica. Esto supone que, ahora, los 23 kilómetros de esta ruta siguen los estándares de seguridad, calidad y mantenimiento. Además, entre los últimos trabajos realizados, se han acondicionado senderos, instalado postes informativos y paneles. También se ha llevado a cabo la colocación de peldaños metálicos, puentes y pasarelas de madera que permiten recorrer todo el tramo con seguridad y sin pérdida.

Si los estrechos de Valloré y la senda fluvial de Aliaga ya eran dos importantes reclamos turísticos de la provincia de Teruel, con las últimas mejoras y tras la conexión de ambas partes su atractivo ha ido en aumento. Los amantes de la naturaleza encontrarán así la posibilidad de recorrer el corazón del Maestrazgo y las Cuencas Mineras acompañados del rumor del agua y de la fauna que habita este recóndito lugar.

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