El pueblo de Aragón que presume de una de las mejores copias del mundo de la Sábana Santa

El próximo Jueves Santo es una de las pocas ocasiones durante el año en la que vecinos y visitantes tienen la oportunidad de verla.

Una de las calles de Campillo de Aragón.
Una de las calles de Campillo de Aragón.
Laura Uranga

Ya no queda nada para que arranque la Semana Santa. El Domingo de Ramos marca el inicio de las procesiones en numerosas localidades aragonesas. Unos días que viven con fervor los cofrades pero que también disfrutan vecinos y visitantes, tanto en las tres capitales -en Zaragoza, la Semana Santa está declarada de Interés Turístico Internacional- como en pueblos de norte de sur de la Comunidad -especialmente en el Bajo Aragón, donde el sonido de los tambores tiene especial protagonismo en las localidades que conforman la Ruta del Tambor y el Bombo.

En la provincia de Zaragoza, junto al Monasterio de Piedra, hay un pequeño pueblo que cada Jueves Santo abre las puertas del retablo de su parroquia, dedicada a San Juan Bautista, para mostrar su bien más preciado: su Sábana Santa, una copia de la de Turín, que se encuentra entre las tres mejores réplicas del mundo, junto a las que se encuentran en Bolonia (Italia) y en Argentina. Halamos de Campillo de Aragón.

Se desconoce cómo fue realizada pero es totalmente fiel a la de Turín, especialmente en las marcas ensangrentadas de las llagas de las manos y los pies. Tiene también la misma anchura que la auténtica -1'10 metros- y cuatro centímetros más de largura -4,40 metros-.

Campillo de Aragón, en la comarca Comunidad de Calatatyud.
Campillo de Aragón, en la comarca Comunidad de Calatatyud.
Laura Uranga

El pueblo venera esta tela como una auténtica reliquia y solo puede verse tres veces al año: en Semana Santa -queda expuesta hasta el Viernes Santo-, el 14 de septiembre, coincidiendo con la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, y un fin de semana de agosto, para que los vecinos que vuelven al pueblo en verano puedan contemplarla.

Tal y como recogió Pablo Ferrer en el reportaje dedicado a Campillo en la sección ‘Aragón. Pueblo a pueblo’, la historia explica que Fray Lucas Bueno Nuño, natural del pueblo, obispo de Malta y Gran Prior de la Orden de san Juan de Jerusalén, la regaló al pueblo. La había recibido en 1650 de parte de la Casa Real de Saboya. En 1652, el eclesiástico campellano la mandó a Zaragoza; el recibidor de la Orden de San Juan la entregó a Antonio Bueno y Andrés Martínez, vecinos de Campillo, quienes la trasladaron al pueblo al año siguiente.

Apúntate a la newsletter de turismo y recibe en tu correo una selección de propuestas para viajar y descubrir la comunidad aragonesa.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión