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La ‘pequeña Cuenca’: así es el pueblo de Aragón que deja huella aunque su nombre suene a lo contrario

El principal atractivo de esta población zaragozana es su caserío colgado de la ladera que da al valle del Isuela.

Las casas 'colgadas' de Nigüella.
Las casas 'colgadas' de Nigüella.
Laura Uranga

En Aragón podemos presumir de algunos de los pueblos más bonitos de España. No lo decimos nosotros sino un listado oficial del que forman parte 13 localidades aragonesas. Teruel bate el récord de ser la provincia con más pueblos bonitos de España, con nada menos que siete (Albarracín, Calaceite, Cantavieja, Mirambel, Puertomingalvo, Rubielos de Mora y Valderrobres). Completan la lista Ansó, Aínsa, Alquézar y Roda de Isábena en Huesca, y Anento y Sos del Rey Católico en la de Zaragoza.

Pero además de pueblos bonitos, en nuestra Comunidad también encontramos localidades con nombres de lo más curioso, como Codos, donde se dice que se habla mucho. Bello tiene los suficientes elementos hermosos para hacer honor a su nombre. Y qué decir de Torrijas, Guasa o Novallas.

A esta lista podría incorporarse un enclave de la Comunidad de Calatayud que, a pesar de a lo que pueda sonar su nombre, deja huella en quien lo visita: Nigüella. Aunque hay varias teorías, se cree el nombre viene de una cruenta batalla entre las dos poblaciones vecinas, Arándiga y Mesones de Isuela, entre las tropas de Pedro IV de Aragón y los unionistas; tras la lucha no quedó ‘ni huella’.

Esta pequeña localidad de tan solo 66 habitantes se halla encaramada a una loma sobre el lecho del río Isuela. La vista que ofrece de sus ‘casas colgadas’ sorprende al que la visita -de ahí lo de que deje marca-, y recuerda, salvando las distancias, a las famosas edificaciones colgadas de Cuenca -aunque no son las únicas en Aragón; Cantavieja también presume de casas colgantes. Las de Nigüella están construidas a varios niveles, con materiales humildes, y tienen el Isuela debajo de la barbilla. En el camino que desciende a la orilla del río, el espectáculo de las casas pegadas al vacío se puede apreciar en todo su esplendor.

Además de su singular casco urbano, con sus replacetas y calles en recodo que merecen la pena recorrer si prisa, en la ribera, bajo las ‘casas colgadas’, hay un hermoso parque que cuenta con columpios, mesas de picnic y zona de asadores.

Cerca de Nigüella, el visitante puede disfrutar de otros atractivos como el castillo de Mesones de Isuela, situado a apenas dos kilómetros y medio, ya en la comarca del Aranda. Se trata de uno de los más grandiosos castillos palacio de señorío que existen en Aragón. Levantado en el siglo XIV, impresiona por sus grandes dimensiones y por su robusto recinto exterior.

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