aragón es extraordinario

Hay una Posada en Uncastillo que espera a sus nuevos amos

Con 22 años de historia, radicada en un magnífico edificio del siglo XVIII totalmente restaurado, sus dueños la han puesto a la venta tras consagrar todos sus esfuerzos a convertirla en un lugar especial

Miguel e Inma, en un balcón de La Posada La Pastora de Uncastillo.
Miguel e Inma, en un balcón de La Posada La Pastora de Uncastillo.
Laura Uranga

Érase una pareja a un terruño pegada, cuyo amor a ese Uncastillo que les vio nacer es efectivamente sayón y escriba, quevediano, aunque no haya asomo de sarcasmo en tal comparación. Es que les sale por cada poro, como el jardín de Algora. Miguel Pemán e Inma Navarro son dos de los hosteleros más conocidos y apreciados de las Cinco Villas, con varios frentes abiertos, y ahora quieren aparcar uno, el primigenio de su impulso: la Posada La Pastora.

"Soy biólogo de formación –cuenta Miguel– e Inma trabajadora social, pero hace ya unos cuantos años que dejamos nuestras profesiones para apostar por la hostelería. La Posada se adquirió hace ahora 25 años, en 1996, y se puso en marcha en la primavera de 1999. De toda nuestras experiencia laboral es, de lejos, la más satisfactoria y exigente al mismo tiempo".

No por sabido es menos necesario recordar lo que supone levantar y mantener un negocio en este gremio. "La verdad es que se trata de una actividad que te transforma, sin horarios y muy sacrificada, que por otro lado trae grandes alegrías. Hemos hecho muchos amigos que empezaron siendo clientes, repitieron y siguen viniendo; también contamos con muchos colegas hosteleros de todos los puntos de España, y también de Francia o Reino Unido. Ilusión no nos falta".

La pareja amplió su envite a otros alojamientos y un impulso complementario. "Después de mejorar la Posada en 2006, contamos con 10 habitaciones dobles en alojamiento y desayuno, aunque ofrecemos igualmente las cenas a los alojados desde hace seis años: renovar y profesionalizar la cocina fue la última gran inversión que hicimos en La Posada, y desde luego valió la pena. También tenemos los Apartamentos Uncastillo; son tres, en régimen de solo alojamiento. Además, pusimos en marcha Rutas Prepirineo; los dos somos muy aficionados al senderismo, y yo también le doy a la bici. Obviamente, conocemos bien la zona y creímos que esta iniciativa era un refuerzo para traer gente, una especie de escaparate; las rutas las hago yo, hay varias opciones e incluye transporte de equipajes para los excursionistas".

Inma y Miguel tienen los apartamentos El Mirador de Zaragoza en la capital provincial. "Son dos, están en la calle Predicadores con la plaza de Santo Domingo, junto al Teatro del Mercado, y cuentan con unas vistas espectaculares de esa parte de la ciudad. Lo cierto es que la calidad de nuestros alojamientos está acreditada, los cuidamos mucho y si no lo hiciéramos bien nos darían el palo en las redes; no hemos bajado el pistón. En Zaragoza hay una persona en la que delegamos para el ‘check in’, limpieza y lavandería, persona que es una maravilla. Aquí hay otras dos personas que nos ayudan, y el resto lo hacemos nosotros.

A la búsqueda de un relevo

Miguel explica que "estamos buscando alguien que quiera hacerse cargo de La Posada. Sabemos que no es fácil encontrar a esa persona; lo de la España vacía es en serio, y asusta, pero no queremos llegar a los 65 años sin una alternativa vital. El negocio está en marcha y funciona, pero tenemos que aliviar un poco la carga; en 2020 no sufrimos tanto como otros, ya que es un negocio asentado, y simplemente nos tomamos con calma los meses de confinamiento para apañarnos luego. Si la crisis del 2008 hubiese llegado seis años antes, quizá no estaríamos hablando ahora; lo que hicimos fue reinventamos, salimos al extranjero y captamos agencias de turismo francés que nos llenan la primavera y el otoño… ese trabajo está hecho, solo hay que mantener los estándares.Además, el saber hacer lo vamos a aportar nosotros a quien venga, porque nuestro plan pasa por seguir viviendo en Uncastillo, eso lo tenemos claro".

La Posada la Pastora, por cierto, forma parte del club Rusticae desde hace más de dos décadas. "El club ha cumplido un cuarto de siglo, y estamos dentro de él desde que empezamos con el negocio. Allí se unen establecimientos hoteleros rurales de calidad, con una historia propia y oferta alejada de lo convencional, para particulares o eventos empresariales.El lema del club es muy claro: "solo seleccionamos hoteles que permitan vivir experiencias únicas". Es un reto, pero como coincide con nuestra forma de entender la actividad, nunca ha sido un problema perseguir ese tipo de estándar de calidad".

En hotelruralenventa.com están todos los detalles de La Posada, con los tipos de habitación (dos de las 10 son suites, y otras dos cuentan con balcón al exterior) y las agradables zonas comunes; el comedor tiene una capacidad de 24 comensales, hay mesas para juegos, biblioteca, productos de la tierra a la venta, bar y chimenea. Además, hay vivienda en dos niveles para quienes rijan en el futuro los destinos de este singular punto de relajación y disfrute. Tentador, ¿eh?

Turismo sostenible con todas las letras, y muy prepirenaico

Miguel e Inma están involucrados en proyectos comunitarios que exceden su ámbito profesional pero redundan en beneficio del sector. El más importante ahora mismo tiene que ver con Europa. "Estamos trabajando en un empeño desde hace un año; se trata de la obtención de la Carta Europea de Turismo Sostenible para el área protegida de la Sierra de Santo Domingo y su zona de influencia, que vendría a ser las Altas Cinco Villas al completo –explica Miguel– y si todo va bien, obtendremos este reconocimiento en breve. Eso nos alineará con los destinos ecoturísticos predilectos de España, con impacto en toda Europa. Nos estamos coordinando bien la administración y los emprendedores en esta ilusión, y eso es muy bueno. La verdad es que soy optimista al respecto".

Otro proyecto bonito en la zona aglutina a las áreas de Guara, Hoya de Huesca y Cinco Villas, y tiene nombre: Prepyr 365. "Reivindicamos algo clave, el Prepirineo como destino diferencial, y lo del número alude a que esta zona puede disfrutarse todo el año. En 2013 ya llamé Prepirineo a nuestra propuesta de rutas, porque tiene valores propios como territorio, mucho recorrido y público afín. De algún modo es más asequible que el Pirineo, sobre todo a nivel físico, y tiene mucho que ofrecer en cuanto a patrimonio, diversidad de espacios, gastronomía y rincones para complacer a todo tipo de visitantes".

Miguel también habla con emoción de una entidad sin la que ya no se entiende su pueblo: la Fundación Uncastillo. "En todos los proyectos estamos los de la Fundación, y perdón que me incluya pero me siento parte de ella. Ahora mismo ha cumplido 25 años, y también ha llegado el vigésimo aniversario de la recuperación de la fortaleza, de nuestro castillo. Por si fuera poco, hace una década de recuperación de la judería y la sinagoga en el que siempre ha sido el BarrioNuevo. La Fundación ha sido y es un revulsivo tremendo para la comarca, un cambio de chip; en otras partes se contempla el patrimonio como una carga, y aquí es la oportunidad en mayúscula para desarrollar el turismo".

Miguel ve cuatro pilares turísticos en su zona. "Dos pueblos que sobresalen, Uncastillo y Sos, y dos espacios naturales, el paisaje protegido de la Sierra de santo Domingo y en la vecina Navarra, las Bardenas Reales. Esos pivotes estructuran la propuesta de turismo local, pero no hay que olvidar a la Bal D’Onsella… si estuvieran en la Costa Brava, Los Pintanos o Longás serían lugares de peregrinación. El potencial es inmenso".

Artículo incluido en la serie 'Aragón es Extraordinario'.

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