MÉXICO LINDO Y QUERIDO (3)

México: ruinas poco conocidas

Cholula, Luna, Cacaxtla, Xochitécatl, Cantona, Tepozteco... son algunos de los escenario de gran riqueza azteca o maya por sus pirámides y yacimientos. 

Piramide de Quetzalcóatl de Xochicalco
Piramide de Quetzalcóatl de Xochicalco
Gervasio Sánchez

México es el paraíso de las ruinas precolombinas en toda América Latina y sólo Perú, al sur, puede competir con su gran riqueza desplegada por todo su territorio nacional. Hay pirámides aztecas o mayas muy conocidas como Teotihuacán, a 50 kilómetros de Ciudad de México, o Chichén Itzá o Uxmal en el departamento de Yucatán.

La pirámide del Sol en Teotihuacán es la tercera pirámide más grande del mundo después de la de Keops en Egipto o Cholula, al sur de la capital mexicana, mucho menos conocida. Su base mide 222 metros por cada lado y tiene una altura superior a los 70 metros. Se construyó en el primer siglo de nuestra era y se necesitaron tres millones de toneladas de piedras para levantarla sin usar herramientas de metal, animales de cargas o ruedas.

O la pirámide de la Luna, construida dos siglos después. El gran yacimiento azteca se puede visitar por la llamada Calzada de los muertos que mide más de dos kilómetros. Otra de las grandes construcciones que producen un gran asombro es la Ciudadela y el templo de Quetzalcóatl, la llamada “serpiente emplumada”, una de las divinidades más importantes del panteón azteca, creador del ser humano y las ceremonias religiosas.

Otro lugar apasionante es Tula, antigua capital de la cultura tolteca, muy conocido por sus guerreros gigantes de piedra basáltica de 4,5 metros de altura llamados Atlantes que protegían a unos 35.000 habitantes en el siglo X, que solían destacar en campos tan diversos como la orfebrería, las artes, la pintura y la arquitectura.

Muy cerca de Puebla, al 120 kilómetros de la capital mexicana, se encuentra en Cholula la pirámide más ancha del mundo con sus 400 metros de lado, monumento desconocido por la inmensa mayoría de los turistas que visitan anualmente México debido al grado de deterioro y abandono que sufre todo el edificio construido, según los arqueólogos, a partir del 300 antes de Cristo aunque se concluyó muchos siglos más tarde. La pirámide está surcada por ocho kilómetros de túneles.

Tras el declive de Cholula grupos olmecas se trasladaron a Cacaxtla, que significa “Donde muere la lluvia en la tierra”, y allí construyeron durante sus años de apogeo edificios con pinturas murales de gran influencia maya mezclados con símbolos de las tierras originarias mexicas.

Juego de la pelota de Cantona
Juego de la pelota de Cantona
Gervasio Sánchez

El llamado Mural de la batalla es uno de los más destacados y pertenece al VII siglo de nuestra era. En él se representan a dos grupos de guerreros, uno dominante que lleva pieles de jaguar y lanzas, y un segundo formado por los vencidos heridos y mutilados con tocados y joyas. Estudiosos del gran mural aseguran que fue pintado por al menos 10 personas distintas.

Muy cerca se encuentra la zona arqueológica de Xochitécatl, un importante centro ceremonial y gran ciudad olmeca que se desarrolló entre el 300 a. C. y el 900 d.C. Su edificio principal, la pirámide de las Flores, mide 144 metros en dos de sus lados 115 en los otros dos, considerada la cuarta estructura más grande de Mesoamérica. En su interior se encontraron los restos de 30 niños sacrificados en rituales en honor al dios de la fertilidad.

Cantona fue una gran ciudad fortificada con 8.000 unidades residenciales ordenadas en 1.500 calles, un gran centro cívico religioso, innumerables plazas cerradas, una acrópolis, una pirámide y 27 juegos de pelota. Algunos arqueólogos lo consideran el mayor centro urbano de Mesoamérica que tuvo su mayor esplendor entre el año 600 y el 1.000. Fue la gran competidora de Teotihuacán y su riqueza principal era la explotación de obsidiana negra de los yacimientos de Oyameles-Zaragoza.

“Cantona no tiene comparación con alguna otra ciudad prehispánica. Su complejidad arquitectónica y su urbanismo la hacen especial y única. Esta ciudad tuvo mucho control y dominio, y no hay otro sitio de esta magnitud”, ha descrito al diario 'El Sol' de México Alejandro Vázquez Gómez, guía especializado en la zona arqueológica desde hace 30 años.

Declarado Patrimonio Mundial dela Humanidad por la Unesco, Xochicalco es uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de México, además de un centro cultural, comercial y religioso de las principales culturas precolombinas. Aquí se reunieron olmecas, toltecas, aztecas, mixtecas, zapotecas y mayas para unificar sus respectivos calendarios.

Guerreros gigantes de Tula llamados Atlantes
Guerreros gigantes de Tula llamados Atlantes
Gervasio Sánchez

El Templo de las Serpientes Emplumadas muestra la gran calidad de los labrados de sus canteros y escultores. En las representaciones escultóricas destacan 28 sacerdotes llegados de distintos lugares para observar un eclipse.

También se ha encontrado veinte altares redondos y uno cuadrado que quizá se utilizaban para calcular el calendario ritual azteca de 260 días dividido en 20 meses de 13 días cada uno y dedicado a las fechas más propicias para eventos relevantes como los mejores días para sembrar, cosechar o hacer viajes expedicionarios.

Otro monumento que hay que visitar es la pirámide de Tepozteco, a la que se llega después de caminar en continuo ascenso unos dos kilómetros hasta lo más alto de un escarpado donde se encuentra el monumento de apenas unos diez metros de alto. El camino es agotador pero la vista del valle es espectacular.

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