aragón es extraordinario

Del Burosque de Bureta sale encantado todo el mundo

Cuatro mujeres de la localidad, con el apoyo de sus vecinos, han consolidado en apenas doce meses uno de los alicientes turísticos familiares más impactantes de la provincia de Zaragoza

Son una máquina bien engrasada, con motor sostenible alimentado por la ilusión. Laura Sánchez, Virginia Colás y Elena Bellido comparten segundo apellido, Martínez, y asociación, Bureteando Ando, con una cuarta esforzada: Inmaculada Sánchez, que rompe con el ‘martinezismo’ al ser García de apellido materno. Son el equipo que ha puesto en el mapa turístico local a Bureta por una razón boscosa y mágica; el Burosque, un encantador ejemplar de naturaleza encantada. Personas voluntarias de todo el pueblo les ayudan, además; el efecto llamada, le llaman los aficionados a las redundancias resultonas.

El breve y detallista recorrido al que se accede en un momento desde el centro del pueblo ha atraído a numerosas familias en los últimos meses; se trata de una idea fantástica de excursión en el día para quienes viven en la ciudad de Zaragoza y, por qué no, una de las cosas más curiosas y llamativas que pueden hacerse en la comarca del Campo de Borja amén de turismo gastronómico, enológico o cultural.

El movimiento empezó hace justamente un año con el pintado de las pistas, y el Burosque se inauguró a principios de septiembre. “La idea nace de algo tan sencillo -explica Laura- como el primer diente que se le cayó a mi hija; le hice una casita de juguete del Ratoncito Pérez en el jardín para celebrarlo. A la gente le hizo gracia y pensamos en ir un poco más allá; hablamos con el Ayuntamiento y les pedimos extrapolar la idea a la cuesta de la calle del Molino; primero pensamos en la arboleda, pero la cuesta cuadraba más. Son 35 pinos al final de la calle, que plantamos nosotras de pequeñas”.

La gente se sorprende mucho al verlo. “Aunque sea algo pequeño, los que nos visitan sí suelen apreciar el trabajo y el cariño que hay detrás de las figuritas. Otros no, que de todo hay; pensaban que venían a Port Aventura o a un jardín gigante, pero esto es un pueblo pequeño -risas- y para su tamaño no está nada mal. Tampoco son obras de arte dignas de un museo, pero sí trabajos delicados y cuidados que hacemos con todo el cariño, mezcladas con la naturaleza. Nos repartimos las funciones; Elena hace los muñecos, otros puertas, ventanas y tallas. Hay que ir reponiendo cosas, porque la gente se las lleva; regar las plantas, limpiar... es una tarea de nuestro tiempo libre, y hay que meterle horas para mantenerlo y tratar de ir avanzando.

Vídeo de Bureteando Ando de Bureta en 'Aragón es extraordinario'

Además del Burosque, la iniciativa Bureta Encantada ha ido esparciendo magia por todos los rincones de la localidad. Hay un Oasis Sostenible en el solar de la calle Mayor esquina Condes de Bureta, con elementos reciclados dispuestos con mucha gracia; desde unas garrafas de cristal antiguas convertidas en adornos a mesitas, asientos y maceteros hechos con neumáticos. “En todo el pueblo hay detalles; puedes traernos lo que quieras, que le damos la vuelta. Eso sí, en el Burosque no reciclamos, ahí es espacio natural del todo”.

La próxima idea

Una de las cosas que más ilusiona al póquer de Bureteando Ando es el interés de los mayores del pueblo. “Nos encanta cuando nos preguntan si hemos hecho alguna cosa nueva esa semana, o piropean el detalle de una pared, o te piden que hagas algo en su fachada. Te regalan plantas, antigüedades que quieren sacar de casa para disfrute de todo el pueblo… supongo que el entusiasmo llama al entusiasmo. Cuando empezó a llegar gente los fines de semana, decían que esto parecía el Pirineo con tanto movimiento. Y nos hemos encontrado incluso gente del trabajo que no sabían que éramos de Bureta”.

La ampliación del Burosque ya está en marcha, en un ramal de la propia Cuesta que queda algo más elevado. “Esa zona se llama Luchán, es una acequia con un parque. Hay más arboledas, aunque un incendio en la chopera frenó la cosa por ese lado. También tenemos otro proyecto; la propietaria de una casa del pueblo, que no suele venir nunca, nos ha ofrecido darle uso como centro cultural. Tiene finca, está en medio de otra arboleda… para las ideas que van surgiendo es un lugar perfecto, una sede ideal para hacer talleres, cuentacuentos, conciertos… todo lo que se pueda, y darle vida en las redes para recibir ideas y tratar de mejorar lo que hay. Siempre se han hecho actividades en verano e invierno, esté quien esté de nosotras, la amas de casa también se vuelcan cuando toca”

Además del impulso turístico, Bureteando Ando se ha involucrado en un esfuerzo colectivo de asociacionismo en la comarca. “Queremos hacer cosas conjuntas, y si el movimiento se refuerza en más sitios, mejor para todos. El bosque es un ejemplo, pequeño pero efectivo; también vemos todo esto como una manera de dejar claro que quedarse en el medio rural es una opción, que pasan cosas. De nuestra generación nos hemos quedado todos, después de haber salido a estudiar o trabajar”.

No obstante, el problema de la vivienda es muy claro aquí, como en otros sitios. “Aquí no hay problema de empleo, en 15 minutos de coche a la redonda sobra faena, pero… ya han venido dos familias a vivir, y preguntan muchas, pero las cuatro que hay en alquiler ya están llenas. El Ayuntamiento está construyendo una casa para destinarla a alquiler, pero las cosas llevan su tiempo y en los pueblos, más. Hemos intentado hacer bolsa de viviendas de alquiler, pero la gente no quiere. Otro cantar son las cargas burocráticas e impositivas, que deberían ser menores. Estamos acostumbradas a trabajarnos las cosas, no esperamos grandes ayudas, pero sería bueno que hubiese menos impedimentos”.

Repartir juego, un credo solidario

Mariano, el actual Conde de Bureta, está impresionado con la iniciativa de sus vecinas. Y contento, como todos aquellos que tienen una puerta abierta en el pueblo con alicientes para el visitante potencial. “Como la gente pasa el día aquí, además de tomar vermú con algo rico en el bar o comprar conservas en Lores, sienten curiosidad por el Palacio, y más habiendo un buen restaurante, como es el caso. Siempre lo nombramos en redes; lo mismo hacemos con el pan de horno de la panadería, ¿eh? Creo que todos están contentos. Ojo, y no solo aquí, también recomendamos sitios de los pueblos vecinos. Algún negocio nos ha mandado mensajes cariñosos reconociendo el esfuerzo que se ha hecho en Bureta, y cómo ha repercutido en la zona. Que mucha gente que viene por aquí solo conoce Borja, Tarazona, Veruela y el Moncayo, y hay más”. Mari, en el quicio de la puerta del bar, asiente con una sonrisa.

Artículo incluido en la serie 'Aragón es Extraordinario'.

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