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El saso de Montearagón, escapada en las inmediaciones de Huesca

Esta ruta circular de 9  kilómetros con vistas es una buena opción de excursión sin salir del término municipal de la capital oscense.

La ruta por el saso de Montearagón está señalizada, siguiendo el PR U145.
La ruta por el saso de Montearagón está señalizada, siguiendo el PR U145.
Turismo Hoya de Huesca

A veces, lo más cercano es lo más desconocido. En el término municipal de Huesca capital se encuentra el saso de Montearagón, un paraje al que se puede caminar en una ruta a pocos kilómetros de la ciudad.

La alternativa corta de esta excursión es de 9 kilómetros que van desde Huesca hasta el saso y vuelta, en una ruta circular sin salir de los límites locales. Existe otra opción similar, de 12 kilómetros, que traspasaría la frontera municipal llegando hasta el municipio de Quincena.

Ambos recorridos están señalizados y transcurren por el PRU145, partiendo desde el polígono Monzú de la capital oscense. Situado en la salida de la N-240, se puede llegar hasta el punto de partida en coche y comenzar desde allí el paseo.

Un gran panel informativo en un sendero indica el comienzo de la ruta, que se produce todo el tiempo por un camino sencillo para poder disfrutar sin complicaciones. Se puede realizar a pie, pero también es apto para bicicletas.

En cualquier caso, y aunque lo importante es mirar dónde se pisa, durante este paseo se recomienda detenerse de vez en cuando y contemplar, a la espalda, las vistas que se van obteniendo de la ciudad de Huesca.

Tras atravesar el barranco de la Alfántiga, la ruta continúa por un camino agrícola que llevará al senderista hasta los pies de los escarpes del saso. En esta zona, la ruta coincide con una de las seis etapas del camino de San Úrbez, como indican las balizas del GR268.

Unos metros más adelante, el camino tomado desde el comienzo se abandona para ascender por un sendero corto que llega hasta el punto más elevado del saso. En el transcurso, se pasa por campos de olivos y se pueden contemplar algunas especies arbóreas, como la carrasca. Desde lo alto de esta plataforma rocosa se puede divisar buena parte de la Hoya de Huesca y aparecen los restos de una antigua calzada romana, caracterizada por las grandes losas de piedra desordenadas.

Carrasca en el monte de camino al saso de Montearagón.
Carrasca en el monte de camino al saso de Montearagón.
Turismo Hoya Huesca

Éste es el tramo de mayor desnivel de la ruta, pero el acceso por dicha calzada es sencillo y permite llegar un poco más arriba para obtener todavía mejores vistas. En la parte más alta, se encuentra el embalse de Montearagón.

Unas vistas privilegiadas

Llegar a la parte más alta del saso tiene, sin duda, su recompensa. Desde allí, el senderista obtiene unas vistas privilegiadas de toda la Hoya de Huesca, a un lado, y del salto del Roldán, al otro.

El embalse de Montearagón y el castillo aparecerán unos metros más adelante, tomando una senda a la derecha que transcurre entre campos de cultivo y pista forestal. Una vez en lo alto de la loma es un buen momento para realizar una parada y descansar mientras se disfruta de las vistas.

Este punto es, además, donde se debe decidir si realizar la ruta corta (9 kilómetros) o la larga (12 kilómetros). En la primera opción, el camino de vuelta se emprendería aquí, por el mismo trazado o por uno similar, también señalizado. En el caso de la segunda opción, el caminante pasará por Quincena, en dirección al castillo de Montearagón, antes de regresar.

Quienes opten por esta alternativa, deberán continuar la misma pista que les ha llevado hasta allí, durante unos 4 kilómetros más, hasta llegar a las inmediaciones del castillo. Es la parte más alta del recorrido, desde la que habrá que emprender el descenso atravesando en varias ocasiones la carretera hasta llegar a un llano. Allí, el camino conduce hasta la localidad de Quincena, a 4  kilómetros de la capital.

Acueducto romano de Quincena.
Acueducto romano de Quincena.
Turismo Hoya de Huesca

Ya en la recta final de la excursión, desde este punto el regreso hacia la ciudad se produce por un camino llano con algunos puntos en los que merece la pena detenerse, como el antiguo acueducto romano de Quincena.

El tiempo estimado de duración de esta ruta, en su alternativa más extensa, es de unas tres horas y media sin paradas y, por sus características, se considera de nivel medio, apta para realizar con niños.

Otras rutas en la Hoya de Huesca

La del saso de Montearagón es una de las rutas propuestas desde la comarca de la Hoya de Huesca para favorecer las actividades en la naturaleza en el entorno más cercano. Una alternativa de ocio seguro que, más en estos tiempos, es muy demanda.

Según la época del año, se recomiendan más unas rutas que otras. Así, en navidades se propone una excursión para ver los distintos belenes de montaña, y en primavera se recomienda darse una vuelta por la localidad de Bolea para ver sus almendros en flor.

Otras opciones son para todo el año, como la excursión por los miradores de aves de la Hoya de Huesca, para los aficionados al turismo ornitológico. Una ruta por el gótico de la comarca y otra que recorre el arte mudéjar detalla los principales monumentos de la zona, según sus características y época.

También abundan las propuestas de turismo activo, como la práctica de rafting, escalada o descenso de barrancos, para disfrutar de una manera diferente en las inmediaciones de la capital oscense.

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