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Yeste resuena al compás de su Lacasia de la Música

El músico Sergio Lacasia abandonó Zaragoza para instalar su estudio de grabación en esta localidad de Las Peñas de Riglos, junto al pantano de La Peña

En los días prenavideños, la minúscula localidad de Yeste (integrada en el municipio de Las Peñas de Riglos) alberga cursos rápidos de producción de pequeños grupos burbuja. Imperativo sanitario, obviamente. Los concentrados ensayan, cocinan, conversan y crean; mientras tanto, el anfitrión cuenta sucintamente su historia; es Sergio Lacasia, y su casa (cuidado, aliteraciones) es Lacasia de la Música.

“Tuve muchos años un garito en Zaragoza, La Gruta. Un cliente habitual, Javi, tenía casa cerca de Yeste, y hablaba de sus veranos familiares en ella; aún la mantiene. Yo llevaba un tiempo pensando en salir del círculo de los bares, de ese cerrar uno y montar otro; oyéndole hablar empecé a valorar la idea de mudarme a un pueblo y desarrollar un proyecto de vida en este entorno. Si me gastaba el dinero en una casa, no me quedaría suficiente para montar otro bar –ríe– y elegí casa, elegí pueblo”.

Sergio ha tocado en grupos desde siempre. “La música debía tener un papel esencial en esta aventura. Estuve muchos años con We & Dem y en Los Brodies, también al principio de Irregular Roots… casi siempre muy ligado al reggae. Con We & Dem nos fuimos a grabar en 2006 a Santander, 20 días en A-Lone Productions con Roberto Sánchez, y la experiencia de Roberto me abrió los ojos; era justo lo que quería hacer yo. Aún no había empezado las obras en la casa de Yeste; la idea inicial era algo de turismo rural y un centro para residencias artísticas, pero poco a poco evolucionó la idea de montar el estudio y enfocarme en la producción de música. Tenía en la cabeza aquellos primeros estudios móviles de los Rolling, que se encerraron en una casa del sur de Francia para grabar ‘Exile on Main Street’, pero aquí quieto. En 2006 compré la casa, en 2008 comencé la obra, que fue avanzando con calma, y en 2014 ya abrí Lacasia de la Música para grabar. Al principio fui combinando el tema con el trabajo en el bar el Zorro de Zaragoza, pero los dos últimos años estoy aquí a tiempo completo”.

El 80% de los clientes de Lacasia de la Música viene de Zaragoza, que está apenas a hora y media. “Por aquí ha pasado desde gente más consolidada en el panorama local a artistas más nuevos: Irregular Roots, Los Twangs, No Se Qué y los Catalíticos, Almendras Garrapiñadas, Comando Mandarina, Silvia Sola, Viki Lafuente, Los Brotes Verdes, Rosin de Palo, Karina Soro… hay variedad de estilos en las grabaciones, pero prefiero trabajar con los más orgánicos Creo que la gente se va contenta de aquí”.

Hay cuatro habitaciones dobles en Lacasia, destinadas a los artistas, más la de Sergio. Se cuenta con cocina, tres baños, estudio con ‘pecera’ y un ‘home studio’ en el salón de arriba para producciones más pequeñas. “También tengo huerto, aunque las últimas heladas limitan la producción actual a las acelgas, pero planto tomates, lechugas, calabaza… la pandemia ha retrasado la idea de dar cursos de producción con profesionales invitados de renombre. En la primera parte del año aproveché para trabajar en un panel de la historia de la música reciente, que tengo en el pasillo. Clasifico a los artistas más influyentes por décadas e impacto, de varios géneros”.

Casa Ger, la morada veraniega del rey Ramiro I de Aragón

Desde Zaragoza y Huesca, el camino más directo para llegar a Yeste pasa por Ayerbe y Murillo de Gállego, atraviesa el pantano de la Peña por su célebre puente de hierro y gira a la derecha frente al restaurante El Jabalí en dirección Eiforsa (la maderera de La Peña) y Anzánigo, localidad ya enmarcada en el vecino municipio de Caldearenas.

Yeste está en el municipio de Las Peñas de Riglos, junto a otros 10 núcleos de población, con algo más de 200 habitantes en total. Es el pueblo más elevado de la Val de Triste, y se sitúa en las faldas de la sierra de Santa Isabel. “Aquí –explica Sergio Lacasia– viene la gente que visita luego los Mallos y las actividades acuáticas y de aventura de Murillo de Gállego; los que vienen a mi casa no son el turista tipo, porque acuden a grabar, y no guardan demasiado tiempo para actividades turísticas, apenas algún paseíto”.

Parte del encanto de la zona es su carácter virgen en el aspecto turístico, aunque eso tiene dos caras. “Por aquí –apunta Sergio– no se llega directamente a unas pistas de esquí, y se nota; eso tiene su lado bueno y su lado malo, pero si te gusta la tranquilidad y la naturaleza, esto es un lujo. No obstante, entre los que vivimos aquí sí hablamos de idear cosas para que venga más gente. El municipio ha marcado una serie de rutas y puntos de interés en cada uno de los pueblos”. En las inmediaciones está La Foz de Escalete, y también las de la Gorgocha y Garoneta; en Yeste se ha ido haciendo obra de recuperación de la iglesia del Salvador, románica del siglo XII.

Las antiguas casas de Ramiro I

“En Yeste –cuenta Sergio– hay un amigo de Pamplona que ha arreglado Casa Ger, una edificación tremenda justo detrás de casa, y ya funciona como vivienda rural. Hemos hablado de complementarnos, porque va a abrir residencia de artistas. Ger era el apellido de los antiguos propietarios, y la casa original tiene su historia, ya que hablamos de la residencia de verano del rey Ramiro I de Aragón en el siglo XII. Para los aficionados a andar y seguidores de la micología, hay buenos senderos y abundantes setas aquí; por otro lado, tenemos Jaca a una media hora, Ayerbe está muy cerca para los abastos y otros servicios; en La Peña están el bar El Carmen (974 941 850) y la panadería (647 550 770), los dos son comercios muy bien surtidos; es el pueblo más cercano, a apenas dos kilómetros. Para las compras gordas yo aprovecho los viajes a Zaragoza o acudo a Huesca. Javierrelatre y Caldearenas están a 15-20 minutos por el otro lado, además, también con servicios básicos cubiertos y una carretera en buen estado”.

Sergio revela algunos planes más para Yeste. “El pueblo empezó con Casa Ger y la iglesia del Salvador; la mía era la casa de los sirvientes de la vivienda real, enfrente estaban las cocheras… ahora mismo hay seis casas arregladas en el pueblo, todas como segunda vivienda menos la mía. Yo, de momento, tengo claro que me quedo; aquí estoy muy bien y creo que es el sitio en el que puedo disfrutar más de la vida, que no es poco”.

La Peña, el pueblo hermano que surgió con la llegada del pantano

Sergio Lacasia recuerda que el pueblo de Yeste se deshabitó en los años 50 porque los barracones de trabajadores asentados como pueblo a orillas del pantano de la Peña, que data de 1907, fue el primer punto de Huesca con agua corriente. “Todo el mundo de Yeste se bajó a vivir a La Peña en las dos siguientes décadas a la llegada del agua corriente;aquí a Yeste llegó hasta mucho después. Toda la gente de La Peña tiene raíces en Yeste; de hecho, hacemos actividades comunes, la asociación de vecinos es conjunta… el actual pueblo de La Peña nació en 1910, porque el pueblo antiguo quedó bajo las aguas y muchos de los trabajadores del propio pantano vinieron a vivir a esta zona. Hubo una mina de carburos en La Foz de Escalete, además”. Hay unas 25 personas viviendo en La Peña a diario, donde se halla la estación de tren del Canfranero de Santa María y La Peña. El tramo de vía hasta Riglos es fantástico.

YESTE

Comarca. Hoya de Huesca; es una localidad integrada en el municipio de Las Peñas de Riglos

Cómo llegar. Desde Huesca, su capital de provincia, hay 55 kilómetros por la A-132 y la A-1205.

Dónde quedarse y comer. En Yeste está Casa Ger para estancia (606 056 876) y, obviamente, Lacasia de la Música si se va por la música (625 21 97 52). Para reponer fuerzas, el bar El Carmen, en el barrio de La Estación de la Peña.

El tren. En La Peña hay estación del Canfranero. Hasta Riglos hay apenas 10 minutos de trayecto con el Gállego a los pies, y un coste de 1.95 metros. Si no se va a hacer una ruta mayor en el tren, es buena idea marcarse este tramo sobre raíles y combinarlo con algún tipo de excursión en la zona.

El Salvador. Iglesia de Yeste, de una nave, con cabecera semicircular orientada al este, y torre adosada en la zona de los pies por el lado norte. Románica del llamado epigonismo larredense, entre 1981 y 1988 fue íntegramente restaurada por los vecinos.

Artículo incluido en la serie 'Aragón es extraordinario'.

 

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