El modificado del proyecto, aún pendiente de correcciones

Las obras del nuevo hospital de Teruel supone un escollo para el Gobierno de Aragón

La rescisión del contrato de obras del nuevo hospital de Teruel no es el único problema que afecta al proyecto estrella del Gobierno de Aragón. El modificado del proyecto, encargado a la empresa Pinearq para reducir el tamaño del complejo y hacerlo más resistente ante un hipotético terremoto, ni siquiera está listo pese a que la fecha para su entrega expiraba a finales de agosto de 2014.


El director gerente del Salud, Ángel Sanz, explicó que la propuesta aún debe someterse a más correcciones de arquitectura y, sobre todo, de la parte de instalaciones. "Requiere aún una revisión de detalles", añadió antes de reconocer que el proyecto definitivo no tiene fecha. El Salud adjudicó la redacción del modificado del proyecto a Pinearq en abril de 2014 porque, precisamente, recortaba los plazos y se comprometía entregarlo cuatro meses después.


Nada más lejos de la realidad, ya que Sanz tuvo que dar un ultimátum a la empresa en octubre. A mediados de ese mes, según su relato de fechas, acabó enviando el diseño. "La parte de la obra civil tenía una calidad suficiente, con salvedades a detalles arquitectónicos, pero requería un cambio radical de instalaciones. Por ello, le hicimos un nuevo requerimiento", manifestó.


Ángel Sanz mostró su perplejidad por los cambios introducidos por la empresa en el apartado de instalaciones, ya que sostuvo que hubo partidas que se multiplicaron pese a que el objetivo era redimensionar a la baja el complejo hospitalario. Como ejemplo puso el cambio de una caldera. "La propuesta multiplicaba por diez el coste inicial", aseguró.


El director del Salud incidió en que Pinearq iba corrigiendo conforme se lo exigía la DGA y, finalmente, remitió otra versión de las instalaciones en noviembre, que sigue adoleciendo de fallos.