TECNOLOGÍA
Móviles que se reparan solos
Los fabricantes trabajan ya en pantallas que se autorregeneran después de sufrir un golpe.
Atodos nos ha ocurrido: el teléfono móvil se nos escurre de las manos y acaba topando con el frío cemento. Temerosos, nos apresuramos a recogerlo y examinar la pantalla en busca de cualquier impacto que comprometa el buen funcionamiento del terminal. Y es que la reparación puede costarnos varios cientos de euros, un desembolso impensable si hemos optado por un dispositivo de gama media.
Lo que nadie vio venir, en el contexto de una industria que apuesta por smartphones cada vez más voluminosos (todo pantalla y apenas provistos de marcos), es el desarrollo de una tecnología por la cual dichos paneles podrán repararse solos en caso de caída accidental.
La firma de análisis CCS Insight estima que dicha funcionalidad estará disponible de aquí a cinco años, en 2028. Los fabricantes apostarán así por un ‘nanorecubrimiento’ en la pantalla de sus teléfonos capaz de autoregenerarse ante cualquier arañazo. Todo gracias a un nuevo material que reacciona al contacto con el aire, llenando los huecos inherentes a la imperfección.
Coinciden los expertos en que dicha solución es plenamente factible, si bien tocará rebajar las expectativas: no evitará que las pantallas acaben hechas añicos en los casos más aparatosos; únicamente disimulará esos pequeños roces que tanto incordian cuando acabamos de estrenar aparato.
La primera vez que supimos de un ‘smartphone’ capaz de repararse autónomamente fue bajo el seno del fabricante surcoreano LG. Lanzó el modelo ‘G Flex’ en 2013 con una interesante particularidad: una capa regenerativa en la cubierta trasera que, al frotarse (para aplicar calor) conseguía disimular los arañazos. El invento no tuvo demasiado éxito, lo que no impidió a otras marcas seguir experimentando.
En 2017, Motorola registró la patente de una pantalla fabricada con un polímero que conserva la forma. Ante un golpe mal dado y nuevamente aplicando calor, el panel podría revertir las grietas menos profundas.
Tres años más tarde, un registro de Apple aludió a un ‘smartphone’ flexible cuya pantalla incorporaría una capa ‘auto-reparable’. En este caso el proceso tendría lugar durante la carga del dispositivo, cuando la temperatura aumenta de forma irremediable. El material utilizado sería un elastómero, capaz de perder y ganar su forma con facilidad, algo que como se ha visto resulta fundamental para la durabilidad de los teléfonos plegables.
Sin baterías integradas
Con todo, ningún gigante del segmento ha invertido lo suficiente en investigación y desarrollo como para dar con una solución factible que pueda llegar al mercado: los terminales de gama alta ya marcan precios excesivos para la mayoría de consumidores, quienes demandan resultados cada vez más convincentes. De ahí el pronóstico a un lustro de CCS Insight, recogido por la cabecera norteamericana CNBC.
Móviles cada vez más reparables
Hasta 2028, los usuarios tendrán como consuelo el saber que sus móviles resultarán cada vez más fáciles de reparar. Frente a la obsolescencia programada impuesta durante los últimos años (el empeño de los fabricantes por limitar la vida útil de sus dispositivos mediante actualizaciones de ‘software’ o ensamblajes solo aptos para sus centros de asistencia técnica), la Unión Europea ha aprobado una directriz que prohibirá las baterías integradas en todos los dispositivos electrónicos: "Nos hemos puesto de acuerdo en una medida que beneficiará enormemente a los consumidores: las baterías resultarán más seguras y fáciles de reemplazar. Nuestro objetivo es el de una industria del reciclaje más fuerte en el marco de la Unión (particularmente en torno al litio), lo que marcará un hito en el mercado global de las baterías", explicó el portavoz europarlamentario Achille Variati.
De igual modo, gigantes como Apple o Samsung ofrecen desde hace un tiempo la posibilidad de que sean los usuarios quienes acometan las reparaciones desde casa. Sin ir más lejos, la multinacional californiana ha habilitado un programa de ‘autoservicio’ destinado a quienes tengan «experiencia con las complejidades de la reparación de dispositivos electrónicos». A través de éste pueden solicitar piezas originales, así como las herramientas y los manuales necesarios para reemplazar la pantalla, la batería o la cámara (entre otros componentes) de los últimos modelos de iPhone.
Por su parte, Samsung se ha aliado con la web iFixit para comercializar los kits de reparación más usuales. Encontramos así herramientas y componentes para ‘meter mano’ a un gran número de modelos, desde el Galaxy S5 (lanzado en 2017) hasta los últimos buques insignia. La misma página también nos permite comprar interioridades para los teléfonos de Google, Nokia, OnePlus, Xiaomi, Motorola y Huawei; además de facilitar la reparación de ordenadores portátiles y de sobremesa, tabletas electrónicas, ‘smartwatches’, reproductores de música, consolas de videojuegos, altavoces, cámaras de acción e incluso aspiradoras robóticas.
