Interiorismo

Tendencias en decoración del hogar: vuelve la cerámica y la artesanía

El 'craftcore', o hacer las piezas a mano, se ha convertido en una moda gracias a su conexión con la naturaleza.

Algunos jarrones hechos por Roc Cerámica, en Zaragoza.
Algunos jarrones hechos por Roc Cerámica, en Zaragoza.
Roc Cerámica

'Craftcore'. O piezas hechas a mano. Llámenlo como deseen, pero seguramente quieran o ya tengan una en su poder. Y es que lo artesanal vuelve a estar de moda para la decoración del hogar. Quizá todavía guarden aquella caja con vajilla vieja o algún jarrón que merezca la pena restaurar. O quizá prefieran ir directamente a una tienda a comprar un objeto único, hecho a mano, con su gracia y su personalidad.

Los interioristas ya lo avisan y laos negocios lo confirman. Con el paso de los años, cada vez más gente se ha interesado por esta corriente de artesanía, tanto para hacer talleres como para comprar una pequeña pieza hecha a mano que aporte un toque único al hogar. Fue el minimalismo duro el que llevó estas técnicas a un segundo plano, pero ahora las generaciones jóvenes recuperan los trastos de sus abuelos para este fin. 

“Esta revalorización de la confección artesanal, de la producción local, de la unicidad de los diseños ha traído consigo una nueva moda en la que los tejidos de ganchillo y los estampados 'patchwork' se colocan en lo más alto de la pirámide de las tendencias”, escribían en Glamour.es. Este impulso se dio con Zara Home, y su colección de cerámica de Fajalauza hecha en Granada. "La elaboración de esta cerámica sigue siendo familiar y hemos mantenido los mismos procesos, pero refrescando y reinterpretando los diseños. No hay dos piezas iguales y ahí radica su belleza y singularidad”, dijo la compañía en su momento.

Colección de cerámica de Fajalauza de Zara Home.
Colección de cerámica de Fajalauza de Zara Home.
Zara Home

Ángel Vilella lleva al frente de la tienda Roc Cerámica (Calle de Martín Abanto, Zaragoza) varias décadas. "Empecé en esta profesión hace 37 años, en Nonaspe, con cerámica creativa, de diseño, vajillas... No era tradicional. Ese negocio era muy fluctuante", explica. Después, se especializó en la cerámica tradicional, con detalles de algunos lugares de la Comunidad. "Ahora hago piezas únicas, con las que realmente no se podría vivir. Pero he vivido de esta profesión hasta ahora", explica. 

"Mi experiencia es que poco a poco, a base de ferias en la calle, la gente ha ido apreciando, valorando, y pagando la artesanía", asegura Vilella. De hecho, detrás de la propia tienda está su taller, donde confecciona todas las piezas, y explica que "hay muy pocos clientes que no pasen a ver cómo trabajo y a cotillear". Al fin y al cabo, son elementos totalmente artesanales, que llaman nuestra atención y que son únicos. Nos evocan a la naturaleza y, además, son sostenibles. "La gente ha comprendido que es un trabajo único, que da lugar a piezas únicas ya que nunca se repite lo mismo. Hace 50 años, la gente decía: 'hala, más cacharricos'. Ahora la gente ya lo valora", destaca este artesano.

Piezas hechas a mano en Roc Cerámica.
Piezas hechas a mano en Roc Cerámica.
Roc Cerámica
Piezas hechas a mano en Roc Cerámica.
Piezas hechas a mano en Roc Cerámica.
Roc Cerámica

En un comienzo, el negocio se dedicó a hacer botes para las farmacias, pero al final terminaron vendiéndolos también para decorar hogares. "Lo que más se suelen llevar son platos de colgar, murales, vajilla, figuras, caballos, botes de cocina...", expresa. Tienen varios proyectos interesantes, como las huchas del Domund, que formaban parte del decorado de las aulas españolas durante las décadas intermedias del siglo XX; heráldicas; platos en la pared, etcétera. "Mi cliente suele ser gente de 30 o 35 años hasta jubilados. A veces, viene una pareja de novios jóvenes que buscan algún mural para su casa", añade Vilella.

Una hucha Domund, de Roc Cerámica.
Una hucha Domund, de Roc Cerámica.
Roc Cerámica

Sara García lleva unos 50 años dedicándose a este oficio artesanal que ahora vuelve a estar de moda en los hogares. En su taller, Sehahechotrizas, trabaja con su compañero Alejandro y su hija Patricia. "Antiguo y artesanal no son dos palabras que tengan que ir necesariamente juntas. Al contrario. Actualmente, hacer cosas no seriadas es atemporal o revolucionario", opina García. Dice que vivimos en una sociedad "con un consumo deshumanizado, sin sentido, sin contacto ni conocimiento de los artículos que nos rodean". "Hay una demanda innegable y una búsqueda de objetos que nos resulten más cercanos, propios y naturales", asevera.

Este negocio familiar hace talleres para todas las edades con el objetivo de que aquellos que lo deseen hagan sus propios botijos. "La gente quiere de alguna manera formar parte de ese cambio y por esto hay tanta demanda de talleres y de clases para aprender todos los oficios y las artes manuales. No nos conformamos con adquirir objetos humanos y cercanos, les gusta aprender a hacerlos", especifica.

En definitiva, lo artesanal está de vuelta, y con algunas vueltas de tuerca que pueden hacerlo más apetecible todavía. Además de la cerámica, se emplean materiales naturales como el algodón, lino, seda, terracota, mimbre, junco… Por ejemplo, resalta el auge de los suelos de barro. El no ocultar el origen de estas piezas, que sean con este tipo de materiales, lo hace todavía más atractivo.

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