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Cerámica, un 'boom' entre jóvenes en Zaragoza: "Dejar el móvil, desconectar y crear con tus manos es brutal"

La Benditera y Azul Cobalto son dos de los talleres de cerámica más populares de Zaragoza y han percibido que los jóvenes están interesados en esta práctica artística.

LA BENDITERA TALLER DE CERAMICA EN EL BARRIO DE LA MAGDALENA DE ZARAGOZA _ 10-03-2023 _ FOTOS_ FRANCISCO JIMENEZ[[[FOTOGRAFOS]]]
Dos jóvenes, en La benditera.
Francisco Jiménez

Mancharse las manos. Diseñar un patrón. Pintar un cuenco. Coser una prenda de ropa. La cerámica y la costura tienen una historia tan ancestral que entre jóvenes son conocidas como tradiciones de sus antepasados. Aunque no sea así. Nunca se ha dejado de coser ni de hacer cerámica. Tradicionalmente ha sido un oficio y ahora es una afición entre los veinteañeros y treinteañeros. 

Relajarse. Evadirse. Encontrarse. Y crear. Sobre todo, crear. Coger un pedazo de arcilla, sentase en el torno y fluir. Dejarse llevar al tiempo que las manos crean un jarrón, una taza o una tetera. O coger un trozo de tela (de una sábana vieja, por ejemplo) y probar a hacer un diseño sencillo con la máquina de coser que recibiste en Navidades. En Zaragoza, a unos les gusta hacer deporte, a otros ir al cine y al teatro y ahora hay a muchos que les apetece más acudir a un taller de cerámica o a clases de costura. Aunque ninguna actividad excluye a otra. Hay quienes tienen tiempo para todo.

"La creatividad es una habilidad exclusivamente humana, lo que nos diferencia, no solo de otros seres vivos, sino también de las inteligencias artificiales", subraya Carla Barros, psicóloga de Psicara y coordinadora de Atención Psicológica en la capital aragonesa, quien insiste en la importancia de fomentarla.

Cerámica en Zaragoza

"Desde la pandemia, hemos percibido un cambio radical en la mentalidad de los que vienen a hacer cerámica. Además de que hay muchos más jóvenes, ahora vienen por su propio bienestar y no por pasar el rato", sostiene Yanka Mikhailova, la dueña de Azul Cobalto. Nació en Bielorrusia y vive en Zaragoza desde hace 30 años. En el año 2000 inauguró su taller de cerámica.

"Es una disciplina de desarrollo intelectual, cognitivo y motriz. Hacer cerámica es sentirse bien y enriquece a todo el que la practica", puntualiza la maestra, que ahora cuenta con la ayuda en el negocio de su hija, Anastasia Jouk. Desde hace 12 años colaboran con la Fundación Carmen Fernández Céspedes, que se dedican a ayudar a personas con autismo. "Empezó siendo una extraescolar y pronto cogió fama. Ahora tenemos una tienda online con todo lo que hacen los usuarios de la entidad y todo el dinero recaudado es para ellos", puntualiza.

Otro de los templos de la cerámica en Zaragoza es La bBenditera. Sin apenas horario ni calendario (aunque siempre de lunes a viernes de 10.00 a 20.00), cualquiera que quiera se puede pasar por este local de la calle Cantín y Gamboa. Los interesados pueden comprar bonos de 10 días o más y acudir cuando encuentren un hueco en su agenda. No hace falta avisar. 

Para decenas de jóvenes se ha convertido en un plan de ocio especialmente los miércoles, jueves y viernes por la tarde. "Está siendo un boom entre los veinteañeros y treintañeros. Todo lo que es hacer cosas a mano está muy de moda y en las redes sociales se mueve cada vez más", sostiene una de las dueñas, Aranzazu Lafarga.

Es una experiencia "muy inspiradora", asegura.  "Suele gustar mucho porque de la nada (un pedazo de barro), te llevas algo que has hecho tu mismo. Es cierto que de primeras puede ser desesperante si ves que no avanzas, pero pronto empiezas a conectar con la pieza y no puedes parar de retocar cada detalle", apunta.

"Suele gustar mucho porque de la nada (un pedazo de barro), te llevas algo que has hecho tu mismo"

Tania de Diego, Laura Martínez, Sandra Cinca y Sofía Guillén, todas zaragozanas de 26 años, acudieron este viernes por la tarde a La benditera para elaborar sus propias piezas de cerámica. "Dejar el móvil, desconectar y crear con tus manos es brutal. Creo que es bonito tener piezas que has hecho tu misma" subrayó De Diego, que dedicó la tarde a elaborar un vacíabolsillos para una amiga que se va a independizar. 

LA BENDITERA TALLER DE CERAMICA EN EL BARRIO DE LA MAGDALENA DE ZARAGOZA _ 10-03-2023 _ FOTOS_ FRANCISCO JIMENEZ[[[FOTOGRAFOS]]]
En orden, de izquierda a derecha, Sofía Guillén, Laura Martínez y Sandra Cinca.
Francisco Jiménez

Laura Martínez comenzó su primera 'obra' esta semana. "Hoy es mi primer día. He visto por Instagram a muchas influencers haciendo esta actividad y me parecía bastante curioso. Mi novio me ha regalado el bono y lo primero que me gustaría hacer es un plato para tartas", sostiene la joven, que quiere agasajar a los invitados que acudan a su casa con un dulce servido en una pieza de elaboración propia. 

En la mesa de al lado, Laura Jiménez y Mónica Peña, las dos de 24 años, disfrutaban también de un rato de "creatividad". "Yo llevo viniendo unos meses y hoy se ha animado también mi amiga. Me apunté a cerámica porque quería hacer algo que me ayudara a desconectar y pasar tiempo conmigo misma", sostiene Jiménez. Peña se estrenó esta semana: "Estaba estudiando el MIR y no tenía tiempo para venir, aunque ya llevaba unas semanas con la idea en la cabeza. Considero que soy una manazas así que me apetece potenciar mi creatividad", subraya la jove.

LA BENDITERA TALLER DE CERAMICA EN EL BARRIO DE LA MAGDALENA DE ZARAGOZA _ 10-03-2023 _ FOTOS_ FRANCISCO JIMENEZ[[[FOTOGRAFOS]]]
Laura Jiménez y Mónica Peña, este viernes en La benditera.
Francisco Jiménez

Tanto Jiménez como Peña, apuntan que "está de moda". "En nuestro entorno hay bastante gente que se ha apuntado. Por las redes sociales aparece mucho la cerámico y eso ha sido un impulso sin duda", subraya Jiménez. 

La costura, otro 'hobby' entre jóvenes

La zaragozana Irene Márquez, de 26 años, siempre ha tenido muy presente la costura
La zaragozana Irene Márquez, de 26 años, siempre ha tenido muy presente la costura
HA

La zaragozana Irene Márquez, de 26 años, siempre ha tenido muy presente la costura. "Siempre me ha llamado la atención lo de hacer ropa y en mi familia, mis tías y mis abuelas, han cosido toda la vida. Por circunstancias de la vida, he conocido a gente que se hacía sus propias prendas y lo admiraba", explica la joven.

Cuando el programa 'Maestros de la costura' comenzó a emitirse, Márquez soñaba con poder arreglarse la ropa e incluso llegar a diseñar y coser alguna prenda. "Estuve mirando máquinas de coser en verano y no me lancé a adquirir ninguna. Mi madre se quedó con la copla y me la regaló por Navidad. Me parece fundamental saber hacer arreglos como coger los bajos de un pantalón. Además, me encantaría crear mi propia ropa. Ir a por la tela y hacérmela. Me voy a apuntar a un curso para aprender más rápido", sostiene. 

María Cariñena también se ha aficionado a la costura. "El año pasado se pusieron de moda unos top que están hechos con lana. Son preciosos y pensé que quería aprender para hacerme unos cuantos", asegura la joven de 23 años, que apunta que "no es tan sencillo como creía". "Me he dado cuenta que me relaja mucho y ya tengo máquina de coser. Voy poco a poco", sostiene. 

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